El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, José María Arancedo, alertó sobre los “desencuentros” que observa en la sociedad argentina, advirtió que afectan especialmente a “los más necesitados” y pidió recrear una cultura basada “en el diálogo y el respeto” que exprese “una auténtica vida en democracia”.
En un mensaje grabado con motivo del inicio de la Semana Santa de los cristianos, el también arzobispo de Santa Fe explicó que “la Pascua siempre es comienzo y esperanza de una vida nueva” y lamentó que “la vida que nos rodea contradice esta verdad”. “No puedo dejar de pensar en tantas víctimas de la violencia que nos hablan de una sociedad enferma que ha perdido el sentido del valor y del respeto por la vida”, afirmó. “Esto nos duele y avergüenza pero no nos debe vencer ni bajar los brazos respecto a la dignidad y defensa de toda vida humana, como la búsqueda de la verdad y la justicia, del amor, la concordia y la paz”, leyó frente a una cámara.
“En este contexto pascual veo los desencuentros que vivimos en nuestra amada Patria. Nos cuesta encontrarnos como argentinos desde la diversidad”, observó Arancedo, quien alertó sobre las consecuencias del fracaso del gobierno de Mauricio Macri en el que fuera uno de sus ejes de campaña hace más de un año. “Un país dividido no encuentra ni da soluciones a los problemas de la gente, especialmente de los más necesitados”, destacó. “Es necesaria y urgente recrear una cultura que tenga su fuente en el diálogo y el respeto, en la honestidad y la ejemplaridad, en el marco institucional de los poderes del Estado, como expresión de una auténtica vida en democracia”, subrayó.
Por último, el sacerdote consideró necesario que se vuelva a rezar en esta Pascua la “Oración por la Patria” que los obispos escribieron durante la crisis de 2001, que luego culminaría con la salida del presidente Fernando de la Rúa. “Queremos ser nación, una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso con el bien común. Concédenos, Señor, la sabiduría del diálogo y la alegría de la esperanza que no defrauda”, reclamó. “Les hago llegar mis mejores deseos en esta Pascua y pido al Señor que sepamos aprovechar este tiempo para ahondar en nuestra condición de hijos de un Dios que es Padre y nos ama, y así descubrirnos hermanos, para juntos sentirnos parte de una Patria que nos necesita y espera lo mejor de cada uno de nosotros. Felices Pascuas”, concluyó.