"A Jorge Giménez, el Colo Nina, seguro lo torturaron, le falta una falange de una mano y tiene varios dedos quebrados. A Poliyo Baralis no se le nota: le tiraron dos escopetazos de cerca, en la cabeza, de tan cerca que el taco le quedó en la herida. Después los desmembraron con una amoladora, con un disco de corte. Todo muy prolijo, pero muy salvaje", confiesa a Rosario/12 uno de los investigadores del brutal doble crimen de la zona sur que conmovió a la ciudad. Las víctimas fueron Jorge David Giménez, alias Colo Nina, 29 años, y Víctor Martín Baralis, de 44, conocido como Poliyo. Los investigadores tienen hasta el momento cuatro hipótesis: la primera es que el desenlace está atado a su pertenencia al barra de Newell 's, y algún negocio a partir de esa cercanía con un peso pesado, ya que se encontraron fotos en al menos un cumpleaños de Coto Medrano, asesinado hace poco tiempo en Granadero Baigorria. La segunda es el audio donde se lo escucha al líder narco preso, Brandon Bay, anunciar en setiembre que va a cortar a alguien "a la mexicana". La tercer hipótesis es que el doble crimen puede estar relacionado a la detención de otro peso pesado del tráfico de drogas:  Juan Domingo Argentino Ramírez. Hay una cuarta hipótesis que arrimó en las últimas horas una de las fuerzas que investiga y que señala un posible robo a una narco que gerencia la venta de estupefacientes en El Eucaliptal, en Villa Gobernador Gálvez y que habría provocado también otro doble asesinato en días posteriores a este crimen. 

"Hay distintas líneas investigación, un de las hipótesis es la relación de las dos víctimas con la barra de Newell's, dado que ambos eran muy cercanos con el Coto Medrano y su hermano con quien tienen fotos en un cumpleaños familiar. Hay varias fotografías en otros momentos, así que se descarta algo más que una amistad", aseguró el pesquisa. 

Otro de los puntos importantes es que la tarde anterior a la Navidad se allanó una vivienda de Funes, donde desde hacía cuatro meses se habían mudado El Colo y Poliyo. Los pesquisas llegaron al lugar junto al fiscal Patricio Saldutti y un perro que intentó detectar rastros de sangre. También se trabajó con luminol, pero la búsqueda no dio resultados. "La casa estaba toda revuelta, pero no había rastros de sangre. Sí se encontraron bandejitas para el consumo de cocaína, pero nada más. Los vecinos dicen que los vieron con vida el lunes a la tarde, y los cuerpos aparecieron desperdigados el martes a la mañana", reveló uno de los detectives a este diario.

La propiedad allanada está ubicada en el barrio Funes Norte, en la zona de avenida Elorza al fondo, pasando las vías del ferrocarril. Se trata de un complejo de varios dúplex, pero no es una vivienda ostentosa. No tiene parque ni pileta y pagaban según la inmobiliaria que se las alquiló, 17 mi pesos por mes. Antes de vivir allí, Colo y Poliyo habían vivido en la casa de la madre del primero en Cristalería, de donde era oriundo. Baralis era de Granadero Baigorria, y se había separado también al igual que su socio, quien tenía además un hijo pequeño. 

La segunda hipótesis es más conocida ya que se ventiló en una audiencia judicial un audio de Brandon Bay, un líder narco preso,  tras la detención de dos de sus hermanas . Alli hablaba de "cortar a la mexicana" a alguien. Bay está alojado en la cárcel de Coronda pero sigue gestionando el delito. Ese audio es de septiembre y nadie puede asegurar que se trate de este crimen. 

En rigor "las víctimas son de zona norte, de Cristalería y de Empalme Graneros y estaban viviendo hoy en Funes pero no no los tenemos cercanos a Brandon Bay, pero la barra de Newell's está relacionada a la zona sur y Medrano con la zona norte . La conexión no era imposible , por eso se investiga esa línea", confió la misma fuente. 

La tercer hipótesis es la "muy sospechosa detención de Juan Domingo Ramírez" según confesó un pesquisa, deslizando que podría haber relación con el doble crimen, con ese arresto. "Ramírez, vivía por la zona donde fue encontrado el primer contenedor con restos humanos y si esta gente tenía relación con narcotráfico la detención es muy cercana en el tiempo como para descartarlo de plano. Habría que avanzar y ver si estas dos víctimas no tuvieron relación con la detención. Esto no se descarta, porque un tipo tan pesado como Ramírez, en un lugar tan cercano al lugar del hecho, teniendo estas víctimas relación con el narcotráfico, ya que no eran sólo consumidores sino que ocupaban un lugar un poco más arriba de la cadena, pueden llegar a tener alguna relación". Por eso los investigadores apuestan a analizar los celulares de las víctimas para saber su última ubicación por las antenas de telefonía. 

De lo que están seguros los pesquisas es que los restos humanos fueron arrojados el mismo martes por la mañana en los contenedores. En los tres casos estaban bien arriba del contenedor y a pesar de que la Policía Científica revolvió los mismos para buscar pruebas no hallaron nada. 

A esta hora los detectives revisan en cámaras de seguridad de la zona sur para poder detectar si hay algún vehículo que cumple el recorrido con el que quedaron unidos cuatro puntos de la zona sur: calle Lituania y Arijón, Anchorena y pasaje Piraní, Anchorena y Castro Barros, mientras el torso de Baralis apareció abajo del puente de Sugarosa en Villa Gobernador Gálvez. La forma en que fueron distribuidos los restos dan cuenta de un territorio donde tienen preponderancia dos bandas: la de Ramírez y la de Los Gorditos que lidera Brandon Bay, dos desprendimientos de Los Monos. 

Sobre la forma en que fueron desmenbrados los cuerpos, los peritos que hicieron la autopsia coincidieron que el trabajo fue hecho con una amoladora y un disco de corte: "Hay rastros de quemaduras en la piel, por la velocidad de corte, que además se exhibe parejo, no buscaron las articulaciones para descuartizar sino que cortaron directo los huesos. Los cortes son lineales y no desgarrados. No fue ni con una sierra de carnicero, ni con una motosierra". 

Otro de los secretos es si fueron cortados aún con vida o luego de haberlos matado. "En el caso de Baralis tiene dos disparos de escopeta en el cráneo, y el cuerpo no tiene rastros de torturas. Pero en el caso de Giménez no se halló todavía el torso, así que no sabemos cómo murió. Lo que sí se nota es que le falta una falange de la mano y tiene varios dedos quebrados con lo cual sospechamos que fue torturado antes de morir. Los miembros y la cabeza no tienen disparos", reveló la fuente.  

De todos modos los detectives están confiados en llegar a encontrar el lugar del hecho: "La forma del corte con una amoladora deja muchos restos humanos, ya que a medida que va cortando tira sangre, restos de huesos y de tejido, y salvo que hayan puesto una  protección, quedan los rastros. Y podemos encontrar hasta sangre lavada".