Cuando escuché a Los Beatles por primera vez, eran los años 90, o sea que Lennon llevaba muerto 10 años y los Beatles llevaban 20 años de separados. No solo escuché todos los discos de Los Beatles, si no que escuché cada uno de los discos de los miembros como solistas. Los discos de Ringo, George, Paul y además la obra acabada de Lennon con sus 7 álbumes.
Literalmente, enloquecí. En mi casa no se hablaba de otra cosa que no fueran Los Beatles. Mis padres estaban cansados ya y mi tía me decía: –A vos te gustan ahora porque sos adolescente… pero después se te va a pasar.
En ese momento yo tenía 15 años, tengo actualmente 43 y no se me pasó. Siempre estoy pendiente de cualquier noticia Beatles. Yo que toco la guitarra desde los 5 años, cuando Los Beatles llegaron a mi vida, supe que quería ser músico para siempre.
Y así fue.
Luego naturalmente llegaron otros: Charly García, Spinetta, Atahualpa Yupanqui, Gardel, Silvio Rodriguez, Litto Nebbia y muchos más, pero Los Beatles son el faro que siempre me iluminó.
La obra de ellos me revolucionó y cuando me puse al día con todos sus discos, solistas incluidos, me puse a la espera de: lo último de…
Y entonces McCartney editó en 1993 su disco Off the ground. Fui corriendo a comprarlo y lo escuché… y … lo adoré. Amé aquel disco. McCartney tenía por aquel entonces un cheque en blanco conmigo.
Luego salió otro… y otro… pero un día, dejé de sentir lo que sentía al principio. Recuerdo cuando y con qué disco me pasó eso.
Fue en 2005 con el album Chaos and Creation in the backyard. Todos se volvieron locos con ese disco, decían que era el mejor de McCartney en años… que había vuelto Paul (no se de dónde volvía, ni siquiera sabía que se había ido). Cuando escuché Chaos and creation in the backyard, me desilusioné
Me dije: "Este tema se parece a este otro… y este ya lo hizo con Los Beatles, y este es igual a este y a este… este tipo hace todo igual, es siempre lo mismo. O sea, este disco es más de lo mismo".
Acá viene la explicación: cuando escuché por primera vez a Los Beatles o a Paul McCartney, no solo que era chico si no que era la primera vez que los escuchaba. Me deslumbró todo… era todo nuevo para mí. Conforme fui conociendo y aprendiendo, en lo sucesivo, mi sorpresa ya no fue la misma.
O sea, les anticipaba el chiste. Se me volvió predecible, por lo tanto… aburrido. Claro, yo quería sentir lo mismo que sentí cuando los descubrí, como dice Discépolo en el tango Uno: “Si yo pudiera como ayer, querer sin presentir...”. Pero eso no es posible.
Sin embargo, claro, la gente que descubría a McCartney en 2005 se deslumbraba como yo antaño… El chiste le sigue funcionando, porque lo que es algo nuevo para otros, para mí era más de lo mismo.
Y ahí llegué: ¡¡¡Mas de lo mismo!!!
¿Quién pudiera?
Pero que tonto que soy. “Más de lo mismo” es lo mejor que puede pasar. Ahí está la respuesta. Ponete contento, me dije. Paul, aunque muchos insistan en lo contrario, ¡está vivo! e hizo un disco nuevo. Saludalo. Escuchalo. Disfrutalo. ¡Vivilo! ¡Que lo escuchen tus hijos! Que este disco te traiga la felicidad de escucharlo a él, vivo, cantando, que te conecte con tu historia, con tu pasado… con tus éxitos y tus fracasos, con tus amores, con tus pasiones, con tus amigos, con tu familia ¿Qué más querés?
En definitiva, como dice la última canción del disco Abbey Road, The End: “Al final, el amor que recibes es el mismo amor que das”, y nosotros tenemos que ser capaces de recibir con amor esta música.
Que Silvio Rodríguez, Charly García, Paul McCarney, Ringo, todos… ¡sigan haciendo “más de lo mismo” por mil años! Acá estoy con mis oídos preparados para recibir la guiñada de ojos y para fingir que tengo 15 años y que lo que estoy escuchado es una revolución, ¿por qué no?
Entonces sí, McCartney III es una maravilla, es un discazo… es Paul McCartney haciendo “más de lo mismo” ¡Bienvenido entonces!
Mis 15 años no vuelven… para Paul el tiempo también pasó. Nos vamos a morir, peor, se van a morir nuestros seres queridos. Pongamos la pata en el freno. Juguemos a que el tiempo no pasa. Soñemos que somos inmortales y que Paul estará siempre haciendo discos.
Te digo querido Paul: tu disco me hace bien porque es “más de lo mismo” y ese “más de lo mismo” es nada más ni nada menos que un disco que me da alegría.