Un tribunal de Rosario confirmó hoy las condenas a un empresario y a su esposa por la desaparición de Paula Perassi. Se trata de una mujer de 34 años que fue vista por última vez en 2011 en la ciudad santafesina de San Lorenzo y cuyo cuerpo jamás fue encontrado.
Los condenados son Gabriel Strumia, que había recibido una sentencia de 17 años en 2019, y su esposa, Roxana Michl, quien recibió 6 años y medio. El tribunal integrado por José Luis Mascali, Bibiana Alonso y Gabriela Sansó ratificó la pena de Strumia como autor del delito de "privación ilegítima de la libertad coactiva agravada por tratarse la víctima de una mujer embarazada". En tanto, los camaristas consideraron a la mujer como "partícipe secundario" del mismo delito.
A su vez, el tribunal ordenó "hacer lugar al pedido de prisión preventiva de ambos acusados solicitada por la fiscalía y la querella, por haber sido condenados a penas altas y de prisión efectiva".
Los jueces introdujeron en su revisión del caso la perspectiva de género, basándose en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que ratificó la vigencia plena de la Convención de Belém do Pará, que contempla "que hay que reforzar los mecanismos internos de control policial, de ejercicio de la prevención punitiva y por lo tanto se flexibiliza la lectura de lo que es una terminología procesal".
La presidenta del tribunal, la jueza Alonso, señaló que "la pauta de peligrosidad procesal se refuerza por tratarse de un caso de crimen sin cuerpo, relacionado directamente con la desaparición involuntaria de persona; así lo llama la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que entiende que cada vez que sucede en un contexto de no dejar rastro, el delito se sigue cometiendo hasta la aparición de la persona o el descubrimiento de sus restos óseos". Además, apuntó que "en este marco de situación, quizás hay rastros que encontrar para satisfacer el derecho de la víctima a la verdad".
Por su parte, la fiscal, María Eugenia Iribarren, consideró que el nuevo fallo "entendió cómo debía analizarse este caso, con perspectiva de género y al ser un crimen sin cuerpo debía analizarse los indicios de otra forma, mucho más rigurosa y de forma global".
En ese sentido, dijo que "un crimen sin cuerpo implica que los autores tomaron todos los recaudos para eliminar vestigios de su delito y que eso impida su investigación, por eso sostenemos que no podría hacerse en soledad y debió tener otra cobertura que lo ayudara que nos lleva a pensar en una cobertura estatal". La representante del ministerio público consideró que "en soledad este caso no podría haber llegado al punto de que sigamos al día de hoy sin el cuerpo de Paula Perassi" y que "no podrían haber actuado solos Strumia y su mujer".
Tras conocer la decisión del Tribunal, el padre de Paula, Alberto Perassi, dijo entre lágrimas: "Siento que se hizo justicia pero tarde y no era lo que queríamos nosotros porque nos vamos con las manos vacías, sin el cuerpo de Paula".
Perassi enfatizó que "el Tribunal no se equivocó, estas personas tienen que estar presas pero faltan gran parte de las otras personas involucradas, dos personas no hicieron esto solas". En consonancia, sostuvo que "el pacto de silencio no se rompió. Esto es parte del túnel negro que hay en San Lorenzo" y que seguirá hasta hallar los restos de su hija.
Paula Perassi tenía 36 años cuando fue vista por última vez el 18 de septiembre de 2011, luego de salir de su casa de la localidad santafesina de San Lorenzo tras recibir un llamado telefónico. La mujer vivía con su esposo y sus dos hijos y, según la investigación, mantenía una relación extramatrimonial con Strumia, un empresario de la misma ciudad.
La teoría de la Fiscalía es que la mujer quedó embarazada y fue obligada por su amante y la esposa de éste, Roxana Michl, a realizarse un aborto, práctica en la que habría muerto.
Durante varias semanas del año 2019 se realizó el juicio en el Centro de Justicia Penal de Rosario que terminó con la absolución de los nueve acusados por falta de pruebas, entre los que se contaban cuatro civiles y cinco policías.
Más tarde, la Cámara Penal encontró culpables a Strumia y a su esposa, decisión que hoy fue ratificada.