El proceso de vacunación al que Argentina se enfrenta es histórico. La primera tanda de 300 mil dosis de la Sputnik V arribó desde Rusia el 24 de diciembre y, tras la distribución en cada jurisdicción, comenzaron a ser inoculadas a las 9 del martes y, a partir de allí, a ritmo continuo. De manera coordinada y en simultáneo en todas las provincias, se inició el Plan Estratégico de Vacunación con la inmunización del personal sanitario que, desde que comenzó la pandemia, más riesgos enfrentó. Ahora bien, resuelto el primer escollo del acceso a la tecnología, el principal desafío es logístico.
Leticia Ceriani, subsecretaria de Gestión de la Información, Educación Permanente y Fiscalización del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, lo describe del siguiente modo: “El martes se inició la campaña y estamos muy contentos. Por supuesto que hubo y habrá obstáculos que tendremos que sortear y cosas para ajustar. Tuvimos reuniones con los directores de hospitales para calibrar el registro y la carga de datos. A diferencia del martes, el miércoles funcionaron mucho mejor. También estamos mejorando el sistema de avisos y las agendas para que las personas que tienen un turno asignado sepan cuándo deben vacunarse. Son cosas que de un día para el otro ya se pulieron”, señala la funcionaria.
Luego, detalla otras contramarchas que se deben tener en cuenta, que se irán resolviendo y que son comunes a todas las provincias. “Si bien los trabajadores de la salud están entrenados en la vacunación, nunca se han enfrentado a una campaña de semejante magnitud. Por la cantidad de gente a la que deberán inyectar así como a las cuestiones específicas de esta vacuna: el frío, la conservación, el tiempo que puede estar a temperatura ambiente sin que se eche a perder. Complejidades extra que requieren que los equipos se vayan acomodando a medida que avanza la campaña”, explica.
De las 24 jurisdicciones, por su magnitud demográfica, Buenos Aires es la provincia que corre con el mayor desafío. Al respecto Ceriani puntualiza: “Arrancamos con el personal de salud de 110 hospitales, distribuidos en 89 municipios. A partir de la semana que viene, se incorporará a los municipios cuyos hospitales aún no recibieron sus dosis con el objetivo de cubrir los 135 municipios que tiene la provincia. Están recibiendo la Sputnik V los trabajadores de las propias instituciones, así como también los que ofrecen sus servicios en privados”, advirtió. Después completó: “Realizamos una segmentación para establecer prioridades. En el Registro Federal de Profesionales de la Salud tenemos identificadas a 250 mil personas y hemos recibido 123 mil dosis. Hacia mediados de enero recibiremos la otra tanda de vacunas y podremos completar el total de la gente abocada a actividades prioritarias”. En paralelo, Buenos Aires fomenta el registro de todas las personas en el sitio Vacunatepba. Es la página en la que se deben registrar todos los bonaerenses, más allá de si pertenecen o no a grupos de riesgo. El objetivo es que cuando les llegue el momento de ser vacunados, a partir de ese registro, se les pueda asignar un turno. A la fecha, hay más de 470 mil inscriptos.
En CABA recibieron 23.100 dosis de la Sputnik V. Gabriel Battistella, subsecretario de Atención Primaria, Ambulatoria y Comunitaria del Ministerio de Salud de CABA, comenta: “Arrancamos con muy buena expectativa, ya hay 17 hospitales que están vacunando en paralelo. En Ciudad de Buenos Aires, el área crítica vinculada al rubro está compuesta por 22.668 personas y podremos cubrir el segmento con el lote inicial de vacunas que llegó. Hasta el momento, ya se aplicaron las dosis a 1500 individuos”.
En esta línea, cita los contratiempos que surgieron: “Habíamos montado una infraestructura para un procedimiento de aplicación mayor. Comenzar con menos vacunas nos sirvió como ejercicio para no cometer errores. Lo que sí hay que corregir y ya detectamos es que las personas que vacunan se acostumbren a que no pueden estar las ampollas mucho tiempo afuera del freezer (no resiste más de 30 minutos)”. Y continúa con un fenómeno a revertir: “Hubo cuatro o cinco vacunatorios que a las 17.30 aproximadamente (a las 18 culmina la jornada de inoculación) abrieron el frasco que contiene cinco dosis y advirtieron que solo tenían tres o cuatro personas para vacunar. Las dosis que no se utilizan en el momento hay que descartarlas. De aquí en más, no se abrirán los frascos sin la certeza de que haya al menos cinco personas a quienes inyectar”.
El objetivo a corto plazo es alcanzar al personal de 37 hospitales (17 públicos y 20 privados) como primera etapa del plan gradual que la cartera gestionada por Fernán Quirós dispuso para la Ciudad. Los primeros en recibirla son, según la norma general, los trabajadores de la salud de la primera línea y la distribución será proporcional al número de individuos que formen parte del grupo de riesgo en cada institución (intensivistas, personal de guardias, de los laboratorios en contacto frecuente con muestras de covid y ambulancieros que trasladan a personas contagiadas). Sin excepción, todas las personas que se apliquen la dosis de Sputnik serán evaluados mediante un monitoreo epidemiológico para analizar su evolución en el tiempo.
