Empleados que se desempeñan en el edificio de la ex Palúdica, ubicado en el centro de Salta Capital, iniciaron un nuevo estado de alerta ante el resurgimiento del interés de la Municipalidad de Salta de concretar lo establecido por la Ley 27336/16, para crear en esta estación de Salud un Museo Nacional del Folclore.
Los trabajadores tienen por objetivo elevar un proyecto de ley por el cual “apegándonos al cargo de la donación, el predio vuelva –como debería- al Ministerio de Salud de la Nación y allí crear el primer ‘Polo Sanitario de Organismos Nacionales’ que sería como un centro de aterrizaje de las políticas sanitarias nacionales y de articulación de servicios sanitarios y de seguridad social Organismos y Programas del Estado Nacional”, dijo Matilde Juárez, delegada de UPCN en la entidad nacional.
El edificio de la ex Palúdica fue donado entre 1923 y 1924 por Luis Güemes, para que se destine a la creación de una estación sanitaria, bajo la órbita del en aquel entonces Ministerio de Higiene de la Nación, hoy Ministerio de Salud de la Nación. Allí empezó la lucha contra el paludismo, y se lo conoció como La Palúdica. Actualmente, una treintena de trabajadores en Salta Capital se desempeñan para el SENASA, la Dirección Nacional de Vectores, Vacunatorio y Reconocimiento Médico. Si bien el edificio se encuentra en malas condiciones, en más de una ocasión se solicitó su resguardo y reconstrucción para evitar el deterioro.
La solución final llegó con la iniciativa que impulsó el hoy gobernador de la provincia, Gustavo Sáenz, quien en su mandato como intendente de la ciudad logró que los legisladores del Frente Renovador con la diputada nacional Graciela Camaño al frente, presentaran un proyecto de ley para que el actual edificio sea donado a la Municipalidad de Salta. Su objetivo, incluido en la norma, era que ese edificio destinado a las acciones de salud se convierta en un “Museo Nacional del Folclore”. En el Senado la iniciativa no tuvo demasiado problema en pasar.
Según una publicación del año en el que se aprobó la ley, el proyecto “fue impulsado y agilizado, dentro del ámbito de la Cámara Alta, por iniciativa del senador nacional Dr. Juan Carlos Romero, acompañado por el senador Rodolfo Urtubey y la senadora María Cristina Fiore Viñuales”. En su alocución, el senador Romero indicaba que “Salta suma a su patrimonio no sólo un inmueble de alto valor arquitectónico, se trata en realidad, de un desafío para su desarrollo cultural y nuestra más pura idiosincrasia”.
Costas por resistir
“Las cosas salieron entre gallos y medianoche”, recordó el actual jefe de la Base de Control de la Dirección Nacional de Vectores, Horacio Rodríguez, al hablar con Salta/12. Es que el mismo año que se presentó, el proyecto se convirtió en ley. Los trabajadores resistieron primero en la calle, con la toma del edificio, y luego fueron ante la Justicia Federal con amparos para frenar la intención de cambiar el destino del predio. Hubo mediaciones, pero perdieron el caso y en el fallo, además, les cobraron las costas. Rodríguez, quien era en aquel momento delegado de ATE, recordó que le descontaron de su sueldo. Juárez, como trabajadora de UPCN y otros trabajadores de la entidad, también tienen en su recuerdo que tuvieron que juntar el dinero para pagar las costas por haber perdido ante la Justicia.
Para Rodríguez, ahora todo queda en manos de las autoridades del Ministerio de Salud de la Nación. Fue allí adonde elevó las dos notas que envió el procurador general de la Municipalidad, Ramiro Angulo, esta semana. A través de estos escritos, que llegaron a la ex Palúdica, el funcionario solicitó una copia de las llaves para que “funcionarios y personal perteneciente a esta Municipalidad” se presenten en el inmueble “a fin de comenzar tareas de relevamiento de estado general y daños del edificio de 8 a 16 de lunes a viernes”.
En una segunda nota Angulo solicitó “coordinar la fecha en la cual se formalizará la entrega del inmueble de propiedad de esta Municipalidad de Salta conocido como Palúdica cuyo dominio fuera transferido mediante Ley Nacional 27336/16 y aceptada mediante ordenanza ad referéndum 15243, aprobada por resolución del Concejo Deliberante 026 y promulgada por el decreto 283/17, a fin de que el día estipulado nos presentemos en el predio con las autoridades municipales”.
En ambas notas agregó que “no existe inconveniente alguno en que continúen trabajando en el Programa Nacional de Vectores en el edificio hasta tanto desde Nación les designen un nuevo inmueble”. El saludo final de Angulo en la nota, indica que espera que se pueda contar con respuesta en “pronta fecha”.
Tanto algunos trabajadores (que prefirieron mantener su identidad en reserva), como Angulo, indicaron que las notas llegaron tras las conversaciones que viene concretando la Municipalidad con los trabajadores con el fin de llegar a una solución lo menos conflictiva posible.
Angulo ratificó a Salta/12 que la idea de la Municipalidad a cargo de Bettina Romero, es poder ocupar el predio “porque es lo que corresponde de acuerdo a una transferencia que hubo desde Nación y que aparte fue aceptada por el municipio”. Afirmó que se “va a hacer un Museo de Folclore porque es una carga”, en la ley aprobada “pero también se van a hacer otras cosas vinculadas a la cultura”. Reconoció de todos modos que la ley también dispone otra carga y es que allí quede una estación sanitaria.
“No es que fui a intervenir a decirles que se tienen que ir. Sino que me junté con el jefe y manifesté que quería entrar a dos edificios que están cerrados y abandonados que se encuentran en el mismo lugar”, reiteró el funcionario municipal. Y sostuvo, que en el predio hay un lugar clausurado por el riesgo de derrumbe. “Es necesario tener intervención, si no, se va a perder un edificio que es histórico”. Añadió que los trabajadores “pueden trabajar ahí hasta que Nación determine adónde los va a reubicar a fin de que tengan un lugar adecuado para trabajar”. Pero, reiteró “que quede bien en claro es que en ningún momento se los está echando. Sino que se quiere hacer un esquema para empezar a intervenir”, en el edificio.
Los trabajadores están de acuerdo en rechazar de plano que este edificio sea destinado a un Museo del Folclore, como lo pensó Sáenz. Por ahora los esperan encontrar eco entre los actuales legisladores salteños en el Congreso de la Nación.