“En este contexto pascual veo los desencuentros que vivimos en nuestra amada Patria. Nos cuesta encontrarnos como argentinos desde la diversidad. Un país dividido no encuentra ni da soluciones a los problemas de la gente, especialmente de los más necesitados", dijo Arancedo.
El presidente de la Conferencia Episcopal señaló que es “necesario y urgente” recrear “una cultura que tenga su fuente en el diálogo y el respeto, en la honestidad y la ejemplaridad, en el marco institucional de los poderes del Estado, como expresión de una auténtica vida en democracia".
Por último, consideró necesario que se vuelva a rezar en esta Pascua la Oración por la Patria que los obispos escribieron en plena crisis de 2001: "Queremos ser nación, una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso con el bien común. Concédenos, Señor, la sabiduría del diálogo y la alegría de la esperanza que no defrauda".