Julia Sebastián salió del agua de Lima 2019 y se levantó sus lentes de nadadora para confirmar la noticia: no sólo había ganado la serie de los 100 metros pecho, también era la dueña de un nuevo récord sudamericano y, lo más importante, tenía su plaza para los Juegos Olímpicos.
“No lo puedo creer, trabajé muy duro para estar acá. Mi entrenador me dijo 'tirate y entrá en la final', así que me mantuve adelante todo lo que pude, nadé lo mejor posible”, le describía entonces al periodista que la esperaba junto a la piscina.
Un año después de esa medalla de plata en los Juegos Panamericanos, pandemia mediante y con los Juegos Olímpicos de Tokio pospuestos para el 2021, completó su actuación en la Liga Internacional de Natación (ISL) como parte del equipo estadounidense Los Angeles Current, con dos nuevos récord sudamericanos y habiendo superado seis plusmarcas sudamericanas, y cuatro argentinas en una de las mejores performances de su carrera.
“El gran crecimiento que tuve en los últimos dos años no lo había reflejado en pileta corta; ahora me tocó subirme a un cubo y nadar en pileta corta y, si bien he bajado tiempos, sé que todavía la punta de la elite mundial está un poco más lejos”, explica, antes de dejar la ciudad húngara de Budapest. Desde allí, habló con Pibas con Pelotas para compartir el balance de un recorrido, que la encuentra en la recta final hacia esa consagración que parece cada vez más cerca.
--¿Cómo es competir en tiempos de pandemia?
--Estamos en una burbuja que funciona con protocolos de movimiento; no podemos salir del hotel más de una hora y media ni abandonar la isla en la que estamos, que se llama Isla Margarita. Es diferente a otras competencias pero resulta bien en el sentido de enfocar las energías en lo que es realmente el evento. Es una vida más tranquila, no hay paseos, no hay salidas, no podés conocer la ciudad ni nada pero te enfoca en el entrenamiento, como si estuviéramos haciendo un campus de entrenamiento con la oportunidad de competir al mejor nivel mundial. Este es el segundo año de la liga y tiene la intención de tratar de hacer un poco más profesional la natación, con un poco más de show y visibilización.
--La natación tiene mucho potencial en ese aspecto, en los Juegos Panamericanos fue una de las disciplinas más convocantes.
--Totalmente, y eventos como este están tratando de captar el interés de las personas que no entienden tanto de natación o que quieren ver un show. Pocas veces me tocó estar en un certamen así: con luces, humo, tu nombre en una pantalla gigante, que te anuncien, que te den un tiempo en la cámara, que puedas mostrarte. Los Pan Pacific, en Japón, habían prestado ese ambiente también para que suceda esto que está muy muy bueno y que creo que va a seguir creciendo.
--¿Por qué te radicaste en Brasil?
--Después de mi participación en los Juegos Olímpicos de Río 2016 quería seguir creciendo, y buscar un lugar que me proporcione las mejores condiciones y comodidades para tener una vida más profesional. La verdad que Brasil es de los pocos países donde la natación te ofrece un contrato y un salario mensual. Los clubes contratan a los nadadores, como si fuese fútbol, aunque obviamente los salarios son diferentes, pero te permite vivir de eso. Y el crecimiento que he tenido en los últimos cuatro años, fue por ese fogueo diario de estar con un equipo fuerte de entrenamiento.
--¿Cómo es tu rutina de entrenamiento?
--Dentro del agua son entre cinco mil y seis mil metros por turno, tres veces a la semana hago doble turno y tres veces hago un turno simple. Después tengo el gimnasio, también tres veces por semana y fisioterapia, que son ejercicios posturales. El club donde estoy me proporciona nutricionista, psicólogo y biomecánico, un montón de cosas que van suplementando la rutina.
--¿Tenés pensada alguna profesión después de la competencia?
--Es un tema recurrente en mi cabeza, algo que viene demorado en mi vida. Hice un año de Educación Física cuando tuve la oportunidad de poder estar representando a una universidad, en el año 2018, pero después me terminé cambiando de club, salí de esa universidad y dejé la carrera, que era presencial y con esa modalidad iba a ser muy difícil. A futuro no tengo planeado parar de nadar, pero no tengo nada muy planificado respecto a qué voy a hacer con el tiempo, cuando la natación no sea la prioridad en mi vida.
--¿Qué fue Río 2016 para vos?
--Fue un sueño cumplido, algo que realmente disfruté mucho. En su momento estaba en mi mejor nivel e hice mi mejor marca, pero no salió de una participación en una eliminatoria. Hoy, tal vez, con cuatro años más de experiencias y con otros objetivos, creo que me gustaría buscar otras cosas en un Juego Olímpico, no sólo estar y ver o disfrutar de todo lo que te proporciona una villa olímpica, como compartir momentos con otros atletas. Hoy los objetivos son más individuales, con más enfoque.
--¿Hay un objetivo para Tokio?
--Sí, la verdad que me gustaría tal vez una semifinal o una final olímpica.
* Lucrecia Alvarez, Sofía Martínez y Florencia Pereiro.