La sanción de la ley de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) se concretó con un margen mayor al estimado al inicio de la sesión, con 38 votos afirmativos, 29 negativos y una abstención.
Ese cambio con respecto al 2018, en el que el proyecto chocó en el Senado, se vio reflejado también en el voto de los senadores salteños, que pasaron de ser hace dos años todos negativos, a los actuales dos votos favorables y uno solo en contra.
Al debate se llegaba con la certeza de un voto positivo a la IVE de Nora Giménez, y uno en contra de Juan Carlos Romero. La duda estaba centrada en Sergio Leavy, que tenía como antecedente un voto negativo en 2018, y con sus declaraciones había sembrado dudas acerca de la postura que tomaría.
Esta actitud dubitativa del senador del Frente de Todos, abonó el terreno para que sea el centro de las presiones de militantes de ambos sectores, quienes en un escenario de voto a voto, veían en Leavy un punto central en el resultado final. Finalmente el “Oso”, que se especulaba se abstendría, dio su voto positivo.
De esta manera hubo paridad absoluta en los votos de los 10 legisladores nacionales salteños (tres senadores y siete diputados), ya que cinco lo hicieron a favor, todos los del FdT, y los otros en contra. En el 2018 los 10 votos fueron negativos.
“Compromiso histórico por las mujeres”
Nora Giménez, la cual ya se sabía votaría a favor, comenzó su exposición remarcando el carácter histórico de la votación: “es muy profundo lo que se siente como senadora del interior al estar participando en este debate, en un día que es y va a ser histórico; porque estamos debatiendo derecho que le asisten a la mujer argentina, y como senadora siento y pienso que tenemos un deuda histórica con la conquista y los derechos de las mujeres argentinas".
También calificó a la ley como “parte de un compromiso histórico de nuestro movimiento político, que abrazó desde hace muchas décadas el compromiso histórico con los derechos del pueblo argentino”.
Ya en referencia a las consecuencias prácticas de la ley, la senadora señaló que "no va a permitir continuar con esta política de injusticia en manos del aparato del Poder Judicial en la Argentina, que hoy registra más de 1.500 casos de mujeres con causas penales, perseguidas porque asumieron el desafío de decidir sobre sus propios cuerpos. Y eso les significó ser tratadas por el Estado argentino como asesinas". "Esto es lo que venimos a cambiar", enfatizó.
"Queremos enterrar de una vez por todas esta injusta penalización de las mujeres argentinas, que cuando asumen la valiente decisión de decidir sobre su cuerpo son tratadas como asesinas. Y queremos que este Estado se ponga de pie desde el área de Salud para llevar adelante este protocolo que nos garantice accesibilidad e igualdad de oportunidades para todas las mujeres", expresó.
También marcó diferencias con el proyecto de ley debatido hace dos años :"no son las mismas condiciones, más allá que para nuestra fuerza política ha sido compromiso y bandera de campaña. Acá no lo estamos enfocando ni desde los intereses personales ni desde los intereses políticos".
Desde lo personal justificó que su voto “es un voto para el futuro. Yo elegi legislar hoy y definir mi posición a favor de esos miles de jóvenes que con responsabilidad nos reclaman que hoy aprobemos esta ley”.
Para finalizar Giménez dijo sentirse acompañada por las mujeres “y siento que estamos cumpliendo con este compromiso histórico por las mujeres de mi provincia y las mujeres de mi país".
“No se trata de mí o de mis creencias”
El segundo legislador salteño en hablar fue Leavy, cuya decisión generó muchas expectativas, y eso se notó en las mujeres que se juntaron frente a la Legislatura para hacer una vigilia en favor a la aprobación del proyecto. La incertidumbre previa dio pie a un estruendoso festejo cuando el “Oso” confirmó su voto positivo.
El senador comenzó afirmando que desde lo personal se opone al aborto “odio el aborto, ningún legislador está de acuerdo con el aborto, nadie en la sociedad lo quiere, pero existe”.
Después adelantando lo que sería su decisión final, se refirió a lo ocurrido hace dos años y remarcó que “en el 2018 participé de este debate, era una ley diferente, esta ley tiene un articulado mejorado, aunque me hubiese gustado un debate más profundo, no de pañuelos verdes o celestes”.
“Me di cuenta que esto no se trata de mí, de mis creencias, es una situación que le compete a muchas mujeres”, y ponderó la ley de los Mil Días por ser "una ley antiaborto, que va a evitar los abortos de mujeres por no tener recursos, ya que establece un acompañamiento del Estado”.
Finalmente explicitó su voto indicando que “he intentado comprender a las mujeres que deciden abortar y me di cuenta que esta ley no obliga a abortar, ni lo promueve, sino que le da un marco legal seguro. Que puede hacerlo sin que mueran. No es estar a favor del aborto sino de la vida de las mujeres, si mi voto sirve para salvar que una mujer en un aborto clandestino no pierda la vida, voto a favor de la ley y que sea Dios y la patria los que me lo demanden”.
Romero, pase de facturas y voto en contra
El senador Juan Carlos Romero por su condición de jefe del bloque Parlamentario Federal, disponía de 25 minutos para exponer. Sin embargo utilizó unos 18 minutos, de los cuales más de la mitad los usó para enrostrarle a los que apoyaron al actual presidente Fernández en las últimas elecciones, y hoy se lamentan del proyecto de la IVE a pesar de que era una promesa de campaña. Principalmente hizo blanco en la Iglesia, inclusive apuntando al Papa Francisco.
“Hace poco más de dos años nos encontrábamos debatiendo el mismo tema, con una ley que era mala. Hoy no es una mejor ley, es más extrema, más difusa, pero aquella vez se debatió sin presión del gobierno. Pero aquí es enviada por el Ejecutivo, y es un compromiso de campaña del presidente Fernández, por lo que presionó para alinear la voluntad de muchos indecisos”, arrancó el ex gobernador salteño.
Y tras esa breve introducción arremetió: “No entiendo los discursos de gente que hoy dice que esta ley que mata, pero apoyaron al gobierno para que llegue en las elecciones pasadas. ¿no escucharon la propuesta de campaña?”. Y entre los que habrian apoyado a Fernández y hoy se lamentan la sanción de la ley individualizó al Papa Francisco y al al observatorio de pobreza de la Universidad Católica Argentina que adelantó las cifras de la pobreza, justo antes de las elecciones.
También señaló a los sacerdote por la Opción de los Pobres, “los curitas también llamados villeros, que algo como un tercermundismo tardío. Ellos también apoyaron al Gobierno”.
Saliendo del ámbito religioso, Romero cargó contra “aquellos que distrajeron votos con promesas de ser candidatos anti abortos “como Gómez Centurión, que en Salta nos quitaron en 4 puntos”, refiriéndose a las elecciones del 2019, en las que el senador resultó electo por Juntos Por el Cambio.
“Todos ellos son parte responsable de lo que hoy estamos votando”, acusó.
Más adelante aclaró que "valoro que quienes están a favor de esta ley, porque es un compromiso de campaña que se está cumpliendo, es bueno eso", y pidió que una vez aprobado, se debe dar por terminado este tema y respetar la voluntad mayoritaria que hoy se expresa acá”, dando a entender que no acompañará una eventual judicialización o un intento de derogación en el futuro.
La queja de Romero también fue porque “se trató de forma exprés y con estas sesiones virtuales se impiden el diálogo, el debate personal”.
"Confirmo mi voto negativo viendo esa contradicción que existe en lo que es, lo que debe ser y lo que mi gente de Salta cree que debo representar", cerró el ex gobernador, admitiendo un compromiso con sus votantes que le piden que vote en contra.