Desde Santa Fe

El gabinete de Omar Perotti reaccionó ayer ante el reproche de Miguel Lifschitz sobre una supuesta falta de diálogo político con el gobernador. “Es una mentirita piadosa”, retrucó el viceministro de Gestión Pública, Marcos Corach, quien alertó sobre el doble discurso del Frente Progresista en la Legislatura. “Son los campeones del diálogo”, pero después en el recinto imponen su mayoría en la Cámara de Diputados, como ocurrió con la ley Tributaria –que junto a los senadores Felipe Michlig y Armando Traferri- le rebajaron impuestos a los bancos (del 7% que había propuesto el Poder Ejecutivo al 5,5%) y eximieron a casinos on line y plataformas digitales. “La voluntad de diálogo del socialismo no se refleja a la hora de votar las leyes que los santafesinos necesitamos. Es cinismo exigir resultados sin brindar herramientas”, apuntó el ministro de Desarrollo Social, Danilo Capitani.

Lifschitz dijo que durante el año “no hubo relación” política con Perotti. “No hubo voluntad ni vocación del gobierno de buscar el diálogo en la Cámara”, le contó al diario El Litoral. Y lamentó la renuncia del ex ministro de Gobierno, Esteban Borgonovo, con quien “durante algún tiempo tuvimos un mayor diálog. “Con la partida de Esteban nos hemos quedado prácticamente sin interlocutores” en la Casa Gris, se quejó. Rosario/12 ya informó que Borgonovo saltó del gabinete porque su soporte político era el senador Traferri y la vicegobernadora Alejandra Rodenas, que “fueron los primeros que le sacaron el banquito”, según confió una fuente muy cercana a Perotti. El gobernador le pidió que se quedara en el cargo hasta la renovación del gabinete, pero Borgonovo no aceptó.

Corach, primero, y Capitani después, desmintieron el reproche de Lifschitz a Perotti sobre la presunta falta de diálogo, sobre todo después de la mutilación a la ley Tributaria que benefició a bancos, casinos online y plataformas digitales con rebajas y eximición de impuestos.

“Personalmente me reuní con los diputados socialistas (Joaquín) Blanco y (Pablo) Farías, junto a Ricardo Olivera,-presidente del PJ -reveló Corach-. “Excelente encuentro. Demostraron la mejor predisposición. Ahora bien, ¿para qué sirvió? Sólo para que hoy se vanaglorien de ser los campeones del diálogo”. “Porque, después, en el recinto votaron exactamente la ley Tributaria que ellos quisieron, valiéndose de la capacidad de imposición que les da la circunstancial mayoría. ¿Su voluntad de diálogo y consenso? Una mentirita piadosa”, ironizó el funcionario.

Ya se sabe cómo fue la poda a la ley Tributaria. El Senado redujo la alícuota de ingresos brutos a los bancos del 7% al 5,5%. Y Diputados suprimió el artículo 8 (que extendía el impuesto al juego online y a las plataformas digitales) y el 56 (que habilitaba el pase a planta permanente de 2.781 trabajadores de la salud). Los diputados del PJ votaron la ley en general, pero en contra de la voladura del 8 y el 56. Los senadores cercanos a Perotti rechazaron los cambios, sus colegas de Traferri se abstuvieron, así que la ley salió en el Senado por un voto: 7 a 6. 

El ministro Capitani coincidió con Corach en la defensa de Perotti y el retruque al ex gobernador. “La voluntad de diálogo político del socialismo no se refleja a la hora de votar las leyes que los santafesinos necesitamos. Es cinismo exigir resultados sin brindar herramientas”, planteó el ministro de Desarrollo Social. Un integrante de su equipo, el  secretario de Políticas de Inclusión y Desarrollo Territorial Fernando Mazziotta coincidió: “Los socialistas hablan de diálogo, pero no dialogan. Hablan de consenso, pero hacen lo que se les antoja en la Legislatura".

Corach ya había asociado el recorte de la ley Tributaria con lo que sucedió en diciembre de 2019, cuando Lifschitz y Traferri le armaron el presupuesto 2020 a Perotti, diez días antes de asumir en la Casa Gris: “Condicionaron (al gobernador) al imponerle el presupuesto 2020. Ahora, hacen lo mismo con la ley Tributaria. No saben gobernar. Tampoco aceptar que perdieron las elecciones. Esto no es hacer política. Es usar la política para complicar la gestión del gobierno y la vida de los santafesinos”.