Caminar por el escenario recibiendo “una gran erupción de aprobación, incluso antes de que toques el micrófono” es el sueño del rock’n’roll. Pero el estatus de leyenda viviente no le queda cómodo a una peleadora punk como Debbie Harry. A los 75, la frontwoman de Blondie dice que “luchar por la aprobación” le sentaba bien. Extraña el riesgo de los públicos aburridos u hostiles que enfrentaba en los comienzos, cuando Blondie abría shows de bandas como Rush en 1979. En un show de esa gira fue bombardeada con varitas fosforescentes y le tiraron un botellazo por la cabeza, pero rugió empecinadamente a través de la lista completa de 13 temas antes de que el baterista Clem Burke usó su instrumento como escudo para proteger a la banda de los misiles, dejando a Harry hacer su salida con la frase “¡Fuck you, Filadelfia!”.

Harry atiende el teléfono para hablar sobre la gira que Blondie hará con Garbage en 2021. Y la cantante hace una pausa larga cuando se le pregunta si todavía hay parte de ella que quiere impactar al público. Y luego: “Hmmm… Ja. Sí. Supongo que sí. A veces sueño con entrar al escenario desnuda y sintiéndome muy cómoda con eso…”

Esa revelación no sorprende a Shirley Manson, de Garbage, quien nota que Harry “se mueve diferente que la mayoría de las otras mujeres sobre el escenario”. “Ella es completamente desinhibida, lo que es muy raro especialmente para una mujer tan hermosa, y siempre es, por lejos, la mujer más hermosa en cualquier parte. Las mujeres hermosas usualmente tratan de hacer que todos alrededor de ellas se sientan cómodos por amortiguarles su brillo. Generalmente ellas no demuestran su humor y su intelecto. Tratan de no abarcar demasiado espacio. Pero Debbie es jodidamente graciosa, irónica y no muy cohibida. Sobre el escenario hay momentos que se siente tan salvaje que es extraordinariamente excitante. Esa combinación de imprevisibilidad y belleza es letal”.

Manson ha tenido décadas para estudiar a Harry. Ambas mujeres “lengua larga” al frente de bandas compuestas por varones, se encontraron por primera vez en 1990, cuando Manson tocaba teclados en su primera banda, Goodbye Mr MacKenzie, abriendo shows para la gira europea de Blondie. Harry quedó prendada enseguida de la “magnífica” Manson porque el resto de su banda estaba haciendo pogo mientras que la “poderosa y carismática” joven tecladista se mantuvo completamente inmóvil, escudriñando a la multitud atolondrada.

Harry dice que reconoció a un espíritu afín. “Ponés a Shirley en una situación que es un poco riesgosa o inaceptable y ella va a hacerla funcionar. Eso es lo que hacemos”. Durante muchos años, tuvieron el mismo manager, Gary Kurfist, quien alentó a la cantante escocesa a iniciar Garbage con un puñado de tipos de Wisconsin en 1994.

Manson asegura que ella no es de impresionarse fácilmente. “Puedo mantenerme calma con la mayoría de la gente. Pero Debbie deja a todo el mundo fascinado. Uno de mis compañeros de banda una vez se cayó encima de un tacho de basura que no vio en su camino porque estaba consumido por mirarla caminar hacia él en un pasillo. Él trató muy duramente de ser cool. Y sólo pudo decir ‘Holaaa’ antes de desplomarse directamente”.

Aunque tanto Harry como Manson se convirtieron en pin-ups –atractivas para los extraños y fans más mainstream-, ambas sufrieron de cierto grado de dismorfia cuando niñas. Ambas son sobrevivientes de abusos sexuales traumáticos.

Nacida en Edimburgo en 1966, Manson es la hija de un profesor universitario y una cantante de big-band. Su primera infancia fue feliz. Pero los bullies de su escuela secundaria eligieron como blanco su cabello rojizo, que luego se convertiría en una marca registrada realzada químicamente. Los ataques hacia su apariencia la hicieron sentirse “repulsiva”. No ayudó, agrega ella, que en un intento fallido de levantar su confianza su madre le haya dicho “No sos tan hermosa como esas otras chicas pero tenés una personalidad fabulosa”. En los primeros tiempos de su carrera musical, habitualmente pasaba horas en el baño lagrimeando antes de las sesiones de fotos y sólo comenzó a disfrutar de verse en el espejo después de ser parte de una campaña de modelaje de Calvin Klein en 1999.

