Sebastián Wagner, el único imputado de atacar sexualmente y estrangular a Micaela García en la ciudad entrerriana de Gualeguay, confesó ante el fiscal Ignacio Telenta haber cometido el femicidio de la joven de 21 años. Así lo confirmó un comunicado oficial del Ministerio Público Fiscal de Entre Ríos, donde también se anuncia que, en su declaración, Wagner incriminó a su jefe, Néstor Pavón, de ser coautor del crimen. Por su parte, Gabriela, la madre del principal sospechoso, aseguró que “entregué a Sebastián a las autoridades para que Micaela descanse en paz”.
A las 11 de la mañana, el fiscal que investiga el femicidio de Micaela llegó a la Unidad Penal Federal de Entre Ríos para tomarle declaración a Wagner, el principal apuntado del crimen de la joven militante el pasado 1° de abril. Era el único que faltaba pasar por la indagatoria del fiscal: antes lo habían hecho Néstor Pavón y José Ehcosor, los otros dos detenidos por el homicidio, además de testigos y familiares de la víctima. Junto con su defensor oficial, el condenado por cometer dos violaciones en 2010 se reunió en una sala con Talente y con el juez de Garantías de Gualeguay, Sebastián Elal, y allí admitió que había asesinado a Micaela. El fiscal imputó a Wagner de los delitos de “abuso sexual con acceso carnal” y de “homicidio calificado por alevosía, por femicidio y criminis causa”. Este último cargo implica realizar un crimen para ocultar otro delito, en este caso particular, la violación contra Micaela.
Pero en su declaración, Wagner aseguró que no actuó sólo. Tal como informó el Ministerio Público Fiscal a través del comunicado oficial, el acusado “dio cuenta de la autoría conjunta de Néstor Roberto Pavón” en el crimen de la joven que militaba en el Movimiento Evita. Es decir, según lo narrado por Wagner, su patrón en el lavadero de autos donde trabajaba tras conseguir la libertad condicional en 2016 también participó del ataque sexual que sufrió Micaela una vez que salió del boliche King de Gualeguay en la madrugada del sábado 1° de este mes.
El testimonio del principal acusado condice con la pista que seguía Telenta durante las últimas 72 horas. Una fuente de la investigación confirmó que Pavón cenó con Wagner el viernes 31 de marzo, horas antes que Micaela fuera estrangulada. Cuatro días después, el dueño del lavadero le dio a su empleado 5000 pesos para que huyera de Gualeguay y se refugiara en la provincia de Buenos Aires. Ese mismo 4 de abril Pavón fue detenido bajo el delito de “encubrimiento”, aunque con el correr de los días el fiscal le agregó la imputación alternativa de “partícipe en el hecho”.
Ahora, lo que falta comprobar es si Pavón se subió al Renault 18 Break de su empleado la misma madrugada en que la joven militante fue secuestrada, abusada, estrangulada y finalmente ocultada en una zona rural en las afueras de la ciudad entrerriana. Para ello, indicaron fuentes de la investigación, se recogerán pruebas del auto de Wagner –el mismo procedimiento que confirmó la presencia de Micaela en el vehículo– y se analizarán las imágenes de las cámaras de vecinos de Gualeguay que localizaron al Renault 18 deambular por las calles del centro de la ciudad.
Por su parte, Néstor García, padre de Micaela, confirmó por redes sociales la confesión de Wagner con respecto al crimen de su hija. En su muro de Facebook, García –quien anteayer dio el último discurso en el multitudinario velatorio realizado en la ciudad de Concepción del Uruguay– indicó que en la indagatoria dispuesta por Telenta, “Wagner se confesó como autor del asesinato y también declaró que no actuó solo sino que lo hizo con Pavón, el dueño del lavadero”. “Ojalá le den perpetua y no haya más víctimas”, pidió en el cierre de su mensaje.
Por último, la madre de Wagner, Gabriela, dialogó con Radio 9 de Gualeguay y aseguró que “jamás escondí a mi hijo. El destino lo hizo volver y yo lo entregué porque así tenía que ser”. La mujer pidió por la liberación de su esposo y tercer detenido por el femicidio de Micaela, José Ehcosor, quien fue acusado de brindarle un lugar a Wagner cuando éste llegó a la localidad bonaerense de Moreno. “El (Ehcosor) lo sacó de la casa para cuidarnos y para que salga más rápido porque se había enterado que estaba armado”.