San Lorenzo empató anoche 1-1 en Chile ante Universidad Católica, por el Grupo 4 de la Copa Libertadores, y complicó sus chances de clasificar a los octavos de final. Quedan tres partidos de la fase de grupos, y el equipo de Diego Aguirre tiene solamente 1 punto, ya que en el debut cayó ante Flamengo, en Brasil, y luego perdió en su cancha del Bajo Flores frente a Paranaense.
El choque era entre dos equipos con necesidades bien distintas. El local buscaba dar cumplimiento a aquella regla no escrita que afirma que en la Copa hay que ganar de local. Por su parte, el Ciclón quería un triunfo que le posibilitara rescatar los tres puntos que cedió al caer con Paranaense en su estadio. Y esas urgencias compartidas aunque diferenciadas quedaron reflejadas en el trámite intenso, con mucha marca y pocos espacios que caracterizó los primeros minutos del cotejo.
El desarrollo mostraba una ligera prevalencia del local, que controlaba la pelota. Sin embargo, el conjunto de Aguirre preocupaba a partir de la peligrosidad de Cerutti, quien se mostraba incisivo y pasó a ser decisivo, ya que por esa vía, San Lorenzo se puso arriba en el resultado, a los 19 minutos. Cerutti le ganó la espalda a su marcador y midió el centro, que Blandi cabeceó en el segundo palo para marcar el 1-0. Tres minutos después, el visitante tuvo dos chances de aumentar. A través de Merlini, cuyo remate fue despejado por Kuscevic en la línea, y de Belluschi, quien tras recoger un rebote la mandó de emboquillada obligando al arquero Toselli a una acrobacia para mandar el balón por arriba del travesaño.
En ventaja, el Ciclón se hizo dueño del partido en todos los sectores y obligó a la Católica a replegarse en su campo y a limitarse a defender.
El local salió decidido a buscar el empate en el complemento. Y lo consiguió rápido, en una jugada aislada, sucia, de la cual Buonanotte sacó provecho rematando desde afuera del área y poniendo la pelota cerca del poste izquierdo de Torrico, tapado y lento en su reacción para intentar evitar el 1-1.
Revitalizado por la igualdad, la Católica tomó riesgos en pos de la victoria. Elaboró varias llegadas, pero falló en el último toque, y cuando definió bien, Torrico le opuso buenas respuestas. Mientras, San Lorenzo no encontraba el nivel de la primera etapa, sobre todo porque decayeron mucho Belluschi y Cerutti. Aguirre buscó soluciones entre los suplentes y emparejó el trámite, pero quedó lejos del triunfo que necesitaba y ahora jugará los partidos que faltan de la fase de grupos obligado a ganar para conservar las chances de clasificación a los octavos.