Nacida en Florida en 1945 y adoptada de chica por una pareja de Nueva Jersey, la joven Harry (también pelirroja por naturaleza) luchó para verse a si misma con claridad. En su libro de memorias Face It, de 2019, Harry describe sus clases de ballet de niña en las que siempre se sintió muy cohibida porque estaba convencida de que era demasiado gorda, “lo cual no era cierto en absoluto”. “Tenía un cuerpo atlético. Pero no parecía un pájaro ni era delicada como todas esas chiquitas que se veían tan preciosas y perfectas en sus pequeños tutús. Sentí que yo había jodido todo por ser tan rellenita”.

Harry era una chica solitaria con una “mente inadaptada”. Disfrutaba de internarse en el bosque para asustarse y luego se metía a hurtadillas en una carbonera para oscurecer su uniforme escolar. Ella ha escrito sobre ver al primer exhibicionista cuando tenía 8 años –“me hizo sentir como una mosca en el borde de una telaraña”- y sobre el admirador adolescente que se metió en su casa. Aunque rápidamente tomó control de su propia sexualidad, fue violada a principios de los ’70. Estaba volviendo de un show con su novio y compañero de banda Chris Stein cuando un hombre los retuvo a punta de cuchillo y los llevó a su departamento. Ató a Stein y luego a Harry antes de saquear su hogar. En sus memorias, ella escribió: “Apiló las guitarras y la cámara de Chris, y luego me desató las manos y me dijo que me sacara mi ropa interior. Me cogió. Y después me dijo ‘Andá a lavarte’ y se fue. No puedo decir que haya sentido mucho miedo. Al final, las guitarras robadas me lastimaron más que la violación”.

En 2016, Manson reveló que fue abusada violentamente durante su primera experiencia sexual, a los 13 años. “Un chico me metió los dedos -le dijo a la prensa estadounidense-, luego tomó un cuchillo y me dijo que iba a metérmelo en la vagina. Me dio pánico. Creo que ahí es donde todo comenzó a desmoronarse”. A los 15, empezó a tener sexo con un maestro de escuela en su van después de clases y sólo rompió la “relación” cuando descubrió que él hacía lo mismo con otras menores de edad. Aunque todavía considera que esos encuentros eran consensuados, es parte de lo que ha forjado su conciencia afilada sobre el balance de poder entre los sexos. Hoy en día es infrecuentemente locuaz acerca del acoso sexual en la industria de la música, histórico y actual. A Manson un “fan” le tocó los senos en una sesión de moda en 2017. “Si eso puede pasarme a mí, una cantante bien conocida de 50 y pico, con toda la prensa a mi alrededor, entonces ¿qué le está pasando a las chicas?”, dice.

Otros fans son muy duros con el modo en que las artistas han elegido hablar sobre lo que les ha sucedido. Como si la violación de Harry no hubiese sido suficientemente horrorosa, fue criticada online el año pasado por “bajarle el tono” a los efectos del asalto en su libro.

Hoy Manson está enojada con aquellos que juzgan a Harry por “cómo ella ha procesado lo que le sucedió”. “Eran un momento diferente. Para el momento en que me convertí en cantante, ya estaba claro, socialmente, que ninguna mujer ‘lo estaba buscando’. Debbie apareció en un momento en el que a las mujeres se las culpaba por cualquier cosa sexual que les sucediera a ellas. Yo vengo de un medio ambiente diferente. Pero aún así me sucedieron cosas horribles. Cada mujer tiene experiencias horribles. Eso es lo que los hombres no parecen entender. Cada mujer va a ser asustada en algún punto. Te sentís vulnerable caminando por la calle, a veces incluso de día. La mayoría de los varones no pueden identificarse con eso”.

Tanto Manson como Harry crearon personalidades escénicas para autopreservarse. Harry dice que ser adoptada le permitió ver su identidad como algo flexible. “Me dio el permiso para ver alrededor, ver a diferentes chicas y personalidad, y pensar ‘Oh, quiero ser así, o como ella’. No tuve el mismo armazón restrictivo de otras chicas. No había armazón. Eso fue un gran lujo”.

La cantante de Blondie dice que al ver un documental sobre David Bowie el año pasado se quedó impactada por la similitud entre las formas de encarar la teatralidad de ambos. “Decían que él era un camaleón. Con su primer álbum no pasó nada y nadie lo entendió. Entonces desarrolló un personaje y se hizo muy popular. Eso es lo que hizo. Yo me sentí más cómoda retratando diferentes personajes. Definitivamente tuve un enfoque actoral al respecto”.

