"Fue una mezcla de emociones, sobre todo de esperanza y de encontrar alguna vuelta de que esto se solucione porque este año vimos fracasos tras fracasos los intentos de tratamientos que no dieron muchos resultados", dijo a Rosario/12 el médico e investigador de la UNR, Roberto Parodi, el primer voluntario en recibir ayer la dosis de la vacuna Sputnik V en el Hospital Centenario. "También se activa un poco la obligación porque uno se la va a recomendar a sus pacientes, yo les digo que le tengo más miedo al virus que a la vacuna, creo que no hay mayor gesto de empatía que poner el cuerpo para darles un poco de confianza", consideró Parodi. "Sabemos hoy que la vacuna, aparte del hecho individual es un hecho colectivo, vamos a tener que vacunar a un gran porcentaje de la sociedad para que surja real efecto, no hay salvación individual en esto", agregó el médico.
Pasaron algunas horas desde que le aplicaron la primera dosis de la vacuna Sputnik V. Parodi cuenta que como voluntario, el lunes por la noche recibió el llamado para ser uno de los primeros en vacunarse en el Centenario. "Fue sólo un pinchazo, como tantas otras vacunas, hay que ver si hoy (por ayer) levanto fiebre o alguna otra molestia, por ahora vengo bien", resume sobre el histórico momento en el que lo inocularon.
Para Parodi, al estar en la primera línea de la batalla contra el coronavirus, con las vacunas se genera una luz de esperanza, aunque siempre genera algo de tensión el miedo a lo nuevo, la incertidumbre: "Uno se pone a estudiar mucho sobre el tema, sobre las distintas vacunas, y están todas más o menos parejas. Ahí la ciencia tiene que balancear entre el rigor de esperar y tener todos los estándares de seguridad que requieren mucho tiempo, y en el medio tenés una pandemia que está destruyendo la economía, la vida social, y se cobra muchas vidas y muchos enfermos con secuelas".
"Uno tiene el sesgo de ver la parte fea del covid, muchos amigos no médicos que lo ven con cuadros leves de familia, de hijos, de sobrinos, y a uno le toca ver al paciente que va a terapia, que hace insuficiencia respiratoria, que la pasa mal y que se muere, y siempre estaba la cuestión de estar presente haciendo contención, pero a uno le gustaría tener más herramientas", apuntó el investigador de la UNR, para quien hay que seguir extremando los cuidados porque en estos días, tras las reuniones por las fiestas, se espera un incremento importante de casos.
La segunda en recibir la vacuna fue Carolina Subirá, infectóloga referente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios e integrante del Consejo técnico Operativo de covid 19 del Ministerio de Salud provincial. Durante el acto realizado en el patio del Hospital Centenario, la infectóloga señaló: "Realmente una gran expectación, mucha emoción, poder empezar a ponerle fin a este virus que durante este año nos ha quitado tantas cosas, tantas libertades, tantos compañeros. Estoy muy agradecida de ya poder dar este puntapié inicial, de tener mis anticuerpos".
Por su parte, Federico Fiorilli, coordinador de Terapias Intensivas de la cartera sanitaria provincial, agradeció a todos los equipos de terapia intensiva porque "han demostrado la calidad técnica, humana, y de poder estar a la altura de una pandemia que nos cuadruplicó en casos y que nos puso realmente en jaque". También agradeció a las autoridades "por la gestión de tener disponible en este momento la vacuna, que nos dará protección ante lo que venga en poco tiempo, porque es casi una seguridad que vamos a tener un rebrote, así que gracias por protegernos".
"Estoy contento porque es como que empezamos un poco a ver la luz y el principio del fin de todo lo que fue esta pandemia", valoró Sergio Lejona, jefe del laboratorio de biología molecular del Cemar. "Si uno mira desde marzo hasta acá, desde el punto de vista del laboratorio donde me desempeño, quiero agradecer a toda la gente y a todo el grupo que nos acompañó porque la verdad que fue un esfuerzo muy importante", apuntó.
Según el profesional de la salud, "llegado a fin de año la vacuna nos da un panorama de esperanza, espero que nos podamos vacunar lo antes posible la mayor cantidad de gente". Lejona pidió no olvidarse de mantener los recaudos frente al virus: "Esta es una cuestión de conciencia social, que no es solamente la vacunación si no el acompañamiento de toda la población, y de esta manera saldremos todos adelante".
Finalmente, Miguel Tortorelli, jefe de la UTI del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), señaló: "Así como tuvimos momentos muy duros, y tenemos momentos muy duros, hoy es un día de felicidad. La verdad es que quiero compartir con ustedes esto que me emociona, y sobretodo dedicárselo a los compañeros que no están, a los que tuvimos que cuidar y a todas aquellas personas que están sufriendo en esta pandemia". Con la voz entrecortada por las lágrimas, Tortorelli agradeció "a todos por haber logrado y por haber permitido que pudiéramos vacunarnos".