Desde Roma
El “Vax day”, el 27 de diciembre, el día que comenzaron las vacunaciones anticovid en Italia y buena parte de los países europeos, pasará a la historia de Europa como una de las jornadas más significativas de las últimas décadas, al menos desde la Segunda Guerra Mundial. Porque si bien no hubo tiroteos, ni bombardeos, ni destrucción material de ciudades enteras, como las hubo en aquel momento, el coronavirus actuó (y actuará todavía) como una bomba silenciosa, como un agresivo enemigo, que hasta ahora se llevó la vida de al menos 1,7 millones de personas en el mundo, poco más de 430.000 de ellos en el Viejo Continente.
Pero que hayan empezado las vacunaciones, como han subrayado numerosos expertos, no significa que el virus haya sido derrotado. Sobre todo ahora, que se habla insistentemente de nuevas cepas diferentes nacidas en otros países como Sudáfrica y Gran Bretaña. Al parecer, la que se desarrolló en Inglaterra sería mucho más contagiosa que las cepas de la covid- 19 conocidas hasta ahora, aunque no más peligrosa. Y si bien la vacunación abre una puerta hacia la esperanza, no está dicho que no pueda producirse una tercera ola de contagios a causa de la nueva cepa pese a que Italia, como otros países europeos, bloqueó los vuelos provenientes de Gran Bretaña para evitar la difusión del virus. Así y todo, ya fueron detectados algunos casos de la nueva cepa del virus en distintas ciudades italianas, de gente proveniente de Inglaterra precisamente.
El comienzo de la vacunación “es una luz después de una larga noche” comentó el Comisario Extraordinario para afrontar la pandemia en Italia de la covid19, Domenico Arcuri, que sin embargo, subrayó en declaraciones a la prensa italiana: ”Cuanto más se baje el nivel de responsabilidad en cuanto a la protección de los ciudadanos, mayor será el riesgo de una nueva ola de contagios. Se requerirá todavía mucho tiempo para controlar el virus. Se requiere responsabilidad y paciencia”. Según Arcuri, el final de la noche llegará cuando se haya vacunado al 70 u 80 por ciento de la población, cosa que se espera recién para el otoño italiano (es decir a partir de septiembre del 2021).
En Italia, en menos de un año desde que China difundió la existencia de la covid-19 el 31 de diciembre, se han producido más de dos millones de casos y casi 72.000 muertos. En noviembre comenzó la parte más agresiva de la segunda ola de contagios que se desencadenó a partir de octubre, llegando el 13 de noviembre a más de 40.000 nuevos casos en un día. Desde ese momento, según datos oficiales, los nuevos contagios comenzaron a descender lentamente llegando al 26 de diciembre a 10.400 casos en 24 horas. Pero la llegada de la nueva cepa del coronavirus podría abrir las puertas a una tercera ola, según temen los expertos, especialmente si no se siguen respetando las medidas de protección como distancias, barbijos y el respeto de las rígidas normas impuestas por el gobierno para la celebraciones de las fiestas de este fin de año.
Las primeras dosis ( 9.750 para Italia) de la vacuna Pfizer-Biontech -que también fueron entregadas a los demás países europeos para al “V day” y que habían sido encargadas por la Comisión Europea- llegaron directamente desde Bélgica, donde fueron elaboradas, al Hospital Spallanzani de Roma. Las dosis habían llegado el 26 a Italia pero también a Austria, Bulgaria, Francia, Portugal, España, para que pudieran comenzar a vacunar el 27. Un poco antes llegaron a Alemania, Hungría y Eslovaquia. Las vacunaciones deberían comenzar el 28 de diciembre en Bélgica y Luxemburgo y después del 8 de enero en Holanda. También han recibido las vacunas Suecia y Noruega y Dinamarca. El 8 de enero, además, el EMA (Agencia Europea de las Medicinas) podría dar su acuerdo para la difusión de la vacuna desarrollada por la estadounidense Moderna, lo que podría aumentar la cantidad de dosis disponibles en el mundo.
En Italia será el ejército quien se encargará de distribuir las primeras vacunas en las distintas regiones. A partir del 28 de diciembre llegarán entre 450.000 y 470.000 dosis cada semana, que serán distribuidas directamente por la casa farmacéutica Pfizer en los 294 puntos de vacunación creados por los gobiernos regionales. La idea es vacunar antes que nada a todo el personal sanitario de los hospitales y al personal y personas alojadas en las Residencias para ancianos, muy difundidas en todo el país y que han sido graves centro de difusión en estos meses. Los ancianos en general están entre los primeros candidatos a ser vacunados.
En el primer trimestre se calcula, que deberían llegar a Italia más de 28 millones de dosis de distintos laboratorios, lo que serviría para vacunar tal vez a menos de la mitad de los 60 millones de habitantes (ya que algunas vacunas requieren dos dosis), 14 millones de los cuales tienen más de 65 años de edad.
El 27 de diciembre fueron inyectadas en Roma las primeras dosis de la vacuna de Pfizer, a cinco colaboradores del Hospital de Enfermedades Infecciosas Spallanzani, una investigadora, dos médicas, una enfermera y un trabajador sanitario. La investigadora María Rosaria Capobianchi, directora del Laboratorio de Virología del Spallanzani -que participó en el diagnóstico del primer caso de covid detectado en Italia-, declaró a la prensa después de haber sido vacunada: “Me siento muy bien. Tenemos que confiar en la ciencia. Me ofrecí para ser vacunada y fui seleccionada como un símbolo, como para decir a la gente que hay que confiar y creer en la ciencia. Porque las elecciones realizadas son tomadas en base a serias evaluaciones científicas”.
La enfermera Claudia Alivernini, dijo por su parte: “Esta mañana me vacuné, con mucho orgullo . Es un pequeño gesto pero fundamental. He comprendido, porque he estado muy cerca, cuan difícil es combatir este virus. La ciencia y la medicina son las únicas cosas que, junto a la responsabilidad, nos hará salir de esta pandemia. Lo digo de corazón: vacunémonos todos”.
El pedido de la enfermera a la gente viene a colación porque numerosos colegas suyos o gente que trabaja en hospitales y centros para ancianos, rechazan la vacuna, plegándose al escepticismo de los “No Vacs”, un movimiento que existe en varios países de Europa y que cuestiona sobre todo las vacunas que se usan para los niños.
Durante la jornada del 27 de diciembre se vacunaron en Roma además cerca de 130 personas, todos trabajadores de la salud que se ocuparán de los centros de vacunación que abrirán próximamente en todo el país. “Es una jornada que esperábamos desde hace tiempo -declaró el Ministro de Salud, Roberto Speranza. - Llega la luz pero es necesario resistir todavía algunos meses. Sirve el respeto de las reglas”.