A la hora de los balances, los económicos son ineludibles. Obviamente, también atravesados por la pandemia pero con una dinámica propia que les da sus particularidades. En 2019 las finanzas municipales de Rosario no venían bien y así pasaron al nuevo gobierno encabezado por el intendente Pablo Javkin. Pero una buena sintonía con nación y provincia, la reprogramación de pagos, la reducción drástica del déficit y hasta una inédita colocación de letras en el mercado de capital, le permitieron a la administración local pagar los sueldos, atender los recursos extra que demandó la salud pública y mantener los servicios esenciales. Lo cual no es poco, teniendo en cuenta las alternativas del año. “Hicimos bien los deberes en silencio”, dice a Rosario/12 Diego Gómez, secretario de Hacienda de la municipalidad, que además de la coyuntura también analizó el largo plazo y la crisis estructural que hace que Rosario y su región en un futuro demanden muchos más recursos para su infraestructura social y productiva.
El Concejo Municipal aprobó hace apenas unos días el presupuesto municipal para 2021. El proyecto de por sí tiene elementos distintivos y para analizar. “Nosotros mandamos un presupuesto de unos 45 mil millones de pesos y planteamos un déficit de 876 millones de pesos que implica una reducción muy importante con respecto al presupuesto anterior en el que estábamos por encima de los 1700 millones de pesos”, empezó diciendo Gómez, y agregó: “Vamos a ir logrando esa reducción drástica del déficit en base a un presupuesto austero y equilibrado, y también apuntamos a una mejora en los recursos del municipio. Entendemos que va a haber más actividad en el año 2021 y también es producto de las reprogramaciones de las deudas de corto plazo que hemos ido logrando”.
Consultado sobre las gestiones más importantes para lograr equilibrar los números, el secretario de Hacienda destacó que “hubo dos puntos muy importantes en toda esta tarea del 2020. Reprogramamos deuda con proveedores privados que se nos venían fuertemente en el primer semestre y después logramos reprogramar deuda con la provincia que nos caía fuertemente en el segundo semestre. Esas reprogramaciones nos dieron un poco más de oxígeno”. Y aseguró que “en 2020 tuvimos por un lado la caída del 40% en los recursos propios producto de la pandemia y en diciembre pasado empezamos con un déficit importante en la municipalidad. Hay que recordar que el punto de inicio fue realmente conflictivo. Si no lográbamos reprogramar esos vencimientos de corto plazo, realmente estábamos ante un panorama desolador”.
Pero más allá de las reprogramaciones de deuda que fueron clave, “nos manejamos muy austeramente y se pagaron los sueldos en tiempo y en forma y se prestaron los servicios básicos en forma normal. La excepción fue el transporte que depende ya de variables que tienen que ver también con nación y provincia, no sólo del municipio”, explicó Gómez.
Además, el Concejo Municipal “nos aprobó la emisión de letras hasta el 2% de los recursos de libre disponibilidad y pudimos emitir una letra y colocarla en el mercado de capitales. Así colocamos 500 millones de pesos en dos emisiones. Para eso necesitamos la autorización del gobierno provincial y el trámite de responsabilidad fiscal ante la nación que es aprobado por el Ministerio del Interior, el Ministerio de Economía y el Banco Central y además tuvimos que hacer la calificación ante las calificadoras internacionales”.
-Esta emisión de letras de la Municipalidad, no tiene muchos antecedentes en la historia reciente, ¿verdad?
-Es la primera vez en 30 años, fue absolutamente novedoso y tuvimos muy buena respuesta del mercado de capitales que reaccionó muy bien. Los compradores fueron pymes de la zona, bancos, compañías se seguro; así que fue una experiencia muy buena. En cuanto a la calificación, Rosario quedó en un segundo segmento detrás de las provincias mejor calificadas del país.
En cuanto a las proyecciones, Gómez apuntó: "Estamos viendo una recuperación muy modesta del Drei (Derecho de Registro e Inspección) que mide directamente el índice de actividad económica en la ciudad. Ese tributo se empezó a recuperar en Rosario a partir de julio pero aún no podemos decir que es una tendencia. Lo que sí para el 2021 todas las consultoras y los indicadores oficiales marcan que la economía va a tener un rebote, pero va a ser un rebote tensional porque va a mover precios y costos. Nosotros estamos en el escalón más chico porque somos el tercer nivel de gobierno, entonces no podemos incidir sobre esas variables y la inflación nos afecta fuertemente”.
También el secretario de Hacienda municipal ve una recuperación “moderada con toda la región, pero sin duda no alcanzará para solucionar los problemas estructurales que tenemos. Con la Tasa General de Inmuebles (TGI) el intendente (Pablo Javkin) decidió un ajuste que está por debajo de la inflación y hay que recordar que nosotros la tocamos a la TGI al principio y después se mantuvo congelada todo el año por el tema de la pandemia”, señaló.
El funcionario es moderadamente optimista respecto a la coyuntura que se viene pero no deja de advertir que “la problemática que tiene Rosario y el Gran Rosario con 1,5 millones de habitantes, con el grado de indigencia y de pobreza creo que atropellan estas viejas relaciones fiscales de coparticipación, las tensiona y las pone en juicio. El grado de inversión en estructura básica y social que necesita Rosario es muy importante y necesita de algún grado de tratamiento especial”, concluyó.