Las opiniones con respecto a la película están divididas, pero en lo que refiere a la banda de sonido es más fácil encontrar coincidencias: así como la primera Trainspotting venía acompañada por un soundtrack que daba gusto escuchar, su segunda versión trae varios momentos que permiten el disfrute. Ya el comienzo, con un remix de The Prodigy sobre el mismo “Lust for life” de Iggy Pop que abría a todo gas la película original, hace temblar los vidrios y da ganas de poner todo en volumen 11. Y es el arranque de un recorrido que se permite visitar el pasado lejano con cosas como “Relax” de Frankie Goes to Hollywood, “Radio Ga Ga” de Queen, “Dreaming” de Blondie y el inoxidable “(White man) In Hammersmith Palais” de The Clash, como acudir a los tecnolíogicos The Rubberbandits en “Dad’s best friend”, tripear con  el rap de Young Fathers (“Get up”) y volver a acudir a Underworld para reversionar el célebre “Born slippy” y convertirlo en el hipnótico “Slow Slippy” que cierra el disco.