Los precios internacionales de los alimentos en los niveles más altos de los últimos años será uno de los factores centrales de la economía argentina 2021, con impacto positivo en el ingreso de dólares y la recaudación por derechos de exportación, pero con el consiguiente incremento de la presión inflacionaria. Este martes, la tonelada de soja superó los 500 dólares en Chicago, su mayor valor desde julio de 2014, y también anotaron picos el maíz y el trigo.
En los últimos meses se observa una impactante escalada de precios de los commodities agrícolas, con un incremento en el caso de la soja de 140 dólares en un año. Hay varios factores que explican ese movimiento. “La abultada demanda de China acompañada de niveles históricos de procesamiento de soja en los Estados Unidos empujan hacia arriba los precios del poroto. A estos dos factores se le debe sumar el clima seco en muchas regiones productoras y posicionamientos de fondos que parecen especular con alzas de commodities, en un escenario de bajas tasas de interés internacionales”, explica un informe de la Bolsa de Cereales de Rosario.
La fuerte demanda de China barrió con toda la soja de Brasil y se hizo de 30 millones de toneladas en Estados Unidos, lo cual abrió un gran paréntesis en la “guerra comercial” entre ambas potencias. También hay incertidumbre en cuanto a los rindes que tendrá la cosecha de Brasil, Argentina y Paraguay en función de los problemas hídricos. Por el lado financiero, los paquetes de emisión monetaria de dólares y las bajas tasas de interés en medio de crisis de la pandemia también traccionan precios de activos físicos e inversiones alternativas, como los commodities. Por otro lado, se especula que el presidente electo de los Estados Unidos Joe Biden va a continuar con la política expansiva y podría subir el corte obligatorio de etanol en las naftas, lo cual empujaría la demanda de maíz. Además de la soja, tanto el maíz (roza los 200 dólares) y el trigo (240 dólares) están en sus máximos valores en seis años.
Siembra y cosecha
La soja se acerca al 90 por ciento de la superficie total de siembra, estimada para la campaña 2020/21 en 17,2 millones de hectáreas. Tanto fuentes locales como desde el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos venían calculando que la cosecha será de 50 millones de toneladas, aunque ahora hay previsiones algo más bajas, del orden de las 47 millones. En tanto, la producción en Estados Unidos se calcula en 113,5 millones de toneladas y la previsión para Brasil es de 133 millones de toneladas.
En el caso del maíz, la siembra ya cubre el 74,8 por ciento de la proyección de 6,3 millones de hectáreas para el ciclo 2020/21. Hay alertas en el sector maicero por la falta de lluvias en la zona núcleo en un momento crucial de la siembra. Esta semana puede haber buenas noticias en términos de lluvias en la provincia de Buenos Aires, aunque los expertos dudan del alcance que tengan en Santa Fe y Córdoba. A esta altura del año pasado, el giro hídrico positivo permitió al maíz tener una cosecha récord de 51 millones de toneladas.
El trigo está finalizando la cosecha, en el orden del 92 por ciento del área sembrada. La proyección de cosecha es de 16,8 millones de toneladas, mientras que se lleva cosechado el 86,7 por ciento de la cebada, con una proyección de producción de 4 millones de toneladas.
Comercialización
La molienda de soja según datos de la Bolsa de Cereales de Rosario se ubica en el 42,9 por ciento de la oferta total local, su valor más bajo en la última década para esta altura del año, con valores que normalmente están en el 50 por ciento. Complicaciones en el mercado externo de harina de soja y el conflicto gremial de los puertos serían las razones de ese desempeño. Pero también la especulación de productores sobre la marcha del tipo de cambio desalienta la venta. El gobierno trató de corregir la baja liquidación con una merma circunstancial de las retenciones, que no logró el efecto deseado. La baja en el caso del poroto de soja fue de 33 a 30 por ciento. Desde el primer día de 2021 rige de vuelta el valor del 33 por ciento.
En el caso del maíz, la venta externa de más de 34 millones de toneladas sobre un total previsto de exportación de 38 millones da cuenta del buen panorama que tuvo el mercado internacional en los últimos meses, aunque al mismo tiempo se verificaron problemas en la comercialización interna que hicieron que el gobierno cerrara durante enero y febrero el registro de exportación.
Según los últimos datos de Ciara, que agrupa a las cerealeras, la liquidación total de divisas en 2020 fue de 20.274 millones de dólares, la más baja en la última década con excepción del 2014 y 2015. "En el saldo anual influyeron factores como las distintas medidas de fuerza de los sindicatos, las oscilaciones en los precios de los commodities, las dificultades operativas por la bajante persistente del río Paraná y los trastornos en las operaciones por la aplicación de los estrictos protocolos sanitarios por el coronavirus", argumentaron las empresas.