Desde París. La campaña de vacunación con la formula elaborada por los laboratorios Pfizer-BioNTech comienza este domingo en Francia, casi al mismo tiempo de que, la víspera, se descubriera un primer caso de la variante SARS-CoV-2 que apareció en Gran Bretaña y el sábado otro en España. Esa variante sería entre 50 y 74 por ciento más contagiosa que la cepa en circulación. Un año después de que el Covid-19 apareciera en China casi toda la Unión Europea prepara una doble estrategia para esta semana: reconfinamiento duro y vacunaciones masivas. Con 25 millones de casos, el Viejo Continente es la primera región del mundo que superó este fin de semana el medio millón de muertos (1, 7 millones de muertos en el mundo). La vacuna de Pfizer-BioNTech llega con tantas esperanzas como interrogantes. Francia, Italia, Austria, Alemania, Gran Bretaña, Irlanda, Escocia, Dinamarca han adoptado hace unas semanas o en los últimos días medidas de restricción mucho más drásticas para frenar la expansión de una pandemia que se extiende sin que ninguna de las medidas implementadas hasta ahora haya dado los resultados esperados. La vacuna es una respuesta sobre la que se basan las estrategias futuras con dos opciones posibles: aguantar hasta el verano de 2021 o hasta finales del año entrante, cuando se completen las campañas de vacunaciones y se puedan observar con más precisión los resultados. En el caso concreto de Francia, recién a principios de enero (entre el 4 y el 7) se realizará un balance en torno a los indicadores sanitarios para saber si se prosigue con la línea de una recuperación progresiva de la actividad o si se “continúa en la situación actual, o incluso se aprietan más las tuercas” (Roland Lescure, portavoz del partido presidencial La República en Marcha). La sensación que predomina es la de un apretón suplementario a fin de paliar las consecuencias de la masiva circulación de las personas durante la Navidad. Se permitieron las reuniones, el desplazamiento entre regiones, se levantó el toque de queda, pero sólo en Navidad. El 31 de diciembre no habrá ninguna posibilidad de fiestas ni desplazamientos y el toque de queda estará vigente entre las 8 de la noche y las seis de la mañana.
Luego de que, el pasado lunes 21 de diciembre, la Agencia Europea de los medicamentos validara la vacuna Pfizer/BioNTech, las primeras dosis llegaron el jueves a Francia y el sábado empezaron a distribuirse en los hospitales. El domingo se inyectarán en los asilos de ancianos y los centros geriátricos de la localidad de Sevran (Departamento de Seine-Saint-Denis, afueras de París) y en Dijon (Bourgogne-Franche-Comté). Seine-Saint-Denis es el departamento donde se contabilizaron más muertos (1.500) y Bourgogne-Franche-Comté es una de las regiones donde el porcentaje de incidencia del virus ha sido el más elevado. La campaña de vacunación se extenderá recién a principios de enero a los 7.000 asilos de ancianos y geriátricos del país. Queda pendiente la posibilidad de que un paciente rehúse la vacuna. El personal de los geriátricos había exigido un “consentimiento por escrito” para protegerse ante cualquier acción penal. Sin embargo, esa opción fue rechazada por el Ejecutivo luego de consultar a varias instancias, entre ellas el CCNE, Comité consultativo nacional de Ética. El consentimiento escrito no figura en la hoja de ruta de la campaña. Los expertos calculan que “entre el 50 y 60 por ciento de las personas darán su consentimiento. Se suministrarán en primer lugar un millón de dosis en los asilos de ancianos y centros geriátricos. Es allí donde la pandemia causó más desolación.
Las tres fases
El 45 por ciento de las personas muertas se encontraban en asilo de ancianos o centros geriátricos, o sea, 27. 640 personas de un total de 60. 900 decesos. Esa población apenas constituye el 1, 5 por ciento de los 67 millones de habitantes de que cuenta Francia. La segunda fase de la vacunación estará dirigida a las personas que tienen más de 75 años y que residen solas, luego, a los otros seres humanos con edades comprendidas entre 65 y 74 años. La tercera etapa se concentrará en el resto de la población sensible, con una primera alternativa para quienes tienen entre 50 y 64 años.
El camión cargado con lo que ya se llama “el oro más valioso de la tierra” llegó con las vacunas proveniente de la planta Puurs que Pfizer-BioNTech poseen en Bélgica. Motos de la gendarmería escoltaron el vehículo refrigerante "thermal ship" con los 3. 900 frascos, lo que equivale a unas 19. 500 dosis iniciales, conservadas a menos 80 grados bajo cero. La escena era digna de una película de ciencia ficción: máscaras de vidrio XXL, guardapolvos blancos, guantes especiales, dispositivos electrónicos que conectaban los recipientes de las vacunas con el el sistema informático de Pfizer-BioNTech. Franck Huet, responsable de la plataforma a donde llegaron las vacunas, decía con esperanza y entusiasmo: «es un día histórico. Estamos pasando de la teoría a la práctica”. La práctica, los países de Occidente la llevaron a muy buen puerto. Las vacunas encargadas mediante precompras por Europa y Estados Unidos figuran en la cima de los 20 primeros compradores internacionales.