El personaje que creó para ponerse al frente de Blondie estaba inspirado en Marilyn Monroe (de quien le gustaba fantasear que era su madre biológica). En sus memorias, dice que ella “interpretaba un personaje, la proverbial rubia tonta con la voz de nenita y el cuerpo de nena grande… una mujer interpretando la idea de mujer de un hombre… una muñeca inflable con un costado oscuro, provocador y agresivo. Los estaba interpretando y al mismo tiempo lo hacía muy en serio”.

Al haber trabajado un breve lapso como conejita de Playboy, Harry sabía cómo atraer a través de la exageración de la femineidad de historieta y jugar con el balance de poder de su sexualidad. “Siempre tuve un costado fuerte, masculino”, dice. Y también que disfrutó dando vuelta la visión masculina clásica en sus canciones. En hits como “Picture This”, de 1978, Harry cantó que su mejor momento fue mirar a su amante masculino en la ducha. Era una letra llamativa que todavía mantiene una carga desafiante. “¿De verdad? ¿Todavía?”, se ríe ella. “’¡Dale, una tiene que mirar a los chicos!”

Cuando se le pregunta si los varones de Blondie la apoyaban con frases como esa, ella se ríe nuevamente, más secamente. “En la mayoría de los casos eran razonables. Veían que era un cambio que estaba llegando. Grandes mujeres como Gloria Steinem estaban respondiendo con fiereza. Yo estaba rodeada de un montón de mujeres fuertes que se sentían como yo. Pero yo no estaba ahí intentando defendiendo los derechos de las mujeres, ¿eh? ¡A la mierda con eso! Yo defendía mis propios derechos. Estaba tratando de ganarme el respeto como persona y diciendo lo que tenía en mente”.

El placer de Harry por oponerse es parte de lo que llevó a Blondie al cambio de género del punk a la música disco (lo que enojó a los punks) y de vuelta al rock (perdiendo a algunos devotos disco). Ella sobrevivió a la separación de la banda en 1982, a la adicción a la heroína y a la separación de Stein que le siguió al episodio casi fatal que tuvo él con una enfermedad autoinmune a principios de los ’80. Blondie se reunió en 1997 y llegó al número 1 en Inglaterra con el single “Maria” exactamente 20 años después de que “Heart of Glass” se convirtiera en su primer tope del ranking.

¿Cuál es el secreto de su larga carrera? Ella sugiere que podría ser “cierta tenacidad”. Y le da el crédito a su padre adoptivo por enseñarle a mirar a “la relación entre arte y comercio” desde temprana edad, y “ver a la banda como un negocio”. “Cuando las cosas no funcionan necesitás ser objetiva y ver por qué sucede. Desde el principio aprendí a no prestarle mucha atención a la prensa porque los periodistas sólo tratan de escribir una historia interesante. No lo tomo personalmente en absoluto porque tiene más que ver con ellos que conmigo. Pero también disfruté siempre de la crítica honesta. Tenés que escuchar eso. Y después tenés que complacerte a vos misma”.

“La edad es un problema en mi profesión”, concede Harry. "Es una palabrota. Aunque disfruto de lo que hago más que nunca y soy mejor en mi trabajo, la gente me mira y hay un factor de temor. La hago consciente de la mortalidad. Aunque la muerte es inevitable y supongo que también me atemoriza a mí”.

Manson dice que esa “determinación” es lo que mantiene a Garbage en funcionamiento. “Ayuda que ninguno de nosotros vengamos de ciudades top. Ninguno de nosotros es cool, entonces Garbage nunca fue parte de esa escena. Siempre fuimos un caso aparte. Rock mestizo, punk pop… Ni siquiera somos escoceses o estadounidenses. Cuando la prensa se volvió contra nosotros después de que salió nuestro tercer disco fue muy duro. Pero fuimos muy cuidadosos con el dinero de la banda, así que siempre tuvimos un fondo para grabar, ya sea que tuviéramos un sello o no”.

Shirley es franca respecto a sus diferencias con sus compañeros de banda. “Siento que seguir igual es tedioso y el resto de la banda está menos interesada en explorar. Pero trabajo bien en equipos y ser una buena comunicadora ayuda”. ¿Son ellos igualmente buenos comunicadores? Se ríe y dice “¡Sin comentarios!”.

A diferencia de ellos, Manson tuvo que luchar con ser una “ex sex symbol envejeciendo”. “A las mujeres se les lava el cerebro desde la infancia para que crean que los mejores años de sus vidas son cuando están buenas y sexies. Cuando cumplí 30, recuerdo creer alguna mierda extraña”. Sintió que debía “aflojar un poco con el maquillaje”, tapar su carne y dejar de ponerse “cosas impropias”. Pero luego comenzó a ver a Vivienne Westwood en vestidos transparentes y pensó: “eso está buenísimo”. Y a Dolly Parton rehusándose a conformarse con el modo en el que el mundo le decía que debía mostrarse. Ellas me dieron permiso para ser yo misma aunque la cultura quisiera comprimirme”.

