Su vocación lleva la marca en el orillo de sus dos abuelas. La materna era semianalfabeta, católica, "laburante y pobre, peronista y cristinista hasta la médula" y remó sola la crianza de su madre porque el padre estuvo ausente. La paterna era judía, filo radical, y "feminista en su mundo": su marido era el médico del pueblo y ella estudió kinesiología encerrada en el baño hasta que aprobó las primeras materias y blanqueó la situación para poder recibirse. Luana Volnovich, la titular del PAMI, llama "viejis" con cariño a los adultos mayores porque quiere eliminar el viejismo del vocabulario cotidiano (que no es otra cosa que el desprecio a los viejos en una sociedad que hace un culto a la juventud). A un año y monedas de haber asumido al frente de de la obra social más grande de América Latina, Volnovich ofreció a PáginaI12 una entrevista exclusiva para hablar de las luces y sombras de la gestión que encaró casi toda en pandemia. Habló de su orgullo por la vuelta de los medicamentos gratuitos, de la importante reducción de la deuda que dejó el macrismo, de los dos hospitales que puso en marcha el PAMI y de que gracias a las mil camas que agregaron, ningún adulto mayor se quedó sin internación por covid. Pero también es consciente de los enormes desafíos pendientes: reemplazar el Sistema Capitado que dejó el macrismo "para que conseguir un turno sea posible", lograr que las clínicas funcionen bien y que todos traten amablemente a los afiliados que van a atenderse.
--Cuando uno está por empezar un trabajo se imagina cómo va a ser. ¿Qué coincidió con la realidad y que la sorprendió?
--Yo iba a entrar a la obra social más grande de América Latina, donde hay muchos intereses económicos en juego. Sentía que si llegaba y no tomaba 7 millones de decisiones a la vez se iba a caer todo. No pasa eso, sino algo igualmente tremendo: la burocracia estatal tiene una inercia que hace que las cosas sigan, pero no bien. Cuando vos no conducís políticamente forzando esa inercia (que probablemente tiene ganadores y perdedores) las cosas siguen, pero mal. Y obviamente nunca me imaginé que iba a haber pandemia.
Volnovich dice que toma infinidad de decisiones por día, sobre temas muy diversos. Cuenta que pocos saben que hay una Convención sobre los Derechos de los Adultos Mayores porque la que se conoce es la que protege los derechos del niño. Y la obsesiona que se sepa.
--La pandemia se sumó al legado del macrismo. Ustedes empezaron rápidamente a denunciar lo que iban encontrando, como las bolsas de ostomía vencidas. A más de un año de gestión, ¿qué diría que hizo el macrismo con el PAMI?
--No se ocuparon de los jubilados. Hubo que luchar con este relato: "Esto se hace así hace veinte años" cada vez que querías cambiar algo. El PAMI es el principal financiador de la salud privada en la Argentina. Si vos no te sentás y sos duro y fuerte para defender los derechos de los afiliados más que tu carácter de financiador, la verdad es que ser financiador es muy fácil. Lo difícil es sentarse a negociar cuáles son las condiciones que el PAMI le pone al mercado, por llamarlo de alguna manera. Por eso, me sentí muy identificada con el discurso de Cristina en La Plata. En la cotidiana hay que tener mucha fortaleza para torcer una inercia de negocios que es muy desgastante porque supone animarse a decir que no cuando sentimos que algo va a en contra de nuestros intereses. El macrismo les decía que no a los jubilados, nosotros tratamos de decirles que no a los que en un año de pandemia intentan hacer negocios sin perder nada.
--¿Cuál es hoy la deuda económica del PAMI?
--A poco de asumir, pre-pandemia, yo te dije en una entrevista que era 19.000 millones de pesos. En un año de pandemia reestructuramos el 80 por ciento: hoy debemos 3.000 millones de pesos y en términos de déficit tenemos las cuentas equilibradas. Y no lo hicimos sacándoles cosas a la gente, sino ordenando las cuentas (porque abrimos dos hospitales enteros, centros de salud en todas partes y sumamos 1000 camas). Bajamos contratos de prestadores que no tenían agua caliente y tenían a los viejis desnudos en las habitaciones. Fue muy fuerte porque en plena pandemia nadie quería ser prestador de PAMI, pero logramos que nadie se quedara sin cama.
--Sé que uno de sus mayores orgullos es la vuelta de los medicamentos gratuitos. Pero hay jubilados que dicen que no todos son sin costo, que algunos tienen sólo descuento. ¿Podría despejar la duda?
--Es así: hay 170 principios activos que cuando vas a la farmacia se traducen en 3800 cajitas, marcas. Son los medicamentos esenciales gratuitos para todos los jubilados para las patologías más habituales prevalentes de los adultos mayores y los tenemos en el vademécum. Puede pasar que a alguien no se se cubra un producto porque no tiene una de las patologías más habituales o porque al médico se le ocurre darle una droga que no es la habitual para eso, porque a veces los médicos prescriben los que se les canta y estaría bueno que informen a los afiliados cuáles son los que están en el vademécum. Igual, los que no están tienen una cobertura altísima: 50, 60 y 80 por ciento. Dos millones de personas que consumen medicamentos se ahorran un promedio de 3.200 pesos por mes, el 20 por ciento de una jubilación mínima. Que hayamos podido cumplir la promesa de campaña del Presidente es uno de los orgullos más grandes.
--A los afiliados les sigue resultando muy difícil conseguir turnos ¿Son conscientes de la dificultad?
--Soy consciente. Y se combinan dos cosas: el Sistema Capitado que se instrumentó en 2017 y que está pensado para que el afiliado la pase mal se suma al hecho de que el sistema de salud se volcó a la covid, PAMI incluido. El Sistema Capitado está estructurado así: vos le das plata al prestador y él se autoregula. Por ejemplo, tiene margen para atender a 10 o 20 pacientes por mes y una vez que los cubre puede pasar al resto para el mes siguiente. Una prepaga habitual cobra por cada consulta del paciente. Vamos a empezar a cambiarlo a partir del primero de enero, porque no podés hacerlo de un tirón. Tenés que tener un buen sistema de auditorías, que destrozó el macrismo. Y vamos a modificar el sistema de médicos de cabecera. Hace dos semanas lanzamos el programa Chequeate en casa (ver aparte).
--Llegaron las primeras dosis de la Sputnik V. ¿Qué importancia tiene para PAMI teniendo en cuenta que los adultos mayores van a ser de los primeros en vacunarse?
--Enorme. Porque veo un escenario de mucho relajo, se va a venir tal vez una segunda ola y tener a toda nuestra población adulta mayor vacunada lo antes posible es vital. No es lo mismo para alguien que ya estuvo un año encerrado vacunarse en enero que en julio. Y si hay un rebrote te quedás tranquilo de que las personas que están en riesgo porque tienen tasas de mortalidad muy altas ya están vacunadas. El año que viene probablemente sea complejo, pero saber que mis viejos y todos los adultos mayores van a estar vacunados me permite encarar las dificultades de otro modo.