Un killer viejo vuelve a las andadas. No es que así lo quiera. Pero cuando el pasado pesa, en algún momento golpea la puerta. Enfundado en un saco de pijama, con un perro desvencijado como él, el hombre vuelve a las calles. Tal vez pueda resolver el ajuste de cuentas, y de paso cumplir con una promesa pendiente. El último golpe es el nuevo título del sello Multiversal de Mariano Abrach, y reúne completa la serie que el entrerriano Lisandro Estherren dibujara para la editorial norteamericana Boom Studios.
“El trabajo de Mariano Abrach es excelente, porque es una forma hermosa de recuperar este material, y porque creo que es así cómo se cumple el sentido del trabajo de uno. Podemos estar en contacto por las redes y trabajar para editoriales del exterior, algo que disfruto, pero el sentido se cumple cuando el trabajo se encuentra con el lector”, señala Lisandro Estherren a Rosario/12. El lector aludido es el de acá, el que estuvo y está al lado de quien dibuja ahora para otras geografías. Éste es el sentido de la “Colección de Exportación” de Multiversal: presentar obras realizadas por artistas argentinos para mercados internacionales. Ichabod Jones: Cazador de Monstruos (guión de Russel Nohelty y dibujos de Renzo Podestá) abrió el fuego. La triada se completará con Death Orb, con dibujos del rosarino Alejandro Aragón.
“Hace alrededor de siete años que trabajo para el exterior. Se dio de manera escalonada, a partir de trabajos muy pequeños para editoriales independientes, que sirvieron de trampolín y experimentación. Luego comencé a acercarme a editoriales más grandes. Se fue dando naturalmente. El último golpe (The Last Contract) es mi primer trabajo más importante para el exterior, con el que comencé a trabajar en Boom Studios y por el que conseguí el trabajo siguiente. A partir de allí, la posibilidad de publicar se volvió más consistente. Fue un trabajo entretenido, en donde me dieron espacio para probar algunas técnicas”, refiere el dibujante.
Oriundo de Paraná, Estherren fue el responsable de versionar –junto al guión de Rodolfo Santullo- el Etchenike de Juan Sasturain para editorial Pictus. Su trabajo exhibe referencias de Alberto Breccia, como el claroscuro, la mancha, y una predilección innata por el blanco y negro. El salto a Estados Unidos lo tiene ahora en plena producción: es el lápiz estrella de la serie Redneck en el sello Skybound, con guión de Donny Cates -“estoy dibujando el número 30 y en abril cumplimos los cuatro años”- y acaba de realizar Strange Skies Over East Berlin junto al guionista Jeff Loveness y también para Boom, “una miniserie de cuatro números sobre un espía norteamericano infiltrado en la Alemania del Este en la década del ’70, que tiene un encuentro con ciertas criaturas alienígenas”.
En El último golpe se notan sus características gráficas, de contrastes marcados, en relación adecuada con el guión del canadiense Ed Brisson, aun cuando el color de Niko Guardia agregue otro registro plástico. “En general, este trabajo fue un proceso muy orgánico, no recuerdo que hayan existido correcciones o planteos específicos. Si al editor le interesa un artista y conoce cómo trabaja, y si uno tiene la suerte de que le dejen explayarse, aparece un pequeño voto de confianza, para ver qué solución gráfica proponer. Por otro lado, todos leemos y consumimos bastante la cultura norteamericana en sus diversas facetas, y conocemos sus códigos de una forma u otra. Que uno los transforme en algo de una estética específica o propia tiene que ver con el trabajo. Pero hay una base común que más o menos compartimos con cierto tipo de cine y de literatura; en general, con el editor y el guionista estamos bastante sintonizados”, comenta Estherren.
De alguna manera, El último golpe tuvo su génesis en la convención Crack Bang Boom, porque “todo comenzó allí, como todas las cosas lindas que vivimos quienes tuvimos la suerte de asistir a la Crack, al intercambiar data y charlar con otros colegas. En ese momento, (el dibujante rosarino) Damián Couceiro trabajaba en Boom y me pasó el contacto de su editora, Dafna Pleban. Le escribí, hice varias pruebas, hasta que me llegó un mail de Eric Harburn, un editor bajo su órbita, a quien le gustaba mi estilo para un proyecto cuyo guionista también estaba interesado en cosas puntuales mías. Yo estaba experimentando con estilos como la tinta aguada y querían que ésa fuera un poco la estética”, recuerda Estherren.
-El último golpe es una historia acorde con tus gustos, todas las piezas encajaron.
-El editor tuvo acá un papel muy importante, es alguien muy interesante, ya trabajé con él en otros proyectos y seguimos en contacto para otros, que probablemente se darán a partir de marzo próximo. Tiene un plan y una forma de ver las cosas que también deja conformes a los equipos de trabajo. A la vez, con Ed Brisson tenemos una muy linda relación, nos interesa muchísimo el policial y la literatura criminal. En este proyecto la pasamos muy bien. Ahora estamos terminando un Kickstarter para una novela gráfica, como una forma de hacer un trabajo independiente, más allá de que él está muy enfocado en su tarea para Marvel. Ya hemos logrado recolectar el dinero para financiar la obra, ahora sólo queda dibujar.
-La diversión se nota en el tratamiento, en ciertos elementos paródicos.
-De entrada, el personaje principal era muy interesante. La sinopsis puede sonar a historia repetida pero el enfoque de Brisson va en la dirección de ser un comentario sobre ese tipo de historias. El protagonista es un anciano que está en los comienzos del Alzheimer y tiene un perro también viejo con problemas de vejiga. En este contexto, hacer un último trabajo criminal puede ser algo que complique las cosas y genere situaciones también graciosas. Él se vigoriza cuando vuelve a poner en juego esa adrenalina, y todo el potencial y trabajo que ya hizo en su vida lo tiene que usar ahora para resolver un último problema.