Esa inspiración impulsó a Manson durante sus 30. Pero, dice, “para 2006 estaba llegando a los 40 y pensé que todos se había terminado para mí. Le dije a la gente que estaba jodida. Las mujeres músicas que han sido vistas como objetos sexuales no tienen posibilidades pasado cierto punto”.

Ella tomó un tercer aire cuando murió su madre. “Ella siempre había sido mi sistema de soporte. Había crecido en una institución (para huérfanos) hasta los 5 años, lo que la hizo muy hábil con la gente, y me entrenó, de un modo gracioso, para achicar el deseo de la gente de achicarme. Me enseñó apuntar a lo que me fascinaba. Algo relacionado con perderla me impulsó a continuar en mis propios términos y esa fue la última joya que me dejó cuando partió de este mundo: manejó el pequeño motor en mí que me ayuda a hacer aquello que amo”.

Y lo que Manson siempre ha amado hacer es usar su música para abordar verdades incómodas. “Estoy interesada en las partes de las personas que nadan bajo la superficie. No me interesa examinar la superficie porque es lo que veo a diario. Quiero explorar lo que la gente oculta y lo que la atemoriza”.

Pero ella sabe que “la verdad pone incómoda a la gente”. “Eso puede ser difícil para alguien como yo, que quiere conectarse. Creo que sería más fácil conectar con mentiras. Mirá a Donald Trump. Ha logrado una enorme conexión con millones de estadounidenses mintiendo y tenemos que tomarnos eso muy en serio. No ha sido divertido vivir bajo una dictadura”.

Aunque a Manson le “rompieron el corazón” las divisiones sociales tanto en Estados Unidos (donde vive con su segundo esposo) como en su Escocia natal, se siente “afortunada de estar viva en una era en la que hemos quebrado las ideas binarias de género, cosa que no puede sino ser positiva para todos en la Tierra. Me gusta el modo en el que está cambiando la terminología. Le saca de encima una carga a todos tener que conformar estos estereotipos que les enseñaron que deberían aplicarse a ellos. Mientras crecemos, todos nos deshacemos de eso, de todos modos, pero ahora la gente joven tiene permiso para ser ella misma mucho más temprano”.

Tanto Manson como Harry han leído mucho durante la pandemia y eligieron libros que analizan los cambios culturales del siglo XXI en el que, como cantó Harry, “las cosas van a ser mucho mejors para una chica como yo”. La cantante de Blondie se encaró Hoax: Donald Trump, Fox News, and the Dangerous Distortion of Truth, en el que Brian Stelter examina cómo Fox News –cercana a Trump- jugó un papel en la diseminación de desinformación sobre el coronavirus. Manson se sintió “conmovida hasta lo más profundo por Why I’m No Longer Talking to White People About Race, de Reni Eddo-Lodge.

 

Pero Harry ya tuvo suficiente con la cuarentena y con “vivir en un vacío”. “He sido muy cuidadosa y he disfrutado de los hermosos barbijos que me mandaron. Tengo unos que dicen “Esperanza”, “¿POR QUÉ?” y “Dejen de joder con el planeta”. Y uno que se ve como una versión distorsionada de mis labios pintados, tomados de una captura de video. Ese es muy copado y atemorizante. Pero extraño la variedad y a toda la gente. Espero que la situación cambie pronto para que la gira pueda hacerse. Estoy muy entusiasmada con volver ahí afuera”. ¿Lo haría desnuda? “No estoy segura de si en realidad lo haría”, medita. “Sería divertido”, de todos modos”.

* The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Las fotos de Chris Stein

Una escena

Chris Stein sacaba fotos desde hacía años cuando conoció a Debbie Harry, que por entonces estaba al frente de The Stilettos. Enseguida se convirtieron en pareja amorosa y musical: armaron Blondie en plena escena punk neoyorquina. El guitarrista, además de su instrumento, siempre andaba con la cámara encima y registró todo el surgimiento de las bandas que giraban alrededor del CBGB's. Muchas de esas imágenes forman parte de la muestra "Me, New York City and the Punk Scene", que hasta fines de febrero se encuentran en exhbición digital en www.musicphoto.net. En marzo, cuando reabra The Music Photo Gallery TMPG (Arroyo 877), se podrán ver en directo copias seleccionadas y firmadas por Stein.