En medio de la nueva escalada de contagios de covid-19 en Brasil, el gobierno de ese país confirmó que el vicepresidente Hamilton Mourao tiene coronavirus. De esta manera, el hombre de 67 años se suma a la larga lista de funcionarios que contrajeron el virus minimizado por la administración de Jair Bolsonaro, desde el inicio de la pandemia.
La confirmación del test positivo de Mourao fue hecha por sus propios voceros, que sin embargo no dieron detalles sobre su estado de salud. Sólo se dijo que “permanecerá en aislamiento en la residencia oficial de Jaburu".
Lo cierto es que, por su edad, el vicepresidente es parte del grupo de riesgo de personas que deben ser monitoreadas continuamente, debido a que su estado de salud podría agravarse ante la dureza con que el virus golpea a esa franja etaria.
La noticia desató las alertas en el Palacio de Planalto ante la posibilidad de que, por la cercanía del vice con secretarios y ministros del gabinete, se desate una nueva andanada de contagios que podría llegar al propio Bolsonaro, quien junto con la primera dama, Michelle Bolsonaro, estuvo infectado en julio pasado.
Hasta el momento, todos los funcionarios contagiados en los últimos meses se recuperaron tras padecer síntomas leves. No obstante, la vigilancia sanitaria del vicepresidente reviste otra relevancia porque es el encargado de reemplazar al presidente en caso de muerte o renuncia.
Mourao es un general retirado que cultiva una imagen más moderada que la del jefe de Estado ultraderechista. Esta será la segunda vez que se aísla. En mayo, él y su esposa estuvieron cuatro días encerrados en Jaburu, luego de tener contacto con un funcionario que dio positivo.
A pesar de que 14 de sus 23 ministros fueron alcanzados por la covid-19, el presidente Jair Bolsonaro sigue siendo minimizando el virus, así como también muy crítico con las medidas de distanciamiento social por su impacto económico.
Entre los funcionarios afectados por el virus se encuentran el titular de Salud, Eduardo Pazuello; el de Seguridad Institucional, Augusto Heleno Ribeiro; y el de la Presidencia, Walter Braga Neto.
También dieron positivo los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado, Rodrigo Maia y Davi Alcolumbre, respectivamente, y varios magistrados de la Corte Suprema.
Brasil sufre un repunte de los casos y las muertes por coronavirus desde noviembre. Hasta este domingo registra 191.139 fallecidos -cifra superada solo por Estados Unidos- y más de 7,5 millones de contagiados.
En las últimas semanas, el número de muertos diarios en el país llegó en varias ocasiones al millar, lo que sólo había ocurrido entre junio y agosto, y obligó a varios estados y municipios a endurecer las medidas de restricción, incluso adoptando el confinamiento masivo, en un intento de frenar los contagios durante este fin de año.
Con todo, Bolsonaro minimizó la falta de fecha para iniciar la vacunación masiva en Brasil contra el coronavirus y le echó la culpa a los laboratorios que fabrican vacunas por no acercarse a "vender" el producto a su país. "Brasil tiene 210 millones de habitantes. Un mercado consumidor enorme. Los laboratorios son los que deben estar interesados en vender la vacuna. ¿Por qué entonces no presentan la documentación ante la Anvisa? El que quiere vender es el que tiene que presentar la propuesta", dijo el mandatario.
La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), el ente regulador brasileño, aún no recibió pedidos de registro por parte de AstraZeneca, Pfizer o Sinovac, las tres vacunas que el Ministerio de Salud promete usar en la vacunación con 150 millones de dosis que pretende iniciar en el primer trimestre, sin fecha definida.
Al hablar con simpatizantes en la Puerta del Palacio de la Alvorada, el presidente ultraderechistaa dijo que no teme a la "presión" por tener a la vacuna "corriendo" sin que pase por la autorización de Anvisa. "Ya he dicho que no estaba preocupado por las presiones. Porque tenemos que tener responasbilidad. Hay cosas que no se hacen corriendo. Ahora, si yo presiono a la Anvisa, estaría interfiriendo en un órgano de Estado y no de Gobierno", afirmó Bolsonaro.
El mandatario defendió el uso de hidroxicloroquina, remedio para la malaria, como forma de tratamiento contra la covid-19, que él mismo sufrió en agosto pasado.
El gobierno firmó un acuerdo de intención con el laboratorio Pfizer y desarrolla localmente la vacuna AstraZeneca con el laboratorio federal Fiocruz.
Además, el Ministerio de Salud dijo que incluirá la vacuna Coronavac, del laboratorio chino Sinovac, desarrollada por el estado de Sao Paulo mediante la fábrica de vacunas del Instituto Butantan en su plan de vacunación.