La nueva ola de contagios por covid ha parado otra vez en Europa las actividades deportivas amateurs. Piletas, canchas y gimnasios se han cerrado nuevamente hasta por lo menos mediados de enero, pero se exceptúa de este cierre a la actividad futbolística de las Ligas mayores, y a los muy escasos deportistas profesionales de ciertas disciplinas como la natación y el atletismo, que apenas representan menos del uno por mil de los practicantes, quienes pueden seguir su preparación mediante muy curiosos protocolos.
Del futuro del deporte masivo se sabe poco. Se encuentra en el limbo del llamado "ocio", junto a la cultura, el turismo y la gastronomía, entre otras actividades de las que nadie aún parece conocer, cómo y cuándo, podrán salir adelante.
A pesar de las muy diversas y contradictorias campañas mediáticas, se sabe que la práctica deportiva es una de las actividades que menos contagios produjo. Diversas fuentes la estiman en menos del 1%, sin embargo, como ya informé en otras notas, hay países que han tenido los pubs más tiempo abiertos, que las escuelas y las instalaciones deportivas.
Entre los pocos que hoy entrenan surgen, paradójicamente, situaciones lindantes con la mala praxis o lo peligroso. Por ejemplo, aquí en Alemania, un entrenador de natación de muy escasos y rudimentarios conocimientos trabajó durante ocho años con niños y adolescentes en clubes deportivos, y desde hace tres años con la Federación de Discapacitados, sin título habilitante.
Denunciada y descubierta la mentira, la Federación no tomó medida alguna, salvo el no renovar su contrato en el futuro, dado que urgía seguir entrenando como sea para Tokyo 2021, y algunos de los deportistas y sus padres aprobaban su estilo simpático y desprejuiciado, más allá de los riesgos para la salud de los atletas que implicaba su ignorancia.
Jaqueado entre los que no saben y los que no quieren, son estas horas muy difíciles para el deporte amateur mundial, que engañosamente pareciera seguir casi incólume en las noticias, gracias a los logros de unos pocos, como si nada estuviera pasando.
La realidad es que su propósito fundamental, como decisivo agente de salud y cohesión social está universalmente amenazado.
* Ex Director Nacional de Deportes.