No hay otra palabra que macabro, aunque parezca un lugar común, para describir el hallazgo con el que vecinos y la propia policía se encontró ayer en barrio Saladillo.

En Lituania al 5600, en pasaje Pirani y Anchorena y luego en Anchorena y Castro Barros; se hallaron en contenedores de cada una de esas direcciones, dos cabezas humanas envueltas en papel film y dos brazos -uno izquierdo y otro derecho- en principio pertenecientes a dos masculinos de entre 30 y 40 años, arriesgaron los peritos. En el segundo contenedor encontraron dos piernas y lo que parecía ser un brazo o medio torso muy envuelto; y en el tercer contenedor otras dos piernas, izquierda y derecha. Presumiblemente todos los restos pertenecientes a estas dos personas pero “eso habrá que determinarlo en el Instituto Médico Legal”, dijo a la prensa el fiscal interviniente, Patricio Saldutti.

La policía seguía inspeccionando más contenedores de basura de la zona para tratar de encontrar más pedazos de restos humanos. Según los médicos legistas, por la rigidez de los miembros tendrían entre 12 y 24 horas de asesinados. Y fueron arrojados en esos contenedores entre las 7.30 y las 9.30 de la misma mañana de ayer. Nadie lo decía, pero todos estaban pensando en un mensaje mafioso, en una posible y preocupante escalada de la violencia narco en la ciudad.

“A las 8.30 de la mañana un hombre que estaba revisando los contenedores encontró lo que a su entender le parecía un resto de un cuerpo humano le avisó a una vecina, esta mujer llamó al 911 se presentó un móvil y efectivamente constató que había fragmentos de un cuerpo humano”, empezó contando el fiscal Saldutti. “Inmediatamente llegó personal de gabinete y lo que se encontró fueron dos cabezas y dos brazos envueltos en nylon. En principio, tanto las dos cabezas como los dos brazos pertenecen a dos masculinos, por lo que dicen los médicos de entre treinta y cuarenta años de edad. Por la rigidez de los brazos habría sido algo medianamente reciente, entre 12 y 24 horas atrás y los cortes habrían sido bastante limpios”, explicó el investigador de fiscalía citando las apreciaciones de los especialistas. “Suponemos que puede continuar (el hallazgo de partes) porque faltan trozos de los cuerpos que aún no han sido encontrados”, señaló Saldutti que tuvo que aceptar ante las consultas periodísticas que se trataba de un caso “poco común”.

La fiscalía confía en que las numerosas cámaras de seguridad de la zona le den una idea de secuencia macabra y también algún otro elemento que pueda llevar a los investigadores a establecer las responsabilidades en este caso. Saldutti dijo que “si bien ninguna de las cámaras apunta directamente a los contenedores en las tres zonas, hay muchas horas de grabaciones que analizar de los alrededores que nos puedan dar algún indicio”.

 

Además de las diligencias que tienen que ver con el aspecto de la medicina legal y el seguimiento de las cámaras de seguridad del barrio, el fiscal iba también por el camino de recabar denuncias de personas desaparecidas así como también las averiguación sobre homicidios recientes en la ciudad y en la zona.