En la última sesión del año legislativo, el Concejo Deliberante de la ciudad de Salta aprobó por unanimidad el Presupuesto General de Gastos y Cálculo de Recursos para el Ejercicio 2021.

Además, los ediles sancionaron un incremento del 33,8% en el valor de la Unidad Tributaria (UT), la cual pasará de $17,10 a $22,88 a partir del año entrante. El aumento sólo fue rechazado por la concejala Laura García, del Frente de Todos.

Durante el encuentro, de cuatro horas de duración, fue aprobada a su vez una parte del proyecto enviado por el Ejecutivo para la modificación de 30 artículos del Código Tributario municipal.

Finalmente, la nueva estructura orgánica de la planta política superior también recibió el visto bueno del cuerpo deliberativo. En el flamante organigrama se eliminaron las tres Coordinaciones (Jurídica y Legal, Comunicación y Contenidos, y Planificación y Control), y regresó la Jefatura de Gabinete.

Como sucedió en varias ocasiones a lo largo del año, los ediles no ahorraron en críticas a la gestión de la intendenta Bettina Romero, a la par que se propinaron autoelogios haciendo hincapié en la continuidad de la labor legislativa, a pesar de la emergencia sanitaria.

Presupuesto

Según el proyecto sancionado, el gobierno comunal estima en $10.238 millones, “el total de erogaciones del Presupuesto general para el ejercicio 2021”. De esta suma, se destinan $1.749 millones para el Plan de Obras Públicas, de los cuales $1.302 millones son recursos propios, es decir, aportados por la Municipalidad.

El resto de los fondos provienen del Gobierno Nacional ($400 millones) y de la Provincia ($47,79 millones), aunque en este último caso, se trata de un remanente del Plan Bicentenario de 2016-17.

La falta de colaboración del gobierno provincial para el plan de obras de la ciudad, que había dado lugar al reclamo de la propia intendenta Romero días atrás, al parecer no fue advertida por los concejales, quienes no hicieron alusión al tema durante la sesión de ayer.

Por el contrario, las críticas apuntaron al Ejecutivo municipal y, principalmente, provinieron del bloque que responde al gobernador Gustavo Sáenz. Uno de sus integrantes, el edil Santiago Alurralde, sostuvo: “A principios de año se nos dijo una cosa que no se cumplió: que era ‘la hora de los barrios’”, en clara alusión a una de las frases más elocuente de la jefa comunal, durante el discurso de apertura de sesiones ordinarias. Si bien Alurralde calificó al Presupuesto de “esperanzador”, exhortó a la intendenta a “salir a gestionar más recursos” y a no generar “falsas expectativas en los vecinos”.

La concejala Frida Fonseca, en tanto, advirtió que en el Presupuesto se habían “incrementado los gastos en publicidad, propaganda y marketing” y que no había sucedido lo mismo con otras áreas más prioritarias. Según Fonseca, “el Presupuesto debió haber sido más ambicioso en la cuestión social, con mayor cantidad de recursos que fueran asignados a la lucha contra la violencia de género”.

Por su parte, la legisladora Romina Arroyo, instó a los funcionarios municipales a “planificar las obras con sentido común y en el momento que correspondan”, además de pedir que las obras “no queden en discursos”. Finalmente se dirigió a Bettina Romero: “Señora intendenta, sepa que con humildad y con diálogo se logran grandes cosas”.

Ordenanza Tributaria

El proyecto que va de la mano y se trata de manera simultánea con el Presupuesto es el de la Ordenanza Tributaria Anual. Esta normativa establece el valor de la Unidad Tributaria (UT), que se aplica a tasas, contribuciones y multas municipales.

El incremento del 33,8% de la UT fue aceptado por la gran mayoría de los ediles, a excepción de Laura García (FdT) y de Candela Correa (Nueva Generación). Ambas concejalas expresaron su disconformidad durante el debate, sin embargo, al momento de la votación, la única que levantó la mano para oponerse fue García. Aparentemente confundida, Correa sólo votó en negativo uno de los anexos del proyecto.

“El aumento es un peso para los vecinos de esta ciudad”, sostuvo García al tomar la palabra, al tiempo que agregó: “El resultado hasta el momento son obras mal realizadas. Las bicisendas se llevaron el dinero para las obras en los barrios, que aún siguen esperando la hora”.

Antes de ello, Frida Fonseca había advertido que los que votaran a favor del Presupuesto pero en contra de la Tributaria (como el caso de García), incurrirían “en una incongruencia total, porque el Presupuesto está calculado con ese aumento de la UT”. Por este motivo, la concejala del Frente de Todos aseguró: “Lo mío no es una incongruencia. Estoy en esta banca en defensa de los vecinos de la ciudad”.