Producción: Florencia Barragan
Fomentar las exportaciones
Por Juan Marcos París *
Dada la coyuntura macroeconómica argentina, es momento de activar las exportaciones para que jueguen un rol importante en la reactivación que se espera de la economía en 2021. Este año probablemente cierre con una caída del PBI de 12 por ciento, y se prevé para 2021 una reactivación económica de entre 4 y 8 por ciento. Adicionalmente a la cuestión del crecimiento del PBI, Argentina debe generar divisas para enfrentar fuertes compromisos en moneda extranjera, que solo pueden generarse de manera genuina a través de las exportaciones de bienes y servicios.
A octubre 2020, el sector externo revela los siguientes datos. El intercambio comercial argentino ascendió a 8.499 millones de dólares (-8,6 por ciento), correspondiendo 4.385 millones a exportaciones (-25.6 por ciento) y 4.114 millones a importaciones (+20.7 por ciento). Como vemos las exportaciones han caído estrepitosamente respecto al mismo período del año pasado, debido principalmente a la negativa de exportadores del sector primario a liquidar sus exportaciones. Lejos de criticar esta actitud prefiero comprenderlos si tenemos en cuenta el valor dólar que reciben por sus productos. El problema cambiario argentino afecta muchas aristas de la economía, entre ellas al sector externo.
Por lo tanto, estos temas requieren tratamiento y discusiones entre el gobierno y los exportadores, para poder ponerse de acuerdo y generar un bien común. La sorpresiva e inesperada irrupción de la covid-19 también ha deteriorado las relaciones comerciales de las naciones; y ha dañado la situación interna de la mayoría de los países.
Si bien la coyuntura es complicada y la necesidad de incrementar las exportaciones es real, propongo 10 guías:
1) Seguir penetrando los mercados a los que actualmente exportamos (China, Brasil, Estados Unidos y Unión Europea, básicamente). Agregar valor a nuestros productos y sumar empresas exportadoras a las ya existentes en esos países. Que las grandes empresas sirvan de locomotora de las más pequeñas.
2) Profundizar las relaciones comerciales con nuestros vecinos bolivianos, uruguayos, chilenos, paraguayos y peruanos, que por cuestiones geográficas y culturales son mercados de fácil acceso.
3) Mejorar la rentabilidad de los exportadores a través del cobro de menores impuestos o a través de la implementación de reintegros a la exportación. Esto requiere una negociación seria y con compromisos por parte del Estado y los exportadores.
4) Abrir nuevos nichos y mercados asistiendo a ferias comerciales para dar a conocer los productos argentinos al mundo.
5) Capacitar desde el Estado en temas de exportación a pymes argentinas. Ayudarlos en el proceso de salida al mundo.
6) La generación de confianza es esencial para que se desarrolle la economía, tanto en el plano interno como en el externo. Esto implica estabilidad económica, eliminación de la brecha cambiaria a su mínima expresión, funcionarios capacitados y un tipo de cambio que satisfaga a varios sectores.
7) Profundizar la inserción de las economías regionales en el comercio exterior.
8) Desarrollar una actitud práctica “no ideologizada” en las relaciones económicas con el resto del mundo.
9) Optimizar la utilización de las representaciones argentinas en el exterior (consulados, embajadas y centros de promoción cultural y comercial). Se requiere presencia y gestión en los mercados que deseemos abrir.
10) Reducción de la tasa de interés para empresas exportadoras.
Estabilizar la macroeconomía sigue siendo un tema pendiente. Sin duda un clima de incertidumbre cambiaria y económica, y la presión impositiva no favorece un buen clima exportador. Difícilmente se va a superar este enorme desafío sin introducir reformas que requerirán acuerdos entre las elites de la política y el mundo empresarial, sin que perjudiquen a la gente de a pie. A nadie beneficia un enfrentamiento Estado versus empresarios. Los argentinos debemos re-aprender a generar excedentes en moneda extranjera y utilizarlos de modo inteligente, en vistas a perpetuar el crecimiento de la economía y el desarrollo inclusivo.
* Lic. En Economía (Universidad Nacional de Mar del Plata). Magister en Globalización, Comercio Internacional y Mercados Emergentes (Universitat de Barcelona).
