El empresario Lázaro Báez, detenido en el penal de Ezeiza por lavado de dinero, fue internado anoche con arritmia severa en el sanatorio los Arcos aunque su estado no es grave, según fuentes judiciales. Báez había asistido a la clínica para hacerse un estudio de eco estrés, pero finalmente quedó internado en el área de cardiología al descubrírsele la afección. Cuando Báez ingresó por primera vez al penal de Ezeiza ya tenía tres patologías: hipertensión, diabetes y arritmia, por lo que es sometido a chequeos recurrentes. Ayer, durante uno de ellos, el médico del Servicio Penitenciario notó algo que “no era habitual”, por lo que se le notificó al juez Sebastián Casanello el requerimiento para sacarlo de prisión y trasladarlo a un establecimiento médico extra muro para que se lo someta a un chequeo. En la clínica, Báez quedó internado en un lugar apartado y con custodia mientras se le realicen todos los estudios necesarios. El empresario volverá a la cárcel una vez que el personal médico considere que se le puede dar el alta. Báez había pedido en septiembre del año pasado la prisión domiciliaria de forma “urgente” por razones de salud, pedido que fue denegado por el juez en su momento aduciendo que existe un “peligro de fuga”.