La letra principal del fallo fue escrita por la camarista Bibiana Alonso, y la refrendaron sus conjueces, Gabriela Sansó y José Luis Mascali: dos mujeres y un varón. La perspectiva de género introducida en el veredicto es evidente a lo largo de las 204 páginas del dictamen, y señala algunas críticas a los veredictos anteriores de los colegas dictaron la absolución el año pasado, y a los argumentos de la defensa.
Repararon en la necesidad de "identificar la discriminación y desigualdad en que se encontraba Paula por ser mujer y valorarlo en ese contexto". Es que, reprocharon los jueces, "no se le creía a Paula sólo frente a los dichos de Strumia y fue muy patente la discriminación y la falta de perspectiva de igualar esa disparidad por los dichos de Strumia vertidos al final de la audiencia de debate".
"La violencia de género -dijo el tribunal- difícilmente encuentre en el Derecho las herramientas necesarias para paliar el daño que importa. No necesariamente encuentra su patrón más grave en su versión física, pues el golpe a la subjetividad es el peor de todos, no deja marcas visibles y permanece mucho más tiempo".
Otro pasaje del fallo es imperdible: "Para cerrar la discusión sobre perspectiva de género había que probar que Paula era joven, tenía una familia, carecía de trabajo, que su matrimonio iba mal, que tenía una relación con un hombre mayor. También tenían que observar que hoy el aborto es ilegal y se lleva por prácticas clandestinas y el riesgo sería para su vida y no para el padre. Todo ello eso se probó, lo tuvieron los jueces en sus manos y sabiendo que debían considerarlo, no lo hicieron", reprochó el tribunal.