"El federalismo no queda en un relato, sino que lo podemos ver en un hecho épico como este. Se vacunó simultáneamente en todo el país y eso no deja de emocionarme", dijo a Página/12 Darío Farag, personal de salud que recibió la primera dosis de la Sputnik V en un hospital de Tafí Viejo, un municipio lindante a la capital de Tucumán. Allí, durante donde los últimos cuatro meses Farag tuvo la tarea de hisopar en un centro febril. En tanto, desde Paraná, la capital de Entre Ríos, el director del hospital San Martín, Carlos Bantar, le dijo a este diario que a este día "lo mido como un hito histórico porque es el inicio de lo único que uno sabe que ha solucionado las pandemias: las vacunas".
El primer lote de 300 mil dosis llegó al país desde Rusia y a la provincia de Entre Ríos le corresponden 10.100 y a Tucumán 11.500. Según Bantar en la provincia mesopotámica "inicialmente aplicaremos cinco mil dosis. Para ello se hizo un trabajo de estratificación según lineamientos del Ministerio de Salud nacional y se priorizaron las personas que están en la primera línea de combate, específicamente los que atendemos en áreas covid". Eso, según explicó el especialista, contempla a médicos; enfermeros; personal de limpieza de áreas críticas; técnicos radiólogos y bioquímicos. Bantar contó que en la provincia se repartieron 450 dosis a cada "hospital cabecera" de las cuatro regiones más importantes.
El director del hospital San Martín detalló que, durante la primera jornada, vacunaron a 88 personas --incluido él-- y aseguró que seguirán haciéndolo tres días más. "Esta primera tanda terminaremos de aplicarla la primera semana de enero con certeza", puntualizó. Para el doctor "esto significa un hito y lo tomamos con mucha cautela porque para realizar bien el proceso de vacunación necesitamos estar en una situación ventajosa con respecto al virus y no en medio de una escalada de casos".
La aplicación de la Sputnik V requiere de mucha logística. Por eso, en el hospital de Paraná estuvieron varias semanas practicando. Bantar detalló que "la vacuna está congelada a -18 grados, por eso hicimos pruebas y en nuestro vacunatorio demoramos entre 7 y 11 minutos en descongelar el dial que tiene 5 dosis. A partir de ahí hay 30 minutos para aplicarla. Cumplir con esos tiempos implica una gran logística y trabajo". "Es un esfuerzo estatal enorme porque las dosis llegan a la base aérea congeladas y de ahí hay que trasladarlas con hielo seco y conservantes. También hay que tener los freezer funcionando y conectados a grupos electrógenos por si se corta la luz. Duele que luego de todo el esfuerzo algunos medios denosten tanto trabajo", se lamentó el médico.
Farag, en tanto, contó que salió seleccionado en el listado para vacunar. Cuando le preguntaron si quería aplicársela no dudó y respondió que sí "porque trabajo en salud pública y tengo una responsabilidad como ciudadano y como profesional". Luego, advirtió que "más allá de la vacuna voy a seguir cumpliendo todos los cuidados porque no hay que relajarse". "Siento un alivio tremendo porque tengo que confesar que tuve miedo y que estos meses, no fue fácil. Durante el pico en Tucumán no paramos ni un minuto y he llegado a hisopar 50 personas por día. La pasé mal, es la verdad, y por eso esto es un alivio enorme", indicó emocionado el profesional tucumano.