A partir de marzo de 2021, las jubilaciones, pensiones y asignaciones volverán a actualizarse por un índice de movilidad, tras la aprobación de la ley en el Congreso. Según estimaciones de expertos en seguridad social, la suba trimestral podría ser de alrededor del 8 por ciento. Se trata de proyecciones, debido a que la suba no se puede calcular con exactitud. Se toman datos de variación de salarios y de recaudación de la Anses entre octubre y diciembre de este año, que todavía no fueron publicados o relevados oficialmente.
La movilidad de marzo sería de alrededor del 8 por ciento, según el abogado previsionalista Miguel Fernández Pastor, o 7,4 por ciento, según Sergio Rottenschweiler, economista especializado en seguridad social. Ambos expusieron en la comisión bicameral mixta de movilidad previsional. Se trata de proyecciones. Para la fórmula que se aplica en marzo 2021, se toma la evolución de los salarios entre octubre y diciembre de 2020. Hasta el momento se encuentra sólo el dato del Ripte de octubre, de 4,6 por ciento, que mide los salarios del sector formal. Todavía falta la publicación de noviembre y diciembre. Además, va a compararse con el Índice de salarios del Indec, y se tomará el mejor de los dos. El último dato en este sentido es de septiembre.
También en la fórmula que se aplicará para la suba de marzo se toma la comparación interanual de la recaudación de los recursos tributarios de Anses durante el cuarto trimestre. El dato es público, aunque de difícil acceso, y lo releva el Ministerio de Economía. Se encuentra hasta noviembre, por lo que el resto fue estimado por Rottenschweiler. Si bien esta fórmula es similar a la vigente entre 2009 y 2017, el economista plantea que no se puede observar lo que sucedió y extraporlarlo para adelante, dado que la composición de los recursos tributarios de Anses cambió. Por ejemplo, se reemplazó el impuesto a las Ganancias por el impuesto al cheque.
Los equipos técnicos de Anses también tienen hechas sus estimaciones, pero no las están difundiendo públicamente. Durante las reuniones de comisión en el Congreso, informaron a los diputados y senadores que el aumento de marzo sería alrededor del 11,9 por ciento. En ese momento, el proyecto de ley planteaba subas semestrales, en marzo y septiembre de cada año, y para eso se tomaba en marzo lo ocurrido durante el segundo semestre del año anterior con los salarios y la recaudación.
Desde el organismo explicaron que las estimaciones podían ser más precisas porque estaban los datos de varios meses del semestre, mientras que actualmente se tomará lo ocurrido en un trimestre, y recién están las cifras de octubre. Con los cambios que se le pusieron al proyecto en el Senado, la actualización del proyecto pasó de ser semestral a trimestral, por eso la suba estimada inicialmente de 11,9 por ciento será menor.
El Gobierno considera que los haberes con la nueva fórmula le ganarán en 2021 a la inflación. Carlos Heller, diputado del Frente de Todos, se aventuró a estimar una suba de 8 a 10 puntos superior. En su exposición en el Congreso afirmó que los salarios van a crecer de manera real como una política del gobierno, y la recaudación va a aumentar por una mejora en la actividad económica y una reforma impositiva.
Tras una caída histórica este año en la actividad económica, todos los consultores e informes internacionales estiman un rebote para 2021. Sin embargo, el diputado Jorge Sarghini, de Consenso Federal, pidió “prudencia”, ante la incertidumbre que genera que no se haya solucionado la crisis sanitaria ni en Argentina ni en el mundo.
¿Qué ocurriría entonces si, pese a las proyecciones del Gobierno, la recaudación y los salarios no se recuperan debido a la pandemia? Ante esta consulta, Fernanda Raverta, titular de Anses, afirmó: “En alguna cuestión excepcional, siempre está la facultad del presidente Alberto Fernández de pagar un bono cuando las cosas se ponen bien feas”.
Otro aspecto que podría hacer variar los aumentos 2021 es la reglamentación de la ley, que deberá estar publicada para febrero. La ley habla de una comparación homogénea entre variables, lo que expertos llaman “cláusula de legislación constante”. Lo que busca es que cambios normativos no afecten el cálculo de movilidad, como, por ejemplo, sacar un impuesto que forma parte de la recaudación de Anses. Además, determinar qué beneficiarios y beneficios se van a tomar, en caso de que salga una moratoria por ejemplo. De todos modos, según una fuente oficial, estas modificaciones no cambian demasiado, debido a que siempre las comparaciones se hacen sobre variables, y no sobre stocks.
La gran pregunta es cuándo los jubilados recuperarán el poder adquisitivo perdido. Entre 2016 y 2020, la economía sólo creció en 2017. En esos años, con la movilidad del gobierno de Cristina Kirchner, y desde 2018 con la de Mauricio Macri, los jubilados perdieron ante la inflación. Este 2020, con la movilidad suspendida y las subas por decreto, el 80 por ciento de los jubilados igualaron a la inflación. El diputado Máximo Kirchner adelantó en el discurso de cierre de la sesión que los haberes "no van a recuperar todos los puntos perdidos el año que viene".