El presidente Alberto Fernández envió un mensaje al interior del Frente de Todos y pidió no escuchar a "los agoreros" que tratan de "generar desalientos y dividir" al oficialismo, al tiempo que señaló la importancia de "darse cuenta de todo lo que fuimos capaces de hacer en el peor momento de la historia", en referencia a la gestión en el contexto de la pandemia de coronavirus.
"Los invito a que no nos hagan claudicar, que todos los agoreros que todos los días suenan por ahí tratando de generar desaliento, hacernos pelear entre nosotros, de dividirnos, que no lo logren", sostuvo el mandatario.
Al encabezar un acto en Lomas de Zamora, junto al gobernador bonaerense Axel Kicillof, el Presidente cuestionó la política de "mano dura" de sus "adversarios", y postuló una política de "justicia, cumplimiento de condenas y reinserción en la sociedad" de los detenidos.
Así lo afirmó al encabezar el acto de anuncio de la culminación del Plan de Infraestructura Penitenciaria Provincial 2020, en la Unidad 58 del municipio bonaerense de Lomas de Zamora.
Durante el acto, se inauguraron once obras para cárceles bonaerenses, que agregarán 840 nuevas plazas a las instalaciones penitenciarias de la provincia y que implicaron una inversión de 800 millones de pesos.
"Los invito a que no nos hagan claudicar. Que todos agoreros que todos los días suenan por ahí tratando de generar desaliento, de hacernos pelear entre nosotros, tratando de dividirnos, no lo logren. Dénse cuenta de todo lo que fuimos capaces de hacer en el peor momento de la historia de la humanidad", dijo Fernández en su discurso y agregó: "Y lo hicimos juntos, unidos y unidos pusimos todo lo mejor de nosotros".
En otro tramo de su discurso, el mandatario destacó que la provincia de Buenos Aires "es la locomotora de la Argentina" y remarcó: "Hace un año que trabajo con Axel; vamos a terminar este año juntos y vamos empezar el año que viene juntos, todos unidos, haciendo la Argentina que nos merecemos".
En su mensaje, el Presidente analizó además que tiene "una diferencia ética" con sus adversarios, al señalar que un sector "dice 'mano dura y que se pudran en la cárcel'" mientras que desde el Gobierno se sostiene la idea de "justicia, que cumplan condena y vuelvan a reintegrarse a la sociedad".
"Hay un problema ético que no debemos olvidar y es lo que nos diferencia de nuestros adversarios, que dicen mano dura y que se pudran en la cárcel y nosotros decimos justicia, que cumplan la condena y que vuelvan a reintegrarse a la sociedad", consideró el jefe de Estado.
En ese sentido, diferenció que "no es un problema de mano dura, de sumirlos en la indignidad, del encierro y de las carencias" sino que implica entender que "es un problema de entender que estamos es un sociedad muy desigual donde muchas veces conduce a la desesperación del delito como única salida y esto tenemos que corregirlo".
Más adelante, Fernández se preguntó "a qué normalidad queremos volver" cuando pase la pandemia de coronavirus y advirtió que "a la normalidad donde se hacinan seres humanos (en las cárceles) no quiero volver más".
"Quiero volver y crear otra normalidad, desde la ética que tenemos y que nos dice que todos somos seres humanos y merecemos ser tratados dignamente", subrayó el jefe de Estado y dese{o que "el día que salga algunos de los argentinos de la cárcel y vuelva a los barrios no se encuentre con un lugar donde solo lo obligan a volver a delinquir sino con la oportunidad de tener afecto y refugio en su familia".
En otro tramo de su discurso, el Presidente se dirigió al gobernador Kicillof y lo elogió: "Estás haciendo un buen trabajo Axel porque esto es lo que un gobierno digno y ético debe hacer".
Fernández estaba acompañado por el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde; el titular de la cartera de Justicia y Derechos Humanos de Buenos Aires, Julio Alak; el presidente de la Cámara de Diputados provincial, Federico Otermín; entre otras autoridades.
En el acto, se inauguraron once obras para cárceles bonaerenses, que agregarán 840 nuevas plazas a las instalaciones penitenciarias de la provincia y que implicaron una inversión de 800 millones de pesos.
Las cárceles incluyen seis unidades de ampliaciones y cinco nuevos hospitales penitenciarios.