El aumento dispuesto por la Secretaría de Energía de un 33% para el bioetanol de caña de azúcar que se mezcla con la nafta, “nos permite salir a flote hasta la próxima zafra”, expresaron desde la empresa Seaboard, que opera el Ingenio Tabacal y es una de los grandes jugadores del sector.
Hace un par de semanas, en el acto por el cierre de una nueva zafra, el presidente de la compañía, Hugo Rossi, había planteado sus quejas ante el virtual congelamiento en el que se encontraban los precios del biocombustible desde hace un año, al nivel de calificar a la empresa de “inviable” por esta situación.
De esta manera el precio pasó de $32,789 a $43,6 por litro. Este es el segundo aumento en tres meses, ya que en octubre, cuando el precio estaba en $29,808, se lo subió un 10%.
Además, Energía resolvió un esquema de aumentos hasta mayo. Para el mes que viene el precio se ubicará en $47,800. En marzo llegará a $48,700, en abril $49,600 y en el último mes de este esquema el valor por litro alcanzará $51,132, lo que representa un total del 56% para el primer semestre del año.
El biocombustible en la nafta tiene una proporción de corte del 12%, lo que significa que en 10 litros de nafta, 1,2 es de biocombustible de caña de azúcar.
Este año la empresa Seaboard produjo 110 millones de litros de bioetanol. El ingenio San Isidro hasta hace poco también ostentaba un cupo de 10 millones de litros anuales para producir bioetanol, pero con el cambio de dueños la producción se discontinuó, y los nuevos operadores privilegiaron la molienda de azúcar orgánico.
La actividad azucarera constituye la mayor agroindustria del NOA y en los últimos años encontró una diversificación mediante la producción de energía ecológica o derivados químicos como el alcohol.
“Con el nuevo precio de enero, al menos pasamos a cubrir el desfasaje de haber absorbido una inflación que estuvo entre el 46 y el 47% en los 14 meses del congelamiento”, advirtieron desde la empresa salteña ubicada en Orán.
Impacto en las naftas
Uno de los interrogantes de este nuevo cuadro de precios es como impactará en el precio de las naftas, ya que el aumento se aplicó también para el biodiesel (producido en base a granos de soja).
Según los primeros cálculos, las subas de las naftas, de concretarse, estarían rondando un 5%. Previendo esto desde Seaboard indicaron que “Tampoco puede, ni debe atribuirse a este aumento (por el del bioetanol), un encarecimiento del precio final de la nafta. Desde octubre de 2017, cuando se comenzaron a cambiar las reglas de juego en el cálculo de precios, el etanol de caña de azúcar aumentó un 163% (incluyendo la resolución de este lunes) mientras que la nafta (incluyendo el último incremento que tuvo en diciembre) acumuló una suba promedio de 224% (CABA)”.
Además se subrayó que el corte con etanol, “producto que además aumenta el octanaje de las naftas, reemplaza el uso de otros elementos, que además de ser sumamente dañinos para el ambiente, son por lo general importados, con la consecuente salida de divisas”.
Por el momento no hubo repercusión en el sector de las refinerías, pero desde el gobierno, a través del secretario de Energía, Darío Martínez, destacaron que "en un momento muy difícil para todos, se pudo confluir en un sendero que permitirá recuperar la actividad del Bioetanol a base de Caña de Azúcar".
La ley en la próxima sesión
Otra noticia esperada por el sector fue confirmada en la última sesión, cuando el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa, adelantó que existía consenso para tratar en la sesión del 19 de enero la prórroga de la ley 26.093 que ya tiene media sanción en el Senado.
La normativa además de fijar la cantidad de biocombustible que debe incluirse en la nafta, otorga beneficios impositivos, que vencen en mayo, para los productores.
Por lo que los legisladores del norte lograron que a fines de octubre el Senado apruebe unánimemente la extensión de la ley por otros cuatros años, y en dos semanas será la Cámara de Diputados la que confirmará la prórroga.