La adolescente de 14 años que estaba desaparecida desde el pasado sábado y fue hallada este jueves asesinada en un cauce de riego de la localidad mendocina de Maipú fue atacada a golpes, presentaba lesiones cortantes y además fue parcialmente quemada, según los resultados preliminares de la autopsia. Además, mientras era atacada, Florencia Romano pidió auxilio a los gritos, por lo que una vecina llamó al Centro Estratégico de Operaciones (CEO) 911 para denunciarlo, aunque la comunicación fue atendida por una auxiliar de la policía mendocina que no le dio curso y que por ese motivo fue pasada a disponibilidad.
Por el crimen de la adolescente permanece detenida una pareja a la que la víctima había conocido por la red social Instagram y a cuya casa se dirigió la noche del sábado 12 de diciembre, momento desde el cual nada más se supo de ella.
La confirmación de que el cuerpo era de Florencia llegó en la mañana de este viernes, cuando expertos del Cuerpo Médico Forense concluyeron los estudios genéticos necesarios para la identificación ante el mal estado en el que se encontraba el cadáver. Para realizar esos estudios en el Laboratorio del Registro de Huellas Genéticas se utilizó un robot de última generación que llegó a Mendoza a préstamo por 90 días y que obtiene perfiles genéticos en 90 minutos.
El fiscal jefe de Homicidios de Mendoza, Fernando Guzzo, y la fiscal a cargo de la investigación, Claudia Ríos, habían adelantado tras el hallazgo que todo indicaba que se trataba de Romano, aunque se aguardaban las pruebas científicas para corroborarlo.
El cadáver fue hallado a las 18.30 del jueves por personal de la Policía Científica y de la Unidad Fiscal de Homicidios, en ese cauce cercano a un frigorífico. La joven estaba parcialmente calcinada y envuelta en mantas y, de acuerdo a los resultados preliminares de la autopsia, fue golpeada en gran parte del cuerpo --presenta fractura nasal y de cráneo-- con un objeto contundente y con puños.
Además se detectaron heridas cortantes en el cuello, aunque se investiga si esas lesiones, al igual que el calcinamiento, fueron posmortem.
Antes del hallazgo de Romano, y cuando aún se investigaba su paradero, habían sido detenidos dos integrantes de una pareja: Pablo Arancibia (33) y Micaela Méndez (27). Ambos fueron imputados ayer por la fiscal Ríos del delito de femicidio en grado de coautoría, que prevé una pena de prisión perpetua.
En paralelo a esta causa, se inició otra para investigar las razones por las cuales no se le dio curso al llamado que indicaba que una persona pedía auxilio realizado por una vecina al CEO de Mendoza. Esa comunicación se produjo a las 18.58 del sábado último y en ella se daba cuenta de una situación de violencia en el domicilio de la pareja ahora acusada, donde, de acuerdo a la pesquisa, se encontraba Florencia.
El director General de la Policía de Córdoba, comisario general Roberto Munives, ordenó este viernes pasar a disponibilidad a la auxiliar de la fuerza Soledad Herrero por no dar curso al llamado de alerta. La mujer fue además citada a declarar por la Justicia para que dé las explicaciones del caso. Los voceros dijeron que Herrero hace 13 años que reviste en la fuerza y cuatro que es operadora del CEO.
"Lo irónico fue que justamente una mujer fue la que cortó un llamado donde se denunciaba violencia de género", expresó el jefe de los fiscales, Guzzo. "Ayer descubrimos esto, que surgió cuando quisimos corroborar la veracidad de un testimonio que hablaba de gritos de auxilio. Para corroborar, pedimos las desgrabaciones del CEO y ahí nos dimos cuenta de que la persona que hizo un llamado no tuvo respuesta del operador", detalló el funcionario judicial.
"Inmediatamente sacamos una compulsa penal, que tramita en otra fiscalía y que no debiera tardar mucho en llegar a una conclusión porque la prueba es vidente: está el audio, quien lo realizó y quien lo recibió", agregó.
Romano fue vista con vida por última vez el sábado pasado, cuando salió de su casa para ir supuestamente a reunirse con amigas, según le dijo a sus familiares. Pero con el correr de la pesquisa se determinó que viajó desde Guaymallén, donde vivía, hacia Maipú, donde residían Arancibia y Méndez.
Durante la investigación, los investigadores establecieron que la chica mantenía contacto con la pareja a través de Instagram y que había acordado encontrarse ese día con ella. Al ser consultados al respecto, los ahora imputados confirmaron esa circunstancia aunque aseguraron que la adolescente se retiró de su casa esa misma tarde. Ese y otros datos despertaron las sospechas de los pesquisas, quienes arrestaron y trasladaron a la pareja hasta la fiscalía de Homicidios.
Mientras este jueves familiares y amigos realizaban manifestaciones y marchas por el centro mendocino para pedir por la adolescente, los policías encontraron el cuerpo en el cauce de riego.
Un vocero del Ministerio Público Fiscal informó dijo que aún no se determinó cuál fue el móvil del crimen: "No tenemos claro si fue un ataque sexual. Lo que surge es una agresión física" de la cual la joven intentó defenderse.