Presionado por legisladores de todos los espacios y con casi una semana de atraso, el presidente Donald Trump ratificó el nuevo plan de ayuda para la economía estadounidense, extendiendo los beneficios para millones de ciudadanos que batallan contra la pandemia y la aguda crisis económica. Fiel a su estilo, el líder republicano intentó adoptar un tono triunfal y pese a que debe abandonar su cargo en pocos días exclamó: "¡Nunca abandonaré mi lucha por los estadounidenses!". También le exigió al Congreso que los cheques de ayuda a los estadounidenses pasen de los 600 a los dos mil dólares. La sugerencia fue bien recibida por distintas figuras demócratas, y al final del día, la Cámara de Representantes de mayoría opositora aprobó ese aumento.
El paquete de 900 mil millones de dólares, que "proporciona respuesta de emergencia al coronavirus y alivio", forma parte de una legislación más amplia que evitará el cierre del gobierno o "shutdown" a partir del próximo martes. El cambio de actitud de Trump llegó tras unos días marcados por llamadas telefónicas de todo el espectro político estadounidense para evitar un desastre social y económico, especialmente para la población más vulnerable. Dos programas federales que comprendían prestaciones para los desempleados, aprobados en marzo como parte del plan inicial de ayuda ante la crisis provocada por la pandemia de coronavirus, expiraron en la medianoche del sábado dejando afuera a doce millones de estadounidenses, según el think tank progresista The Century Foundation.
De la "vergüenza" a la firma del proyecto
"Firmo este proyecto de ley para restaurar los subsidios por desempleo, frenar los desahucios, proporcionar asistencia al alquiler, sumar fondos al programa de préstamos para las empresas, devolver a nuestros empleados del sector aéreo al trabajo, agregar sustancialmente más dinero para la distribución de vacunas, y mucho más", afirmó el mandatario saliente en un comunicado emitido desde su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, donde se encuentra de vacaciones.
El paquete de estímulo, aprobado por el Congreso el 21 de diciembre, extenderá esas ayudas, así como otras que expiran en los próximos días. Durante días, sin embargo, Trump se opuso a firmarlo calificándolo incluso de una "vergüenza" y tomando tanto a republicanos como a demócratas por sorpresa con sus críticas, que aparecieron luego de meses de arduas negociaciones.
El influyente senador republicano Mitt Romney dijo sentirse "aliviado" por la firma del presidente. "La ayuda está ahora en camino hacia los trabajadores, familias y pequeños negocios de todo el país que la necesitan desesperadamente", escribió en Twitter. Por su parte el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, le dio la bienvenida a la firma del proyecto de ley.
"Aplaudo la decisión del presidente de hacer que miles de millones de dólares del alivio crucial para la covid-19 crucen la puerta hacia las manos de las familias estadounidenses", tuiteó el republicano de Kentucky. La presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, calificó el proyecto de ley como "un anticipo de lo que se necesita para aplastar al virus, poner dinero en los bolsillos de los estadounidenses y honrar a nuestros héroes".
Antes de que se conociera el cambio de parecer de Trump, el senador demócrata Bernie Sanders había afirmado: "Lo que está haciendo el presidente es increíblemente cruel". Más tarde dijo en su cuenta de Twitter: "Ahora Trump debe lograr que Mitch McConnell y sus amigos republicanos en el Senado aprueben una legislación que proporcione dos mil dólares en pagos directos a la clase trabajadora, legislación que presenté con (la actual vicepresidenta y exsenadora) Kamala Harris y (el senador) Edward Markey.
El nuevo paquete de estímulo extiende la ayuda federal para los desempleados hasta mitad de marzo y proporciona préstamos garantizados y miles de millones de dólares en ayudas para las pequeñas empresas, restaurantes, hoteles, aerolíneas y otras compañías. Amplía también las moratorias en los desahucios para las personas que no puedan pagar su alquiler, suspende las ejecuciones hipotecarias y proporciona fondos para la distribución de las vacunas de covid-19.
"La gente morirá sin este dinero"
La ayuda aprobada por Trump es esencial para la mayor economía del mundo, fuertemente golpeada por las restricciones adoptadas para luchar contra la propagación del coronavirus. Millones de familias que perdieron sus trabajos durante la pandemia y siguen luchando no tuvieron más remedio que esperar la demorada decisión del presidente.
Tal es el caso de Deseree y Matthew Cox, quienes tuvieron ingresos casi nulos desde agosto, cuando Matthew fue despedido de una empresa dedicada al control de plagas. Su pedido de subsidio por desempleo en el estado de Florida nunca fue aprobado. Los 300 dólares por semana que Matthew, de 38 años, consiguiendo conduciendo para DoorDash, servicio de delivery de comidas, no alcanzan para cubrir las facturas, el alquiler y la comida para ellos y sus dos hijos.
Los Cox agotaron sus ahorros y debieron mudarse del sur de Florida a Indianápolis para alcanzar un costo de vida más barato. Pero ahora necesitan con urgencia los beneficios de desempleo extendidos, la asistencia para el alquiler, las moratorias de desalojo y los pagos directos prometidos por el nuevo paquete de estímulo.
Deseree ni siquiera puede pagar un medicamento que su hijo necesita. "La gente morirá sin este dinero", planteó la joven madre de 37 años al Washington Post. "Para los legisladores, 600 o dos mil dólares parece tan poco. Pero para el pueblo estadounidense, en este momento, es simplemente todo", agregó.
Por su parte Lilli Rayne de Carolina del Norte, paseadora de perros, también atraviesa una situación muy delicada. "Ha sido mucho con lo que lidiar. Esencialmente para mí, mi día a día se ha ido, y gran parte de mi día a día ahora consiste en estar sentada en casa esperando que esto termine", le dijo a The Guardian. A Rayne los 600 dólares de ayuda económica apenas le alcanzarán para cubrir "parte de la deuda de mi tarjeta de crédito, para que los intereses no me maten en 2021".