Desde Londres

El fin de este aciago 2020 llega con una buena noticia: la aprobación de la vacuna de la Universidad de Oxford y AstraZeneca por el ente regulador británico. En medio de la crisis por la llamada cepa británica, la aprobación permite sumar a AstraZeneca a partir del lunes al programa de vacunación contra la covid-19 .

La vacuna de AstraZeneca tiene una ventaja sobre la de Pfizer, aprobada el 2 de diciembre: se almacena a solo dos grados de temperatura. En comparación con los 70 grados bajo cero de la Pfizer requiere una logística mucho más sencilla que facilitará el proceso de vacunación masiva en todo el Reino Unido.

El Reino cuenta ya con 4 millones de dosis de la nueva vacuna: en enero y febrero sumará otras 100 millones de unidades. Si se le añaden las 40 millones de Pfizer, el gobierno tendrá suficientes dosis para inocular a su población para la Pascua.

El ministro de Salud, Matt Hancock, señaló que con la nueva vacuna se podrá avanzar mucho más rápidamente en la inoculación de los sectores más vulnerables, pero alertó que todavía se vienen semanas muy difíciles. “Estamos viendo la presión que está padeciendo el Servicio Nacional de Salud en estos momentos. Es vital que la gente siga respetando las reglas para contener la diseminación del virus, en particular de la nueva variante que se transmite con mucha más rapidez”, dijo Hancock.

El martes se registraron más de 53 mil nuevos casos de covid-19, número record desde que se comenzó con el proceso masivo de testeo. Este incremento de los contagios está poniendo a prueba la capacidad hospitalaria del Reino Unido. El número de pacientes internados en hospitales superó esta semana los 20 mil, por encima del pico registrado en abril durante el primer confinamiento. Ayer el municipio de Essex en el sudeste de Inglaterra declaró un estado de fuerza mayor (“major incident”) para la zona ante el aumento de casos y la posibilidad de un inminente desborde de la capacidad hospitalaria.

En este marco el ministro de Salud en la sombra, el laborista Jonathan Ashworth, mostró su beneplácito ante el anuncio, pero exhortó a apurar el proceso de inoculación. “Es el momento para salir con todo a vacunar. Hemos visto un salto en la circulación del virus, lo que significa que aumenta el peligro de nuevas cepas. Es una carrera contra el tiempo. Necesitamos que se potencie el proceso de vacunación, en especial del personal del Servicio Nacional de Salud”, twiteó el laborista.

En esta carrera contra reloj, en medio del helado invierno británico, la aprobación de AstraZeneca en el tablero del Servicio Nacional de Salud (NHS) puede salvar miles de vidas. Desde que comenzó el proceso de vacunación el 8 de diciembre más de 600 mil personas fueron vacunadas con la Pfizer: los mayores de 80 años y el personal de las residencias de ancianos fueron la prioridad. El gobierno quiere apurar la vacunación de la primera línea del NHS que está sufriendo una inquietante baja por enfermedad de su personal sanitario.

El nuevo nivel de confinamiento decretado antes de la Navidad y que vence el 2 de enero, será seguramente extendido ante la intensidad de esta nueva ola de Covid y el estado de zozobra actual del NHS. En los medios británicos se da por descartado que las clases de escuela secundaria no van a recomenzar en la fecha estipulada del año nuevo: este grupo etario ha sido uno de los focos más importantes de contagio de la nueva cepa.



La fórmula ganadora de AstraZeneca

En noviembre AstraZeneca anunció que la vacuna tenía una eficacia media del 70 por ciento, mucho menor que el 90 por ciento de las desarrolladas por el laboratorio estadounidense-alemán Pfizer BioNTech y por Moderna. Un error en los ensayos clínicos mostró que la efectividad subía al 90% cuando los pacientes recibían primero la mitad de la dosis y un mes después la dosis completa.

En una entrevista con el Sunday Times este domingo, el director general de AstraZeneca, Pascal Soriot, señaló que, tras investigaciones adicionales, el grupo farmacéutico había conseguido la misma eficacia que las otras vacunas. “Hemos dado con una fórmula ganadora que nos pone con un nivel de eficacia igual al del resto. No le puedo dar más datos hasta que hagamos pública la información”, señaló.

El 12 de diciembre AstraZeneca confirmó que comenzaría a investigar la combinación de su vacuna con el preparado ruso de Gamaleya, el Sputnik V, para intensificar su efectividad.

El anuncio de la aprobación regulatoria británica de la AstraZeneca potencia el programa de vacunación iniciado en Argentina esta semana gracias al acuerdo alcanzado por el ministerio de salud con el grupo farmacéutico. A través de mAbxience Argentina fabricará entre 150 y 250 millones de dosis de la vacuna Astra Zeneca que se encargará de enviarlo a Mexico donde el laboratorio Liomont se ocupará de fraccionarlos y envasarlo para su distribución en América Latina.

AstraZeneca tiene una ventaja adicional sobre el resto de las vacunas aprobadas hasta el momento. No solo la logística que exige es mucho más manejable que la Pfizer, lo que facilita un rápido programa masivo de vacunación, sino que a nivel de precio es la más competitiva de las vacunas. La más cara es Moderna con 23 dólares la unidad, seguido por Pfizer y la Sputnik V de Gamaleya a 20 dólares: la de AstraZeneca costará 4 dólares.