El gobierno dio marcha atrás con la suba de 7 por ciento que le había autorizado a las empresas de medicina prepaga. “Por expresa decisión del Sr. Presidente de la Nación se procede a suspender los incrementos que fueran autorizados a las entidades de Medicina Prepaga y a los Agentes del Seguro de Salud”, indica la resolución 2988/20 del Ministerio de Salud publicada el jueves 31 de diciembre por la tarde. La norma frenó el aumento otorgado por la resolución 2987/20 que había sido publicada horas antes en el Boletín Oficial, la cual decía que “resulta razonable autorizar un aumento general, complementario y acumulativo de hasta un siete por ciento a partir del 1º de febrero de 2021”. Las empresas piden la continuidad de las ayudas estatales al sector.
La marcha atrás, más allá de la desprolijidad, se explica por la intención del gobierno de controlar la inflación en los primeros meses de 2021. En una línea similar se encuadra el cierre de las exportaciones de maíz hasta marzo, que aumenta la oferta local y en consiguiente contiene el alza de precios que viene empujada por las cotizaciones internacionales. También aparece en este radar la intención del gobierno, todavía no comunicada, de evitar lo más posible la suba de las tarifas de los servicios públicos y reducir al mínimo la suba de las tarifas de telefonía celular.
En 2019 las subas autorizadas alcanzaron el 60,7 por ciento mediante ocho incrementos habilitados a lo largo del año, pero en 2020 solo se les autorizó un incremento de 10 por ciento en diciembre, ajuste que fue considerado insuficiente por las compañías del sector ya que, según dicen, se trata de una mejora del ingreso muy por debajo del movimiento de los costos. No obstante, en el curso del año pasado el sector recibió apoyo estatal a través de los ATP, estuvieron eximidas del pago de contribuciones patronales y pagaron una alícuota menor del impuesto a los débitos y créditos bancarios.
El gobierno había advertido en su resolución inicial 2987/20 del 31 de diciembre que “las entidades representativas del sector han expresado su preocupación por el estado crítico en que se encuentran la mayoría de los prestadores y enfatizado la necesidad de incrementar los valores retributivos que perciben por las prestaciones que brindan, a fin de paliar dicha situación y garantizar su continuidad”. Por eso autorizó un incremento de la cuota para febrero e instruyó a las prepagas a trasladar ese incremento a los prestadores.
De ahí que, por ejemplo, OSDE haya enviado el jueves 31 a las 17 horas una comunicación a sus afiliados en donde informa que “se incrementarán las cuotas en un 7 por ciento desde el 1º de febrero de 2021, a calcular sobre el valor de la cuota asistencial vigente a enero 2021”. “Como es de público conocimiento la estructura de costos de las empresas de medicina privada se ha visto impactada por aumentos salariales, variaciones importantes en los precios de medicamentos e insumos, así como también por el efecto de la pandemia. Todo lo mencionado ha derivado en la necesidad de ajustar el valor de nuestros planes asistenciales”, se justificó la empresa.
Sin embargo, por medio de un suplemento del Boletín oficial, por la tarde del 31 el Ministerio de Salud se dejó sin efecto la resolución 2987/20. Entre los afectados no sólo están las propias prepagas sino los prestadores médicos, quienes se iban a recibir su aumento de parte de las prepagas. Días atrás, la Federación Argentina de Prestadores de Salud, que nuclea a entidades que asocian a clínicas y centros sanitarios, advirtió que "con aumentos de costos de más de 60 por ciento, ingresos congelados durante todo el año por parte de las obras sociales nacionales, provinciales, el PAMI y las empresas de medicina prepaga, una fuerte presión tributaria y el fin del programa ATP, las empresas prestadoras de salud privada ya no contamos con el presupuesto necesario para poder brindar una normal atención".
Según dos relevamientos realizados por sitios especializados en medicina prepaga, alrededor de la mitad de los afiliados buscan alternativas de planes más baratos luego el aumento del 10 por ciento aprobado en diciembre. Según el sitio MiObraSocial, un 43 por ciento de los casi 500 encuestados consideró que se cambiaría de plan o de empresa para cuidar sus ingresos. En tanto, el portal elegimejor.com.ar publicó que "el 55 por ciento de los socios busca luego del aumento planes u empresas más baratas". Es que por más que las prepagas hayan aumentado menos que la inflación, el deterioro general del poder adquisitivo es tan profundo que los hogares buscan todas las formas posibles de recortar gastos.