Unas treinta personas se autoevacuaron en la localidad santafesina de Melincué, por el desborde de la laguna homónima a raíz de las últimas lluvias, y crece la preocupación sobre un mayor avance de las aguas sobre el casco urbano, si cambia la rotación del viento.
La situación en el pueblo, que se halla a escasos metros de la laguna que lleva el mismo nombre, es “preocupante”, tras las intensas precipitaciones del último fin de semana, cuando cayeron cerca de 200 milímetros.
En tanto, el presidente del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de la zona, Roberto Rodríguez, comentó que este fin de semana “llovieron unos 200 milímetros, lo que hizo desaparecer el terraplén que rodeaba la localidad.
El agua ya ingresó a algunas viviendas, por lo que hubo gente que tuvo que autoevacuarse y todos permanecen en casas de familiares cercanos”, indicó.
Luego explicó: “La laguna está al límite sin viento, el agua no pasa por ahora, pero la mayor preocupación de todos los vecinos es que, con un poco de viento sur, el agua ingresará con mayor fuerza al ejido urbano. Si rota el viento y sopla desde el sur, vamos a tener problemas, muchos más de los que ya tenemos”, añadió.
Tras señalar que por el momento “se realizan obras de alteo, y un refuerzo de lo que era el terraplén anterior para mitigar el ingreso de agua”, Rodríguez señaló que la laguna “actualmente ocupa la superficie de media Ciudad Autónoma de Buenos Aires; tiene una profundidad de siete metros, y un oleaje muy importante. Por eso nos preocupa que sople el viento sur, porque se inundará el pueblo”.
En tanto, personal de Vialidad, Defensa Civil y Bomberos Voluntarios de General Villegas concretaron ayer la rotura de un tramo de la ruta nacional 188, a la altura del kilómetro 355, para permitir el escurrimiento de la masa de agua hídrica que amenaza con inundar a esa ciudad cabecera del noroeste de la provincia de Buenos Aires y localidades del distrito, y se evalúa si se realizará otro corte sobre la ruta provincial 226 para facilitar el escurrimiento del agua.
Personal del Ejército se ocupaba ayer al mediodía de colocar un puente tipo Bailey, una estructura portátil de uso militar, para habilitar al tránsito el tramo cortado de la ruta 188, entre las localidades de Banderaló (Provincia de Buenos Aires) y Bernardo Larroudé (Provincia de La Pampa). La rotura de parte de esa ruta se decidió de urgencia el viernes pasado para descomprimir la fuerza de las aguas que amenazaron con inundar esa población pampeana de 1600 habitantes, según explicaron fuentes de la Municipalidad local. En la caso de la rotura de la misma ruta en el kilómetro 355, a poca distancia de los accesos a la ciudad cabecera de General Villegas, un vocero del cuerpo de Bomberos Voluntarios explicó que se colocarán tres tubos de un metro de diámetro para ayudar al paso de agua y se tapará la obra con el fin de liberar la ruta 188 al paso de vehículos.
Desde Defensa Civil de General Villegas se informó que en las próximas horas se determinará si hay o no necesidad de romper la ruta 226, a la altura del bajo Los Laureles, en función de la altura y presión del agua que llegará al lugar por el corte de la ruta 188.