El secretario de Salud Pública municipal, Leonardo Caruana, detalló a Rosario/12 que en esta primera etapa de vacunación se planificó comenzar en efectores públicos que cuentan con áreas críticas y de laboratorio, que son las que trabajan diariamente en contacto con el virus. En ese sentido, además de los hospitales provinciales, desde el municipio se seleccionaron, inicialmente, tres efectores locales que servirán como primera experiencia. 

Por un lado, se eligió al Cemar dado que su laboratorio procesa diariamente las muestras de los hisopados, además de que allí funciona el centro de operaciones del SIES. Al mismo tiempo, se realizará en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez y en el Hospital de Niños Víctor J. Vilela ya que cuentan con unidades de terapia intensiva. En estos tres lugares se irá priorizando a los trabajadores cuyo riesgo de contagio sea más alto para ir avanzando progresivamente con el resto a medida que vayan llegando más dosis. 

Según el funcionario municipal, el desafío a corto plazo es pensar la manera en que la vacuna pueda llegar a toda la población para lograr la tan ansiada inmunización colectiva -la cual estima que podría llegar antes del otoño-. Para eso, consideró fundamental que el Estado municipal despliegue toda la infraestructura con la que cuenta el sistema de salud pública, "combinando esfuerzos para llegar a todos" . 

En ese sentido, Caruana destacó la importancia de contar con un sistema descentralizado a partir de los centros de salud que funcionan en los barrios, los cuales tienen individualizados a todos los pacientes de riesgo que tendrán prioridad de vacunarse en una próxima etapa. Además, aseguró que la Municipalidad se está preparando para todos los escenarios posibles pero aclaró que "la salud es un proceso colectivo que necesita del compromiso de la comunidad en general".