Estudiantes de la carrera de Antropología y de la licenciatura en análisis de sistemas de la Universidad Nacional de Salta realizaron un censo en el asentamiento Parque La Vega y dieron a conocer el informe preliminar. Registraron que hay 1.207 personas, y que la mayoría son mujeres junto a niños, niñas y adolescentes. La familias afrontan la precariedad, la persecución policial y la discriminación
En el asentamiento el censo registró 346 carpas, donde habitan 1.207 personas, 669 son mujeres, hay 536 varones y 2 adscriben a otra identidad de género.
Hay 195 niños y niñas entre 0 y 4 años, y 342 de entre 4 y 12 años
El asentamiento se encuentra en la zona sur de la ciudad de Salta, entre los barrios Ampliación Parque la Vega, San Calixto, San Remo y Scalabrini Ortiz. Abarca aproximadamente 1,3 hectáreas y se encuentra dentro de una fracción de la Finca La Vega y San Calixto, una extensión de 38 hectáreas que fue expropiada por la Provincia mediante la Ley 7752/2012.
La toma comenzó el 20 de mayo de 2020, el censo indicó que las familias habitan el lugar en condiciones de extrema precariedad. En los comienzos, según registros internos del asentamiento, se contabilizaban un total aproximado de 1.100 familias. La mayoría de las viviendas consisten en carpas precarias de polietileno o, en algunos casos, casillas de madera y plástico asentadas sobre el piso de tierra. Durante las lluvias la gente sufre destrozos y anegamientos, y en los días de sol, las altas temperaturas.
Las familias no tienen ningún servicio. La provisión de agua se realiza por medio de una manguera de uso comunitario y se traslada a las viviendas en tachos y bidones. En el censo varios habitantes relataron que al principio varios vecinos de otros barrios circundantes les permitían la conexión de mangueras para proveer de agua al asentamiento, sin embargo, cuando el personal policial les dijo que era un delito lo que estaban haciendo, les negaron el acceso al agua. En la actualidad hay un solo vecino que les permite conectar la manguera de donde se deben proveer todos los pobladores.
El informe preliminar señaló que como no hay energía eléctrica, de noche los asentados utilizan velas y linternas a pila. Los alimentos se cocinan con leña y carbón, salvo casos excepcionales en que cuentan con una cocina conectada a garrafa de gas. Las familias cocinan de forma colectiva en un fogón a leña y en un horno de barro. Diariamente asisten a comer gran parte de los niños y niñas y personas en condición más vulnerable, y otras retiran la vianda para comer en sus carpas.
Además, solo cuentan con letrinas y "debido a la cantidad de personas que las utilizan, los pozos se van saturando y se deben cavar nuevas. Con el correr de los meses se han realizado numerosas letrinas. El servicio municipal de recolección de residuos no levanta la basura del asentamiento, por lo que se debe quemar periódicamente", señaló el informe.
El estudio reveló que 519 personas residentes en el asentamiento están estudiando. La mayoría son niños, niñas y jóvenes, y hay adultos y adultas que continúan sus estudios, en algunos casos en el nivel terciario y universitario.
En relación a la actividad escolar, al no poseer conectividad, muchos estudiantes quedaron desvinculados de las instituciones educativas durante la pandemia. Otros lograron proveerse de servicio en casas de familiares o amigos, pudiendo tener algún tipo de actividad pero con muchas dificultades. Se registraron casos en los que las escuelas primarias proveyeron de cartillas impresas en papel a los estudiantes, lo que facilitó el cumplimiento de las tareas.
En cuanto a las condiciones ambientales del asentamiento, el censo concluyó que no reúnen los requisitos mínimos de un espacio saludable: "hay ratas, ratones, cucarachas, arañas, mosquitos y moscas en abundancia. En algunas carpas se encontraron alacranes, los que fueron guardados en botellas".
Ante situaciones críticas de enfermedad la gente acude a centros de salud de los barrios colindantes, aunque según manifestaron en las entrevistas "algunas veces no se los atiende por pertenecer al asentamiento". En la toma tienen una “salita” de lona donde enfermeras o estudiantes de enfermería del asentamiento toman la presión y la temperatura a las personas que no se sienten bien y les realizan primeros auxilios.
