Trabajar sobre lo construido, ladrillo sobre ladrillo, pero con un “paradigma filosófico” diferente. La fórmula del ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, Jorge Ferraresi, para producir 264 mil soluciones habitacionales en los próximos tres años, contiene esos dos componentes: profundizar la idea del acceso a una vivienda digna como derecho humano, pero con otra impronta; por ejemplo, erradicar el concepto de vivienda social. “En los dormitorios de estas viviendas no entra un placard, por el pasillo no pasa una silla de ruedas, no hay espacio para guardar el auto o tener una parrilla. Queremos cambiar eso. Todas tienen que ser iguales, con las mismas dimensiones y posibilidad de crecimiento”, asegura Ferraresi a PáginaI12, como síntesis del flamante espíritu de la cartera que dirige desde hace poco más de un mes.
Si el 2020 fue el año de la edificación del primer ministerio de Hábitat de la historia argentina, en 2021 el Gobierno propone incorporar al área nuevas características y una mayor celeridad en la ejecución de sus programas. El objetivo tiene una partida doble: avanzar en un plan integral que ataque a un déficit habitacional que se estima en 4 millones de viviendas, y al mismo tiempo, asumir el rol protagónico que el presidente Alberto Fernández espera que ocupe en la recuperación económica y generación de empleo. Para alcanzar la ambiciosa meta, Ferraresi propone un ambicioso programa denominado “Casa Propia – Construir Futuro" que engloba un conjunto de medidas como el diseño de una segunda versión del Procrear bajo nuevos lineamientos. “Casa Propia va a ser la marca de un tiempo donde van a haber viviendas como nunca hubo en Argentina”, asegura con optimismo el ministro.
Programa Federal de Viviendas
El plan trienal prevé la construcción de 220 mil unidades habitacionales a través de la línea Desarrollos Urbanísticos de Procrear, del Fondo Nacional de la Vivienda (FONAVI), del Programa Provincias y Municipios, y del programa Reconstrucción Argentina. Asimismo, proyecta generar 20 mil lotes con servicios para aquellas familias que no cuentan con un terreno, y brindar 24 mil créditos para construcción ya sea en lotes Procrear, municipales o propios de los adjudicatarios. “Estas líneas de acción terminan redondeando un total de 264 mil soluciones habitacionales para todo el territorio argentino”, detallan desde el ministerio de Desarrollo y Hábitat.
En la nueva estrategia, gobernadores e intendentes ocupan un rol central a la hora de apuntalar las prioridades de cada una de las jurisdicciones. Son los responsables de direccionar las características, diseños y elección de los materiales que se utilizarán en las construcciones en base a la idiosincrasia de su hábitat. Además, la planificación toma en cuenta la perspectiva de género, el desarrollo de los lugares del cuidado y plazas para que los chicos y chicas practiquen actividades al aire libre.
“En términos concretos, se van a construir 75 mil viviendas por año con la premisa de que todo argentino tiene derecho a una vivienda. Y en función de eso, vamos ordenar la situación de los inquilinos, de quienes tienen un salario que no llega a pagar un crédito bancario, pero que sí puede afrontar algún tipo de cuota”, resume Ferraresi.
Procrear II
En las próximas semanas se pondrá en funcionamiento una reversión del Plan Procrear, creado en la segunda presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, discontinuado durante el gobierno de Mauricio Macri y relanzado en la gestión de Alberto Fernández. Tras la puesta en marcha que dejó la ex ministra María Eugenia Bielsa, en esta etapa el objetivo es brindarle continuidad en el marco de una nueva modalidad.
Uno de los aspectos más novedosos consiste en que todas las viviendas se pagarán a través de un sistema de recuperación. Habrá una articulación entre los bancos y la ANSES para suministrar un código de descuento directo que permita cobrar un porcentaje de las cuotas del plan directamente de los ingresos de los beneficiarios. En ese sentido, Ferraresi aclara que “Procrear tiene que ver con un sistema de recupero solidario y no con un sistema financiero”, y que a partir de la creación de ese fondo “todos van a pagar de acuerdo a sus posibilidades”. El esquema apunta a que no haya condiciones económicas para acceder a un crédito, sino condiciones para poder devolverlo en función de un programa solidario. “Las personas saben que tienen que hacer un esfuerzo porque nada se regala. Hay que recuperar lo que se invierte financieramente”, asegura el exintedente de Avellaneda, que proyecta un crecimiento exponencial de los recursos que permita sustentar el crecimiento de la construcción de viviendas.
Bajo esa línea, el Gobierno considera clave lograr mecanismos de financiamiento que complementen la inversión pública. Frente a una ANSES que no está en condiciones de contribuir con recursos, hoy el único aportante es el Tesoro Nacional. De ahí, la importancia que Ferraresi le atribuye a confeccionar un mercado de capitales que aporte al programa: “Estamos trabajando con los bancos y la Comisión Nacional de Valores para generar instrumentos que nos otorguen recursos bajo el concepto de que la vivienda es un derecho y un disparador de recuperación de puestos de trabajo. Lo que no puede volver a pasar es que la vivienda sea en función del sistema financiero”.
El programa “Casa Propia – Construir Futuro" también pone el foco en las zonificaciones y en convertir la tierra rural en tierra urbana. “El Estado va a ceder terrenos. Tenemos que generar la planificación de cada uno de los territorios, fundamentalmente el segundo y tercer cordón del conurbano bonaerense donde hay que constituir suelo urbano”. Avanza el Plan Ferraresi. Una etapa que propone cambios sobre lo edificado, pero que rescata un hilo conductor que se mantiene constante desde el inicio de la gestión de Alberto Fernández: “La modificación sustancial es que dejamos de pagar intereses de la deuda para saldar esta deuda interna que tenemos los argentinos que es el hábitat como un derecho”.