El presidente de Rusia, Vladimir Putin, se reunió ayer con el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, quien previamente mantuvo un encuentro en Moscú con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, en medio de un clima de gran desconfianza entre ambas potencias por la guerra civil en Siria. Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que llegó el momento de poner fin a la “brutal guerra civil” y permitir que centenares de miles de refugiados retornen a sus hogares.
La tensión desatada entre ambos países por los últimos acontecimientos en Siria siguió escalando ayer a pesar de que los ministros pretendían que su encuentro fuese constructivo. Coincidiendo con la reunión, se emitió una entrevista en la que Putin denunció un empeoramiento en las relaciones entre Rusia y Estados Unidos desde la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump. “Podría decirse que la confianza a nivel de trabajo no mejoró, sino
que empeoró, sobre todo a nivel militar”, dijo Putin durante la entrevista con la cadena de televisión Mir. Según Putin, la hostilidad se mantuvo desde la Guerra Fría debido a que la OTAN sigue viviendo en un paradigma de confrontación entre bloques. El mandatario ruso también criticó a los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) por apoyar a Trump en su decisión de atacar una base de las fuerzas aéreas sirias. “Asienten como los muñecos que llevan un muelle en la cabeza” afirmó.
Las relaciones entre Moscú y Washington se tensaron después de que la semana pasada Estados Unidos bombardease una base de las fuerzas áreas sirias en represalia por un supuesto ataque químico contra la localidad de Jan Sheijun, bajo control rebelde, en el que murieron más de 80 personas. Washington y Occidente responsabilizan a Damasco de ese ataque, aunque éste lo niega. Rusia defiende que el ataque partió de un bombardeo sirio pero que alcanzó una fábrica de armas químicas de los rebeldes opositores.
Según dijo ayer el presidente ruso, una de las explicaciones podría ser esa última, o bien podría tratarse de una escenificación para desacreditar al gobierno sirio. Putin sostiene que no hay pruebas de que se tratase de un ataque con armas químicas. “Pero sí que ha habido una violación del derecho civil. Eso es un hecho”, dijo en referencia al bombardeo estadounidense.
A pesar de la complicada relación con Trump, los miembros de la OTAN y del G7 mostraron comprensión por la actuación del estadounidense.
También en una entrevista televisiva, Trump acusó a Al Assad del uso de armas químicas, bombas barril y otros ataques contra civiles. Sinceramente, ves los mismos niños sin brazos, sin piernas, sin cara. Es un animal”, señaló. “Putin está apoyando a una persona que es realmente malvada y creo que eso es muy malo para Rusia. Creo que es muy malo para la humanidad, es muy malo para este mundo”, afirmó el mandatario republicano en una entrevista con el canal Fox Business.
Tras los esfuerzos de Tillerson y Lavrov por manejar la crisis bilateral con moderación, Trump fue contundente y afirmó que las relaciones están en un nivel mínimo. Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca junto al secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, el presidente norteamericano insistió en que es necesario “trabajar juntos para resolver el desastre que está ocurriendo en Siria. Trump incluso definió a al Assad como un carnicero. El mandatario defendió el ataque con misiles que ordenó la semana pasada contra blancos en Siria, afirmando no tener absolutamente ninguna duda de que hicieron lo correcto, y que fue muy exitoso.
Frente a tanta declaración, los cancilleres ruso y norteamericano se reunieron buscando algún punto de encuentro. Lavrov advirtió a Estados Unidos que no lleve a cabo más ataques militares en Siria. “Consideramos importante que no se permita la repetición de acciones de ese tipo”, dijo. Mientras que Tillerson aseguró que tenía esperanzas en un desarrollo positivo de las relaciones bilaterales, lastradas por el tema sirio pero también por diferencia en otros conflictos como Ucrania. Lavrov, por su parte, dijo a Tillerson que Rusia espera colaborar con Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo, informaron medios estatales.
Rusia también criticó el ultimátum lanzado el martes por Estados Unidos, que pidió a Moscú que decida entre estar junto a Washington y sus aliados o junto al presidente sirio Al Assad, e Irán. “Se trata de una petición absurda y corta de miras”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, quien recordó que Rusia apoya al Ejército sirio en la lucha contra los grupos terroristas como Estado Islámico (EI). Según la portavoz rusa de Exteriores, Maria Sajarova, se trata de una postura contraproducente. “Ya deberían haber comprendido que no nos pueden poner ultimátums”, afirmó en declaraciones a una cadena de televisión. En respuesta, Rusia convocó una reunión con los ministros de Exteriores de Siria e Irán.
A todo esto, el Ministerio de Exteriores ruso también denunció ayer que sufre regularmente ciberataques desde Estados Unidos. “Según los expertos, los ataques contra la web del Ministerio llegan desde direcciones IP de Estados Unidos”, dijo Sajarova. Según la portavoz, en febrero se produjeron tres ataques y en marzo más. También estarían afectadas otras instituciones rusas, añadió. Los servicios secretos estadounidenses creen que Moscú está detrás de los ciberataques contra el Partido Demócrata en la campaña electoral del año pasado. El Kremlin lo niega. Al mismo tiempo, Estados Unidos, Francia y Reino Unido presentaron en el Consejo de Seguridad de la ONU un nuevo proyecto de resolución, que pide la cooperación del régimen sirio en una investigación sobre el ataque. La diplomacia rusa utilizó su derecho a veto, como había prometido que haría si no se modificaba un proyecto de resolución que había tildado de inaceptable. Antes de la votación, la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, declaró que Estados Unidos estaba dispuesto a colaborar para poner fin al conflicto, mientras que el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, exhortó a Washington y Moscú a entenderse.
La visita de Tillerson precede a un encuentro tripartito que tendrá lugar a finales de esta semana en Moscú, entre Lavrov y los jefes de la diplomacia siria, Walid Muallem, e iraní, Mohamad Javad Zarif. La jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, cerrará el 24 de abril esta serie de encuentros diplomáticos, en el que representará su primer viaje oficial a Rusia.