El informe señala como un episodio traumático, especialmente para los niños y niñas, la represión del 25 de agosto. "Muchos sufrieron heridas de bala de goma en diferentes partes del cuerpo, algunos con lesiones graves y con consecuencias en los ojos".
"En semanas posteriores se produjo la detención de Yuthiel Alderete, que era el vocero de las familias del asentamiento, quien actualmente continúa preso", detalló el relevamiento. Sumado esto a la discriminación social de los vecinos aledaños, y a la violencia general que agudiza la situación de vulneración de derechos, el estudio recomienda "atender de manera urgente la situación habitacional de las familias del asentamiento".
Persecución en San Calixto
La toma San Calixto no fue censada por la UNSa pero también se ubica en la zona sur. Quien fuera elegida delegada, M., relató que el pasado 15 de diciembre fue detenida por la policía y que luego de tenerla dando vueltas en un patrullero desde las 9 de la mañana hasta las 22, la llevaron a la Alcaidía, donde estuvo privada de su libertad por 6 días.
La causa era una denuncia de supuestas amenazas. La mujer relaciona su detención a una persecución política. Además, desde que fue encontrado en la toma un niño de 6 años, cuya madre dijo que, según el nene, fue llevado hasta ahí por un hombre y sometido a tocamientos, las familias asentadas manifestaron que han recibido agresiones de parte de algunos vecinos de la zona.
M. explicó que en la actualidad hay 21 familias y que muchas se fueron yendo, quedaron varias carpas vacías pero la policía no les permite desarmarlas. La mujer contó que el 15 de diciembre la llamaron para que se presente a la casa del padre a firmar una notificación judicial.
"Me fue a buscar el GOA (Grupo Operativo de Alcaidía), después estuve con Infantería, no me dijeron nada. Me llevaron a la comisaría de(l barrio) Democracia, a la de Solidaridad y a la Décima. Me avisaron a las 15.30 que quedaba detenida y que iba a la Alcaidía de mujeres. Me preguntaban qué era yo de Alderete, me comparaban con él", contó.
La vocera es empleada doméstica y su pareja trabaja de forma independiente, con la pandemia se quedaron sin ingresos y no pudieron pagar el alquiler, por ello terminaron en el asentamiento. M. indicó que hace 12 años realizaron el trámite ante la provincia para acceder a un terreno social pero no tuvieron respuesta. También dijo que hay familias en el lugar que hicieron el trámite hace 30 años. Las familias la habían elegido como delegada pero ante su detención, que considera una persecución, tiene miedo de afrontar ese rol.
El pasado 25 de diciembre un niño de 6 años fue encontrado desnudo al lado de una carpa en el asentamiento San Calixto. La madre contó que lo dejó jugando en la vereda y que se quedó dormida cuando fue a acostar a su hija más pequeña, al despertar alrededor de las 20 no lo encontró y comenzó a buscarlo. El nene fue hallado por una mujer de la toma alrededor de las 22. Luego de un examen médico, el Ministerio Público Fiscal informó que no fue violado.
La militante de la Asociación de Derechos Humanos Coca Gallardo, Raquel Adet, dijo que hay una acción de amedrentamiento a la delegada de la toma. "Hay mucha tensión porque van vecinos a agredirlos. Es terrible el lugar donde están, encima de un canal prácticamente, hay muchas carpas vacías. Están al lado de un baldío. En la noche es una boca de lobo", manifestó.
Detalló que hubo 38 desalojos en la provincia en 2020 y que se está usando el incidente con el niño de 6 años para promover los desalojos de los asentamientos en la zona sur. "Nadie habla de lo que la gente está viviendo y tampoco pide una solución", expresó. "Los vecinos han insultado a las familias, les tiraron cohetes a las carpas. No se sabe quién ha sido (el responsable del supuesto abuso). Ya les han echado la culpa a todos los del asentamiento. Están usando de la peor manera esto, políticamente", aseveró.