El Plan Estratégico de Vacunación está a cargo del Ministerio de Salud e incluye la participación de las carteras sanitarias de las 24 jurisdicciones, a través del Consejo Federal de Salud. El procedimiento será en etapas; la vacunación es voluntaria y con independencia de si el individuo tuvo o no covid. Como las vacunas y la logística se definen como recursos finitos, el gobierno estableció --de acuerdo a otros marcos de referencia internacionales-- la prioridad para recibir las dosis en relación al riesgo por exposición y a la función estratégica. En esta línea: aquellos que se están vacunando con la Sputnik V son los miembros del personal de salud. Luego vendrán las personas que se desempeñan en las fuerzas armadas y de seguridad; y los docentes y no docentes (inicial, primaria y secundaria), población clave para poder cumplir con el cronograma regular de clases en 2021. Al mismo tiempo, se tendrá en cuenta para las etapas siguientes a otras poblaciones estratégicas: los adultos mayores de 70 años y las personas mayores residentes hogares de larga estancia; los adultos de 60 a 69 años y, por último, los adultos de 18 a 59 años de grupos en riesgo. Asimismo, también se relevará si son individuos que habitan en barrios populares, si son personas en situación de calle, de pueblos originarios, privadas de libertad, migrantes y docentes universitarios.
Esperanzas en medio de la emergencia
“El comienzo de la vacunación ha implicado un momento histórico para el país y para el planeta. Son cada vez más las naciones que iniciaron sus campañas y, afortunadamente, Argentina no es ajena. Meses atrás, una parte del personal de salud estaba un poco reacia a la inoculación masiva. Algunas encuestas indicaban que solo el 60% quería vacunarse. En los últimos días ese porcentaje se modificó de manera rotunda y hoy se palpa en los mismos hospitales y centros”, dice Daniela Hozbor, referente del Comité Asesor del Ministerio de Salud y de la Comisión de Seguridad de las Vacunas, ambos de la provincia de Buenos Aires. Y continúa: “Precisamente, estos días reciben su dosis los miembros del personal de salud que se encuentran más en riesgo y en contacto con el peligro. Luego de 21 días tendrán la segunda dosis que arribará en enero junto con el resto para continuar con la campaña en tiempo y forma. Una vez que se haya completado la inmunización al personal de salud, se ampliará hacia los otros grupos que continúan en el orden de prioridad”, destaca Hozbor, bioquímica e Investigadora Principal del Conicet en el Instituto de Biotecnología y Biología Molecular de La Plata.
La vacunación masiva se despliega cuando la situación de emergencia se profundiza. Atrás quedó el descenso marcado de casos que parecía consolidarse durante los últimos meses. Sin ir tan lejos, el martes se alcanzó un nuevo récord: 11.650 casos y 151 muertes. Las reuniones multitudinarias –mucho más aún en tiempos festivos y de vacaciones laborales– y el relajamiento de los cuidados –en el uso del barbijo y la distancia social– son los aspectos que más preocupan al gobierno, sobre todo, porque recién inicia el verano y la segunda ola podría ser más severa hacia otoño e invierno.
El contexto, sin embargo, es mejor de lo que se esperaba. Al mismo tiempo que los países más ricos del mundo, Argentina pudo obtener una buena cantidad de dosis para comenzar su procedimiento de inoculación a escala. Algún lector pensará que 300 mil son muy pocas si se tiene en cuenta que la población local roza los 45 millones. Es cierto, pero hay que tener en cuenta que otros vecinos de la región como México y Chile –tan solo– recibieron 3 y 10 mil dosis, respectivamente, de la fórmula de Pfizer/BioNTech. En total, el gobierno nacional se aseguró la adquisición de 51 millones de dosis. A las 300 mil que arribaron el jueves, se sumarán 4.7 millones que llegarán los primeros días de enero y 15 millones más en febrero. El miércoles, Kirill Dimitriev, el director del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) y máximo referente en el financiamiento de la fabricación de la variante rusa, en conversación con la agencia de noticias Bloomberg, apuntó que Argentina "tendrá su segunda entrega a tiempo, que es en enero, y básicamente seguiremos exactamente el calendario que acordamos con ellos".
Luego, a las 20 millones de Sputnik V, en marzo se sumarán las 22.4 millones de AstraZeneca/Oxford. Las 9 millones restantes serán recibidas de parte de la plataforma Covax, el fondo de acceso global que es liderado por la Organización Mundial de la Salud y cuyo aval de creación fue firmado por 172 naciones.
Otra buena noticia proviene desde Reino Unido y es que, a partir del lunes próximo, se comenzará a aplicar la variante desarrollada por la Universidad de Oxford y el Laboratorio AztraZeneca. El ente regulador sanitario autorizó el uso de emergencia para una fórmula que obtuvo una eficacia media (pues, se combinaron dos líneas distintas de investigación) de un 70%. A Argentina le interesa particularmente esta novedad porque, según se prevé, a mediados de marzo podrían llegar las 22.4 millones de dosis que el gobierno adquirió de la empresa británica. Cabe destacar que la sustancia activa es fabricada por el laboratorio local mAbxience, del grupo Insud liderado por el empresario local Hugo Sigman, y que luego la producción es enviada a México para su empaquetamiento y distribución por toda Latinoamérica, a excepción de Brasil. Las próximas semanas serán claves.