La ciudad de Buenos Aires cerró 2020 con un incremento en los casos de Covid-19. El último día del año marcó una cifra de 2146 contagios, casi 500 más respecto de los 1688 los registrados el 30 de diciembre. Las autoridades reportaron 1405 casos positivos entre residentes y 741 entre no residentes, lo que totaliza 2146. A estos se suman diez decesos, siete de ellos de residentes.
En el parte del primer día de 2021 también se detalló que la ocupación de camas de terapia intensiva en la Ciudad es del 22,8 por ciento y se precisó que hay un total de 103 camas críticas ocupadas en el sistema de salud público.
Desde el inicio del brote, un total de 992.485 hisopados se realizaron en la Ciudad, con un índice de positividad de 30,9 por ciento, de los cuales 590.393 se realizaron a personas residentes en la Capital Federal, lo que representa una positividad del 30,1por ciento.
Fernán Quirós, ministro de Salud porteño, dijo en su último contacto con la prensa, que se debe esperar unos días para hacer la lectura de la curva y así verificar si se trata de un repunte estacional por los encuentros de fin de año o si se trata de la temida segunda ola que se ya produjo en Europa.
En su último encuentro, el presidente Alberto Fernández, el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta y el gobernador bonaerense Axel Kicillof coincidieron en que se ha producido un relajamiento por parte de la ciudadanía, después de nueve meses de restricciones, a lo que se suma la sensación de que la luz al final del túnel ya se avizora con las vacunas, aun cuando se advierte sobre el riesgo de una posible segunda oleada.
En rigor, las últimas semanas del año mostraron concentraciones en espacios públicos, como el funeral de Diego Maradona, la caravana de hinchas de River para recordar los dos años de la final de Madrid con Boca, y las reuniones sociales por las fiestas de fin de año.
De hecho, el médico sanitarista Jorge Rachid sugirió en las últimas horas que hubiera "restricción nocturna para circular". Integrante del comité de asesores de Kicillof, propuso "que se cierren las fronteras y que se imponga la restricción nocturna para circular entre las 22 y las 6".
En declaraciones radiales, Rachid consideró que "el toque de queda es duro, pero es lo que funciona en Europa", al tiempo que cuestionó la cantidad de personas que se reunieron anoche en plazas del área metropolitana por los festejos de fin de año.
"Hay inconsciencia, alimentada en algunos casos por medios hegemónicos irresponsables que han alentado la anticuarentena y la antivacuna de manera irresponsable y criminal sobre población que no tienen elementos para defenderse de esas cuestiones, que tienen que ver con mentiras", aseguró en Radio 10.
Como corolario, el propio presidente de la Nación admitió anoche que se baraja la posibilidad de usar a las fuerzas de seguridad para disuadir los encuentros masivos al aire libre.