No serán los tiempos del Vaticano, pero la CGT está todavía analizando los alcances del paro del pasado 6 de abril y recién la semana que viene se ocupará de “los pasos a seguir”. Ayer, la mesa chica de la central obrera eligió la sede de UPCN para hacer una evaluación un tanto más detallada que incluyó, como afirmó el triunviro Juan Carlos Schmid, los futuros movimientos. Según los dirigentes sindicales, esta estrategia se delineará el próximo 20 de abril cuando se reúna el consejo directivo.
Al encuentro llegaron, además de Schmid, Héctor Daer, Carlos Acuña, Andrés Rodríguez (titular de UPCN y dueño de casa), Roberto Fernández (de UTA), Gerardo Martínez (Uocra), Omar Maturano (La Fraternidad), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Armando Cavalieri (Comercio), Jorge Sola (Seguros) y el secretario adjunto de Camioneros, Pablo Moyano.
La mayoría de los participantes reconocieron que todavía no hubo contactos con el Gobierno. “Seguramente el Gobierno irá a convocar”, dijo Schmid. En ese marco y sin fecha probable, el secretario general de Dragado y Balizamiento especuló que es posible que el encuentro se realice la próxima semana porque “esta es corta”. Si bien el integrante del triunvirato indicó que “las razones y los reclamos que estuvieron presentes el 6 de abril no han cambiado”, nada dijo sobre cuáles pueden ser los próximos pasos o, como se estila en el mundo sindical, el plan de lucha de la central obrera. Los participantes del cónclave evitaron pronunciarse sobre este punto. En todo caso, dejaron al secretario de prensa de la central obrera la responsabilidad de hacer trascender la versión oficial de lo conversado.
Esa tarea le cupo a Sola, quien dijo que la conducción cegetista “espera que el Gobierno tome nota de lo que ocurrió” y para graficarlo recurrió a métodos del universo macrista: “El día del paro tocamos timbre durante 24 horas y esperamos a ver cómo reaccionan”.
Sola, a la sazón titular del gremio de Seguros, dijo que los informes recibidos por las diferentes regionales coinciden con el calificativo que el triunvirato utilizó el mismo día del paro: “contundente”. Por otra parte, coincidió con Schmid a la hora de señalar que las razones que llevaron a la medida de fuerza se mantienen “inamovibles” y advirtió que “necesitamos que se pare la sangría de empleo, que empiece a generarse mejor y mayor trabajo, que se ataque el empleo en negro y la pobreza, y que se mire con especial atención la situación de los jubilados”.
En rigor, al único de los secretarios generales que se le escapó algo sobre la reacción del Gobierno fue a Lingeri. El hombre fuerte de Obras Sanitarias dijo que “hubo contactos informales” con la Rosada y de inmediato hizo mutis por el foro. Una frase que obligó a Sola a reconocerlos pero advirtió que toda reunión que se concrete se hace “con la CGT por detrás”. En ese sentido, Schmid coincidió con su colega cuando dijo que la central obrera “no va a abandonar su estrategia de conjunto”.
Sobre la intención del Gobierno de avanzar con la “transparencia” y la “democratización” de los sindicatos, a través del voto electrónico y de limitar los mandatos, Schmid recordó que la Argentina es signataria de convenios internacionales “que hay que cumplir y nuestro país los está cumpliendo, así que hay alguna contradicción en esto. Además es bastante sugerente que aparezca después de la medida de fuerza”, señaló.
Con respecto al resultado de las paritarias, el titular del gremio de Seguros aseguró que “el techo que imponía e impulsaba el Gobierno ya ha sido perforado. Nadie firma por el 18 por ciento”, dijo. Incluso se animó a pronosticar que aquellas paritarias que se cierren a partir de mayo tendrán un acuerdo que ronde el 25 por ciento debido a la caída de la economía.