El presidente de Rusia Vladimir Putin y la canciller alemana Angela Merkel evalúan la posibilidad de producir de forma conjunta vacunas contra el coronavirus. Según informó el servicio de prensa del Kremlin, los mandatarios mantuvieron un diálogo telefónico en el que conversaron acerca de esa posibilidad, aunque no precisaron de qué vacuna se trataría: mientras Rusia desarrolló la Sputnik V, el laboratorio alemán BioNtech trabajó con la farmacéutica norteamericana Pfizer. Ambos países observan con preocupación el aumento de casos de coronavirus en el continente europeo. Rusia registró por segundo día consecutivo más de 24 mil casos. En tanto, Alemania confirmó a través de su canciller Angela Merkel que reforzará el confinamiento parcial hasta el 31 de enero.
En una conversación telefónica, Merkel y Putin hablaron de "cuestiones de cooperación en la lucha contra la pandemia de coronavirus" y "se hizo hincapié en las posibles perspectivas de producción conjunta de vacunas", destaca un comunicado del Kremlin. "Se acordó continuar conversando sobre el tema entre los ministerios de Salud y otras estructuras especializadas de los dos países", agregó el gobierno ruso.
La anterior conversación entre Putin y Merkel tuvo lugar el pasado siete de diciembre y en ella se analizó la situación en Nagorno Karabaj, el conflicto en el Donbass y los contactos a nivel de las autoridades sanitarias en el marco de la pandemia.
Hasta el momento, en Rusia se vacunaron cerca de un millón de personas y se enviaron cargamentos a Argentina, Bielorrusia y Serbia. Además, países como Venezuela, México y Bolivia han encargado dosis de la Sputnik V.
Sin embargo, las autoridades rusas reconocieron que no tienen los medios para una producción a gran escala suficiente para satisfacer la demanda masiva de vacunas. Así, la Sputnik V también se producirá en India (que se comprometió a aportar 100 millones de dosis) y se firmaron acuerdos con Brasil, China y Corea del Sur.
El centro operativo para la lucha contra el coronavirus confirmó el martes 24.256 contagios y 518 fallecidos en Rusia, por lo que las cifras totales ascendieron a 3.284.384 y 59.506 respectivamente.
Por su parte, Alemania inició el sábado la campaña de vacunación con el fármaco producido por Pfizer y BioNtech. Hasta el lunes, más de 264 mil personas mayores y personal sanitario habían recibido la primera dosis de la vacuna. Aún así, los medios locales critican al gobierno por la supuesta lentitud del proceso de vacunación, incluso cuando en Alemania el ritmo es más veloz que en otros países europeos como Francia o España.
El diario Bild acusa a la administración de Merkel de haber "contado demasiado con la Unión Europea" en la estrategia de vacunación y el suministro de dosis, y de privilegiar el producto de BioNTech-Pfizer en detrimento de la vacuna fabricada por Moderna.
A pesar de que se destacó la gestión del gobierno alemán durante la primera ola de coronavirus, el diario Die Welt señala que esta nueva etapa es un "gran fracaso" y critica los "titubeos, disputas por competencias y errores estratégicos".
Según un sondeo elaborado por la consultora local Civey, el 44 por ciento de los alemanes no estaría convencido de la estrategia de la campaña de vacunación. Además a lo largo de la pandemia Alemania, al igual que la mayoría de los países, tuvo que enfrentar la movilización de grupos en contra del uso de mascarillas, antivacunas y adeptos a teorías conspirativas.
En este contexto y frente a un marcado aumento de casos, la canciller Angela Merkel se reunió este martes con los jefes de los gobiernos regionales de los 16 estados federados (lands). Allí acordaron una prórroga de las restricciones sanitarias que rigen en Alemania desde mediados de diciembre hasta el 31 de enero.
La mayoría de los comercios que no sean de alimentación, los bares y restaurantes, los centros culturales y de ocio, así como las escuelas permanecerán cerrados. Además las reuniones privadas sólo podrán incluir a una persona que no viva en el domicilio. "Tenemos que reducir todavía más nuestros contactos sociales para combatir" la pandemia, declaró la canciller en una rueda de prensa.
En las áreas donde se superen los 200 casos por cada 100 mil habitantes en siete días se limitará el movimiento de sus habitantes a un radio de quince kilómetros desde su domicilio. Actualmente esto afecta a unos 10 millones de personas, sobre todo en el este del país. "Las medidas se deben prolongar y en algunos puntos endurecer", aseguró Merkel.
Además de las cifras de nuevos infectados y muertos, la canciller señaló, como razones para esta serie de decisiones, la aparición de la mutación detectada en el Reino Unido, al parecer más infecciosa, y el estado "muy, muy próximo a la situación límite" en el sistema sanitario alemán. Agregó que se ha acordado también que las personas que provengan de zonas de riesgo deberán realizarse una doble prueba: una para entrar en el país y la segunda, luego de al menos cinco días de cuarentena.
Alemania no logra reducir el número de contagios tras dos meses de restricciones. Este martes comunicó 11.897 nuevos contagios y 944 muertes, la tercera mayor cifra registrada, con lo que acumula 1.787.410 infecciones y 35.518 fallecidos.