Un estudio publicado en la revista Science asegura que en poco menos de veinte años, se perderán unos doce millones de kilómetros cuadrado por inundaciones. La investigación asegura que para 2040 quedarán bajo tierras grandes extensiones por la extracción de petróleo, gas y aguas subterráneas.
“El descenso de la superficie terrestre de la Tierra es un peligro potencialmente destructivo que puede ser causado por una amplia gama de factores desencadenantes naturales o antropogénicos, pero que resulta principalmente de la movilización de sólidos o fluidos bajo tierra”, dice el estudio, que estima que esto afectará a unos 1200 millones de personas, dado que los lugares más amenazados se hallan en centros densamente poblados.
El trabajo fue elaborado por científicos del Instituto Geológico y Minero de España, coordinados por Gerardo Herrera-García. Allí se afirma que el principal problema es la subsidencia por agotamiento de las aguas subterráneas. Se trata de un proceso lento y gradual, por el cual se produce una pérdida progresiva de elevación de la tierra, lo cual afecta áreas de producción agrícola.
“La subsidencia reduce permanentemente la capacidad de almacenamiento del sistema acuífero, provoca fisuras en la tierra, daña edificios e infraestructura civil y aumenta la susceptibilidad y el riesgo de inundaciones. Durante las próximas décadas, la población mundial y el crecimiento económico continuarán aumentando la demanda de agua subterránea y el consiguiente agotamiento de este recurso, y cuando se vea agravado por las sequías, probablemente aumentará la ocurrencia de hundimientos de tierras y los daños o impactos relacionados”, se lee al respecto.
Ciudades como el Distrito Federal de México, Londres, Shanghai y Bangkok enfrentan hudimientos. La capital británica sufre un hundimiento de 1 milímetro al año y las ciudades asiáticas de 1 o 2 centímetros, pero el DF llega a los 38 centímetros.
Otras ciudades en riesgo son Venecia, Rotterdam y Nueva York. Investigadores norteamericanos estiman, en el último caso, que a raíz del desplazamiento de los glaciares de América del Norte, hace 20 mil años, se ha producido un hundimiento de la corteza de Nueva York, que se extiende hacia el sur, hasta el estado de Carolina del Norte. Dado que la ciudad está próxima a dos ríos que tienden a desbordar su cauce, el panorama no es alentador. Para 2100, Nueva York podría estar 12,5 metros más hundida.
El grupo de investigación identificó 200 ubicaciones de 34 países que a lo largo del siglo XX se hundieron por el agotamiento de las aguas subterráneas. También se hizo una lista de 1596 ciudades ubicadas en zonas con posibilidad de hundirse.
En ese sentido, los investigadores plantean lo siguiente: “Para crear conciencia e informar la toma de decisiones, evaluamos el hundimiento global potencial debido al agotamiento del agua subterránea, un primer paso clave hacia la formulación de políticas efectivas de hundimiento de la tierra que faltan en la mayoría de los países del mundo”.
Hay un caso testigo: Yakarta. La capital de Indonesia no tiene una red confiable de agua, por lo cual muchos de sus habitantes construyen pozos privados. En consecuencia, los acuíferos subterráneos se drenan. A eso se suman las lluvias, que inundan parte de la ciudad, repleta de rascacielos que comprometen los cimientos drenados.