El senador salteño Sergio Leavy podría convertirse en un protagonista clave en el resultado final del tratamiento del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), ya que con su postura indefinida y oscilante su voto es pedido, no siempre de manera amable, tanto por los militantes verdes como por los celestes.
Sumido en el silencio para evitar presiones, la intención original de Leavy fue la de votar en contra del proyecto tal como quedó de manifiesto a principios de diciembre, en su que referencia al voto de hace dos años ,cuando la iniciativa se trató por primera vez: “yo ya senté postura”, dijo.
Sin embargo, tras la media sanción en Diputados, las bases y los partidos del Frente de Todos salteño y los movimientos feministas comenzaron a exigirle a Leavy que cambie su voto, honrando la plataforma electoral que lo llevó a ser electo senador nacional en 2019.
El viernes pasado, durante el Congreso del Partido de la Victoria de Salta, los congresistas le exigieron nuevamente a Leavy que su voto sea a favor de la ley de IVE, a lo que respondió que “si el Presidente así lo quiere, así será”.
La referencia a Fernández no fue casual, esa semana el mandatario nacional había recibido en su despacho al senador, y si bien públicamente se informó que la reunión fue por temas vinculados a la gestión, trascendió que hablaron de la ley de IVE y Leavy se habría comprometido a, por lo menos, abstenerse de votar, lo que restaría un voto “celeste” en el conteo final.
Estos vaivenes alertaron a los militantes en contra del proyecto, que en la masiva marcha del último sábado hicieron referencia permanentemente al voto del legislador del Frente de Todos.
Fueron varios los manifestantes que fueron con osos de peluche, en referencia al apodo de “Oso” que ostenta Leavy y se reiteraban los cánticos advirtiéndolo con que si mantenía su postura a favor del aborto legal no lo iban a votar más en ninguna otra elección. Similar mensaje había en los afiches que aparecieron pegados por las paredes de Salta con la cara del senador.
La postura mayoritaria de la sociedad salteña en contra del aborto, apoyada plenamente por la Iglesia Católica, una institución de mucho peso en la provincia, es clave para entender por qué hace dos años los tres senadores y los siete diputados nacionales salteños, todos hombres, hayan votado en contra. El miedo a sufrir consecuencias en las urnas hizo que, con las encuestas en la mano, un par de legisladores cambiasen su voto favorable a último momento.
En ese entonces, los militantes del FdT le “perdonaron” el voto en contra al entenderlo como una estrategia electoral, ya que en Diputados su voto negativo no era determinante en el resultado final, pero podría traerle consecuencias en su candidatura a gobernador del año siguiente. Igualmente no le alcanzó, ya que perdería ampliamente con Gustavo Sáenz.
Igualmente, ese mismo año conseguiría su actual banca en la Cámara Alta, usufructuando la muy buena elección que hizo en la provincia la fórmula presidencial Fernández - Fernández, que encabezaba la boleta que lo tenía a Leavy como candidato a senador en primer término
Este lunes, los partidos políticos que conforman el FdT hicieron circular un documento en el que le reiteran el pedido de un voto favorable a la legalización del aborto y le explicitan el total apoyo si así lo hace. Además, denunciaron públicamente “los aprietes y amenazas” de los que fue víctima el legislador de parte de los grupos autodenominados Provida.
A diferencia de aquel 2018 que tuvo todos los votos salteños negativos, en esta oportunidad, con recambio de legisladores mediante, en Diputados los tres representantes del FdT (Alcira Figueroa, Verónica Caliva y Lucas Godoy) votaron a favor. Lo mismo sucederá hoy con Nora Giménez en el Senado.
Por lo pronto, Leavy se refugia en el silencio y el perfil bajo. Su participación en la sesión será desde Salta de manera virtual. Ahora, el legislador espera que alcance con su abstención, ya que se le presentaría un gran dilema si se precisa de su voto positivo para la sanción definitiva.