Alemania llegó a fin del año con un nuevo record diario de muertes por covid-19, mientras busca la forma de acelerar la campaña de vacunación. El miércoles se registraron en total 1.129 víctimas fatales. Durante mucho tiempo considerado un buen alumno europeo en la gestión de la pandemia, Alemania cuenta con una "tasa de infección y de mortalidad que muestra que aún estamos lejos de la normalidad", lamentó el ministro de Salud Jens Spahn. Golpeado por la segunda oleada de coronavirus, el país volvió a aplicar medidas de confinamiento parcial hasta el diez de enero como mínimo. Desde el domingo pasado, Alemania apuesta por una campaña dinámica de vacunación que empezó por los geriátricos.
El número de muertos más elevado se remontaba al pasado miércoles, con 962 víctimas. En total, 32.107 personas perdieron la vida por el coronavirus en Alemania desde que empezó la pandemia. "Estas cifras demuestran hasta qué punto el virus sigue golpeando de manera brutal", declaró el ministro Spahn. "En esta situación, no veo cómo se puede volver" al periodo anterior a las restricciones, advirtió.
Angela Merkel, que este jueves dará su último mensaje de Año Nuevo como canciller, y los dirigentes de los 16 estados federados, discutirán el cinco de enero por videoconferencia sobre una eventual prórroga de las medidas. Allí se presume que extenderán el confinamiento parcial más allá del diez de enero, con el cierre de todos los comercios no esenciales y las escuelas, y un llamado a privilegiar a toda costa el teletrabajo.
Las vacaciones escolares terminan el diez de enero, alargadas a tres semanas por la pandemia. Pero colectivos de docentes cuestionan que se pueda volver plenamente al formato presencial.
Por lo pronto las fiestas de fin de año se verán reducidas a la mínima expresión: se prohibirá la venta de fuegos artificiales, que apasionan a los alemanes, y las reuniones. "Esta será probablemente la cena de Año Nuevo más tranquila que recuerde Alemania", admitió Spahn, que describió una "época de contrastes, entre esperanza y gran sufrimiento".
La campaña de vacunación contra la covid es "la mayor de la historia de Alemania" y "el factor clave contra la pandemia", aseguró el titular de la cartera de Salud buscando llevar tranquilidad a la población. A partir de su arranque oficial el pasado domingo, ya recibieron su primera dosis 70 mil ciudadanos.
El objetivo inicial de las autoridades sanitarias es haber distribuido en todo el país 1,3 millones de dosis hasta el cierre del año. La siguiente meta será avanzar hacia los 14 millones de dosis a lo largo del primer trimestre. Y seguir ese ritmo hasta poder poner a disposición de todos los ciudadanos que lo deseen su vacuna (voluntaria y gratuita) a mediados de 2021.
Spahn, quien defendió desde el principio la fórmula del reparto equitativo de vacunas desde la Unión Europea (UE), se está viendo presionado por la opinión pública y el ámbito parlamentario para acelerar la producción. Se le critica que, en lugar de elegir esa vía europea, debería haberse avanzado y negociado directamente con la farmacéutica alemana BioNTech y su asociada estadounidense Pfizer, la única aprobada hasta ahora a escala de la UE.
Acelerar los suministros de la vacuna de BioNTech es técnicamente difícil, puesto que su producción implica "requisitos muy ambiciosos e innovadores", advirtió el ministro Spahn. "Sí, hay dificultades, pero la mayor campaña de vacunación de la historia comenzó con éxito", insistió. "No podemos convertir nuestra impaciencia en la medida de todas las cosas y arrebatarle la vacuna a los habitantes de las regiones más pobres del mundo", aseguró en el mismo sentido, aunque mucho más tajante, el presidente del parlamento alemán, Wolfgang Schaüble.