El panorama para Juntos por el Cambio en la provincia de Buenos Aires sigue siendo incierto. Por un lado, el PRO sigue esperando que se defina María Eugenia Vidal, a la que más de uno imagina al frente de la lista en las elecciones de medio término. Pero la ex gobernadora no termina de confirmar que quiera ser candidata y hasta existe la posibilidad de que cambie de distrito y vuelva a CABA, de la que fue vicejefa de gobierno y ahora podría intentar ser jefa. Los intendentes PRO siguen pisando fuerte, como lo confirmaron cuando recibieron a Horacio Rodríguez Larreta la semana pasada: por un lado, lo reconocen como un presidenciable; por otro, plantean al Grupo Dorrego como el interlocutor bonaerense. En tanto, los radicales tienen pendiente para el año que viene una interna para definir quién conducirá el espacio.
El encuentro de Larreta con los intendentes fue claramente una señal de que el jefe de gobierno porteño no descuida la provincia de Buenos Aires: de hecho, la considera central para su proyecto de ser presidente en 2023. Por eso, le preocupa que no hay un candidato claro del espacio para enfrentar al peronismo. La opción más obvia sería Vidal, quien logró vencer en 2015, pero perdió en 2019. El problema es que la ex gobernadora no parece interesada en repetir esa experiencia y no tomará una decisión hasta al menos abril de año que viene. Los intendentes, y en especial Jorge Macri, le insisten para que encabece las listas. La realidad es que nadie sabe qué hará. Incluso podría decidir volver a la Ciudad de Buenos Aires y buscar ser la sucesora de Larreta en la Jefatura de Gobierno, para lo que seguramente tendrá que enfrentar a Martín Lousteau.
Otra opción que barajó Larreta fue transplantar al actual vicejefe del gobierno porteño, Diego Santilli, a la provincia de Buenos Aires para que sea a futuro su candidato a gobernador. Los intendentes PRO pusieron un freno, al menos por ahora, a esa estrategia. Vienen sosteniendo que el candidato tiene que salir de ese espacio y, de nuevo, Jorge Macri pica en punta para competir. Otras opciones circulan, por el momento, muy distantes al agrado de los intendentes. Está, por ejemplo, Esteban Bullrich, que compitió contra Cristina Fernández de Kirchner en 2017.
Y está Emilio Monzó, que viene intentando construir su propio armado. La semana pasada, cuando le preguntaron por la foto de Larreta con los intendentes (de la que no formó parte), respondió: "La foto de hoy es del PRO que está organizándose en Buenos Aires. La oposición está conformada por el PRO, Coalición Cívica, UCR y los apátridas, que no tenemos pertenencia política. Están trabajando los intendentes para el armado en la provincia. Salvo Vidal, los demás son todos intendentes". Su autodenominación como "apátrida" deja en claro cómo está de desvinculado del espacio que ayudó a crear.
A las dificultades del PRO se suman las de la UCR. Este año deberían haber definido una nueva conducción, pero las diferencias y la pandemia hicieron que tuvieran que postergar esa elección interna para marzo de 2021. Eso dejó en un estado de virtual parálisis al radicalismo bonaerense, que no viene interviniendo de forma activa en las definiciones hacia las elecciones de medio término. Por ahora, Daniel Salvador --ex vicegobernador de Vidal-- tiene prorrogado su mandato.
Pero el año próximo se enfrentarán dos líneas. La primera es la del actual jefe del bloque de Juntos por el Cambio en la Legislatura bonaerense, Maximiliano Abad, que también cuenta con el aval de toda su bancada, la mayoría de los diputados nacionales, intendentes bonaerenses y autoridades nacionales del radicalismo.
Pero deberá enfrentar a un adversario con territorio: el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, que tiene el apoyo del
senador Martín Lousteau y su partido Evolución, además de dirigentes
históricos como Federico Storani y Juan Manuel Casella. El que gane de ellos dos seguramente buscará influir en las definiciones de Juntos por el Cambio bonaerense e intentará tallar en las fórmulas y listas. Por ahora, esa ficha no se ha movido.
Larreta con Negri
El jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, participó de una reunión virtual encabezada por el presidente del interbloque de Juntos por el Cambio en la Cámara de Diputados, Mario Negri, en la que participaron dirigentes del espacio de todo el país. Allí, Larreta dijo que la unidad de Juntos por el Cambio "no está en riesgo", pero advirtió que "hay que cuidarla todos los días en cada distrito, en cada municipio, en todas las provincias". "Hay que regarla todos los días", sostuvo y puso como ejemplo que "se ha trabajado muy bien en el Congreso nacional", expresó y sostuvo que "lo mismo en las conducciones partidarias y en la gestión".
Negri, por su parte, dijo que "nuestra prioridad es la unidad en la diversidad" y afirmó que "la elección de 2021 nos hace poner la energía en tratar de equilibrar el poder". "Argentina va a terminar cayendo en un gran pozo si no logramos poner límites a los que buscan ir por todo", dijo el diputado radical y destacó que "el valor de la unidad ya no es patrimonio únicamente de los dirigentes, es una demanda de la sociedad para que no se siga desequilibrando el poder" en el país.
"Podemos ganar la elección en todo el país", se entuasiasmaron Rodríguez Larreta y Negri, de cara a los próximos comicios .