La psicopolítica es, según explica el filósofo Byun Chul Han, la combinación de nuevas tecnologías que tienden a modelar las subjetividades contemporáneas.
En efecto, una serie de mecanismos se articulan desde los macro y micropoderes para en nombre de la libertad individual aumentar los niveles de dominación.
La sociedad del rendimiento apela a estimular los egos generando la falsa ilusión del éxito individual en medio del fracaso colectivo.
El capitalismo en su etapa neoliberal tiende a aniquilar las acciones colectivas.
Una de las tantas coartadas es publicitar que el uso masivo de las nuevas tecnologías aumenta la comunicación entre las personas aunque lo cierto es que en realidad potencian el aislamiento.
Lo que se multiplica no son intercambios comunicativos sino conexiones entre seres atomizados.
Lo que se incrementa es la autoexplotación de las personas en la medida en que se achica o simplemente se anula la distancia entre el espacio de trabajo y el de descanso.
La sociedad de la psicopolítica es también la de la opacidad con ilusión de transparencia, la de un creciente control social que también manipula y condiciona el esparcimiento.
Velocidad y rendimiento, metas del capitalismo contemporáneo que contaminan nuestras vidas cada día.
Debemos articular las luchas para enfrentar los desafíos que nos plantea el complejo presente de miserias múltiples.
Carlos A. Solero