Perspectivas del comercio
Por Federico Vaccarezza **
El comercio mundial atraviesa una contracción histórica. Según los últimos datos difundidos por la Organización Mundial del Comercio (OMC) el volumen de venta mundial de mercancías en los primeros tres trimestres del 2020 se redujo 8,2 por ciento en comparación con el mismo período del año anterior. Aunque esta caída es menor que la del 9,2 por ciento proyectada anteriormente por la OMC para todo el año, el crecimiento para el final del año dependerá de la capacidad de contención de un nuevo rebrote de la covid-19 en el cuarto trimestre.
Según datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), los casos de coronavirus han crecido en todo el mundo desde septiembre, particularmente en Europa, que representa más del 35 por ciento del comercio mundial de mercancías. Los valores preliminares del comercio de mercancías también indican un crecimiento más lento en octubre en comparación con septiembre.
Aunque hay una leve mejoría entre el segundo y el tercer trimestre del año, en términos interanuales las exportaciones mundiales del tercer trimestre se redujeron en América del Norte (-9,0 por ciento), Europa (-5,4), América del Sur y Central (-3,4) y Otras regiones (-11,4 por ciento). La única excepción fue Asia (+0,4 por ciento), donde las exportaciones regionales superaron ligeramente su nivel en el mismo período hace un año. En pocas palabras, aún con la mejora del tercer trimestre, lo que va del año esta sustancialmente por debajo de los niveles de 2019.
En Argentina, la situación es aún más compleja. Según el último informe del Indec correspondiente al mes de noviembre, el acumulado interanual para los primeros once meses del año muestra que las exportaciones disminuyeron 14,6 por ciento, desde 59.741 millones de dólares en 2019 a 50.996 millones de dólares, las importaciones cayeron 16,3 por ciento desde 45.992 a 38.499 millones de dólares y el superávit comercial se contrajo 9,1 por ciento, pasando desde 13.749 a 12.497 millones de dólares, o sea 1.252 millones de dólares menos que el mismo periodo acumulado del 2019. De hecho, el mes de noviembre deja un superávit de 271 millones de dólares, el más bajo de todo el año. Al mismo tiempo, las regiones en las que más cayeron las exportaciones argentinas en el acumulado de los primeros once meses son el Mercosur 24,7 por ciento; América del Norte 22,8; Unión Europea 22; y China 20,9 por ciento. Es decir, los principales socios comerciales de la Argentina.
Para el gobierno, la contracción del superávit comercial es una preocupación la cual se agrava por la caída anual de alrededor de 3.700 millones de dólares (-15 por ciento) en las liquidaciones de exportaciones. Diciembre es históricamente el mes con menores liquidaciones, por lo que, según las estimaciones del Banco Central, podría cerrar con alrededor de 1.000 millones de dólares, mayoritariamente remanente del agro negocio. Frente a esta situación el gobierno puso en marcha una estrategia con el fin de contener la situación mediante medidas como la licitación de bonos para contener al precio del dólar, el estímulo a las mineras para que liquiden mediante una suscripción de letras a dólar linked, la quita de los derechos de exportación a los servicios, que se suma a la quita de octubre de los bienes industriales y como resultado, en lo que va de diciembre, el Banco Central acumula un aumento de las reservas de 600 millones de dólares y un dólar calmo en el mes que es tradicionalmente el más conflictivo del año.
El inicio del próximo año plantearía un escenario con mejor perspectiva. Por empezar, los productores agropecuarios poseen acumulados en sus silos de alrededor de 13 millones de toneladas de la cosecha de soja 2019/20, y con una mejora sostenida de los precios internacionales si las variables macroeconómicas mantienen este nivel de estabilidad y la brecha con el dólar oficial se sigue acotando, se podrían generar exportaciones que aumentarían considerablemente el ingreso de divisas en los primeros meses.
El comercio exterior es estratégico para la estabilidad macroeconómica del país y su evolución está vinculada a la situación sanitaria global. Una mejora de la coyuntura en la primera parte del año próximo le permitiría al gobierno pensar en las cuestiones domésticas más estructurales y las políticas de mediano plazo, con el fin de estimular una mayor participación de la economía argentina en el comercio internacional y eventualmente, podría sentar las bases de un periodo de estabilidad y crecimiento.
** Magister en Relaciones Comerciales Internacionales (UNTreF); Profesor de la Licenciatura en Economía UNDAV.