Sres. senadores y Sras. senadoras de la República Argentina:
El debate en torno de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo que como sociedad mantuvimos estos últimos tiempos nos ha enriquecido. De forma colectiva logramos construir nuevos sentidos alrededor de un tema que dejó de ser tabú para pasar a ocupar el centro de la opinión pública a lo largo y a lo ancho del país.
Fue entre todos y todas que decidimos comenzar a dejar de lado los viejos prejuicios y dogmas que durante años arrojaron a las mujeres y personas gestantes a la opresión de un silencio que las condena, hoy todavía convalidado desde el Estado. En este sentido, el debate nos liberó. Pudimos mostrar el carácter recurrente de una práctica que atraviesa a distintas clases sociales y que formó y forma parte de la trayectoria reproductiva de muchas generaciones.
Lo que construimos es algo sumamente necesario para desmontar los pilares sobre los cuales se sustenta un sistema de injusticia y exclusión que aún nos rige, pero no es suficiente. Este camino de transformaciones se debe sellar con la ley que rescate de la clandestinidad, el riesgo y la muerte a miles de mujeres y personas gestantes de los sectores más vulnerables de nuestra patria.
Senadores y senadoras, el transcurrir histórico de una Nación no es un proceso lineal ni mucho menos unificador. En la Argentina, a lo largo del tiempo, se sucedieron momentos que representaron quiebres definitorios para nuestro pueblo, momentos bisagra que dejaron atrás pasados sombríos y dolorosos y que dieron paso a futuros de mayor inclusión y equidad.
Lo hizo Hipólito Yrigoyen enfrentándose al régimen conservador e inaugurando un período de ampliación de derechos políticos, civiles y sociales que sería continuado, consolidado y desarrollado más tarde por enormes líderes como Juan Domingo Perón y Eva Perón.
Contra la falsa creencia y la romantización de un devenir sin confrontaciones ni miradas diferentes, la historia nos enseña que el avance en materia de igualdad se basa en la lucha incansable de un pueblo por la conquista de lo que es suyo, y gracias al coraje de los y las dirigentes políticos que logran cristalizar esas exigencias en derechos concretos.
No hay duda de que para los grandes dirigentes hubiese sido mucho más sencillo mirar para el costado y servir a intereses contrarios a los de las mayorías, pero fue porque trascendieron a lo inmediato impulsados por la búsqueda de justicia social que hoy sus nombres quedaron marcados para siempre en la historia que escribe el pueblo.
Senadores y Senadoras, estoy segura de que hay algo que nos enlaza a quienes tomamos el camino y el compromiso de la representación política: el profundo anhelo por trabajar en garantizar mayores condiciones de equidad y justicia para cada una de las personas que habita este país.
En unos días esas personas van a estar con los ojos puestos en ustedes, en cada una de sus bancas, y será el momento de que hagan valer la oportunidad histórica de honrar el reclamo largamente olvidado de millones de mujeres y personas gestantes.
Se lo deben a todas las que quedaron en el camino, a las que vieron comprometida su salud, a las que ponen el cuerpo en la calle y a las generaciones que van a venir.
Lo que comenzó es irreversible, no hay otro desenlace posible más que la conquista del derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Está en sus manos si es el 29 de diciembre de 2020 o si tienen que suceder aún más muertes evitables en manos de la clandestinidad y la desigualdad, pero el resultado es indefectible, y ustedes lo saben.
Desde esta humilde carta les quiero pedir que no se resignen a un transcurrir político gris de espaldas a la gente. Sean partícipes de la construcción colectiva de una Argentina más equitativa, libre y plena, que logre sanar las heridas del pasado y se encamine a un futuro que dignifique la vida de todas y de todos.
Entren a la historia por la puerta grande, Senadores y Senadoras, y acompañen con su voto lo que decidió el pueblo. Del otro lado espera una marea que no piensa dar ni un solo paso atrás.
QUE SEA LEY
* Diputada nacional por el Frente de Todes.